Eres mía

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Cuando me desperté me dolía todo lo último que recordada era que me había quedado dormida en los brazos de Chase anoche pero en estos momentos me encuentro en un posición algo extraña en la silla todavía se podía sentir el calor de la chimenea parecía que no hace mucho se había apagado.
Me pare del sillón y camine hacia mi cuarto tome un largo baño y me cambie para ir a caminar un rato.
Estuve caminando por un largo tiempo hasta que llegue a un café al café que estuve con Sophie antes de que toda mi vida se convirtiera en un locura a pasado mucho tiempo desde que no la veo y en verdad la extraño mucho.
Iba a entrar a pedir algo al café ya que el café es una de las pocas cosas que mi cuerpo todavía acepta, pero vi algo que me llamo mucho la tención en una de las mesas del fondo se encontraba Sophie pero no sé encontraba sola estaba con un hombre no pude ver quién era ya que estaba de espaldas pero, pude ver qué Sophie se me quedaba viendo y le sonreí en forma de saludo pero ella solo rodo los ojos y parto la mirada.

Me sentí un poco triste pero trate de disimular que no sentía nada pedí mi café y salí del lugar volví a caminar por dónde venía trate de caminar lo más lento posible no quería hacer nada ese día al momento de llegar a la casa está poniéndose el sol y me quedé un rato a observar como poco a poco el sol se iba metiendo hasta desaparecer por completo y sentí que era el momento de entrar.
Cuando entre estaba todo en silencio pero de un momento a otro se escucharon unos gritos que retumbaron por toda la casa me sobresalte al oir los gritos pero después me calme un poco al reconocer que los gritos provenían de Chase no pude entender muy bien lo que decia solo podía entender ciertas palabras como... muerte....Gray... lo que es mío... Lo último hizo que sintiera un escalofrío por toda mi espalda no sabía a qué se refería pero me daba miedo.

Cuando iba a tocar la puerta de dónde se encontraba Chase el hablo antes-Odette se que eres tú-dijo para que de un momento a otro yo abriera la puerta y pasara al salón y al cerrar la puerta me quedara recargada en ella, no tenía palabras en ese momento parecía que mi mente se había quedado en blanco y no pudiera pensar nada lógico.

Trate de hablar para quitar el silencio incómodo en el que nos encontramos pero de mi boca no salían palabras, iba a tratar de decir algo pero no podía pero Chase se adelantó-se que oíste mis gritos hace rato-dijo haciendo una pausa y yo solo asentí con la cabeza, iba a decir algo más pero antes de decirlo se volteo a verme, era poco decir que en ese momento tenía un aspecto intimidante sentía como hasta la sangre se me helaba con su mirada.

Y bueno ¿qué paso?- dije tratando de ocultar el miedo que sentía en ese momento -por favor Odette no te hagas la tonta se muy bien que escuchaste todo -dijo para casi romper el vaso que tenía en la mano y que no me había dado cuenta que tenía - pero  no me estoy haciendo la tonta no se de qué estás hablando-dije intentando ocultar el miedo en mi voz y bajando mi cabeza- HAY ODETTE SE QUE LO OÍSTE TODO  Y NO ME VENGAS CON TUS CUENTOS DE NIÑAS QUE MUY BIEN SABES LO QUE OISTE- dijo gritando haciendo que las venas negras se marcaran un poco en su rostro.

PERO YO NO ESCUCHE NADA- dije subiendo mi voz - ESCUCHE MUERTE... GRAY..  LO QUE ES MÍO.... Y YA- dije para hacerme a el - ENTONCES SI ESCUCHASTE ALGO SER LA VÍCTIMA NO TE QUEDA, HERMOSA-dijo para acercarse amenazadora mente a mi- SOLO ESCUCHE ESO Y QUE SIGNIFICA LO DE LO QUE ES MIO?- dije acercándome a el - A TI NO TE INCUMBE ESAS COSAS- dijo el -CLARO QUE SI- dije al punto de explotar- QUIERES SABER VERDAD?TE MUERES POR SABER QUE SIGNIFICA NO ODETTE, PERO SABES QUE TE DIRE TE LO DIRE DE UNA MALDITA VEZ  LO QUE ES MIO SIGNIFICA QUE ERES TU ME PERTENECES Y YO ERA EL QUE TE IBA A CONVERTIR EN VAMPIRO Y  NO EL MALDITO DE GRAY- dijo al momento de estrellar el vaso en el piso yo en vez de sustarme más sentí como me enojaba mas-YO NO LE PERTENEZCO A NADIE YO SOY LIBRE DE HACER LO QUE QUERÍA CON MI VIDA- dije para salir del cuarto donde estábamos.

se te olvida un pequeño detalle, que pronto vas a ser mi esposa y  de momento eres mi prometida así que que me perteneces-dijo en un susurro pero lo suficiente alto para que yo lo oyera.

1920 Nuevo RomanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora