cuando te preguntó por primera vez, no eras realmente una fanática de la idea. ir a correr para una primera cita? ha perdido la cabeza? pero de alguna manera logró convencerte y te alegra que lo haya hecho. se presentó en tu casa al anochecer, llevaba pantalones cortos y una camiseta blanca, era muy simple, pero no podía evitar pensar en lo bien que se veía. su cabello estaba desordenado, no se molestó en peinarlo porque sabía que se pondría sudoroso y se volvería desordenado de todos modos. saliste, hacía frío, así que ya tenías de que quejarte.
— me estoycongelando, ¿no podemos quedarnos a comer pizza?—suplicaste, con un puchero presente en tu cara esperando que tu ternura lo persuadiera.
— no, esa no es una buena idea para una primeracita—, comenzó a correr antes de que terminara su oración, así que lo perseguiste. lo alcanzaste y él bajó un poco el ritmo.
— es muy liberador correr. puedes hablar, pero también puedes permanecer en silencio. puedes escuchar música o simplementepensar en las cosas. es algo que me hace feliz—, confesó.
de repente, te diste cuenta de que realmente te alegra compartir este tiempo con él.
pronto llegasteís a un parque, donde dejaste de correr un poco para sentarte en un banco y descansar un poco. te habías olvidado de sacar agua, así que serim te ofreció un poco de la suya. limpiaste la parte superior de la botella de la que había bebido, lo que hizo que serim se riera un poco,
— no tengo gérmenes, está bien—, bromeó.
bebiste un poco y se la devolviste, no queriendo beber toda su agua a pesar de que podrías haber bebido un océano entero en ese momento. se puso de pie frente a ti y extendió la mano.
— podemos caminar de regreso si quieres, ¡y cuando lleguemos al lugar podemos conseguir una pizza de tu elección como agradecimiento por venirconmigo!—él te sonrió cuando le tomaste la mano, aceptando su plan.
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