Amor a la oscuridad (Tom Holland)(Fanfic).

11. El Sol es testigo.

-Se puede saber.. ¿quién demonios eres?.- pregunte a la misteriosa mujer de tez blanca y cabellos rojizos con una extraña aura de penumbra.

-Le repito Aileen, le voy a ayudar a reencontrarse con su hija.

Pasó totalmente de mí, su actitud de buena samaritana no me da buena espina. Aparece por arte de magia alegando que va a ayudar en nuestra travesía.

Totalmente sospechoso.

-¡Escúchame bien..! - me disponía a decirle cada una de sus verdades cuando Aileen me detuvo en seco.

-Iris, déjala hablar.- dictó y a mí solo me quedo cerrar la boca.

-Mi nombre es Hécate, se me asocia con La Diosa de los brujos y hechicería.- me dirigió una mirada de "ahí están tus respuestas".

-Espera, se te olvida mencionar que te asocias con el terror de la oscuridad ¿no?.- jaque mate Hécate.

-Sí.

-¿Por qué me quieres ayudar?.- Aileen parecía querer fiarse de ella pero aún no le convencía.

Hécate se acercó a ella y paso su mano por sus hombros sin ningún disimulo, como si la conociera de toda la vida.

-Es libre de romperse, Aileen. Deje ese orgullo a un lado y derrame esas lagrimas que tiene guardadas. Su hija está allá afuera viva o muerta, ¿no puede permitirse darle el duelo que se merece?, ¿acaso ella era un ser despreciable que no lloraría por su madre?.

-No... mi niña era mi adoración... era el ser más puro y precioso en mi vida... y ya no está.

Más frágil que nunca, Aileen se permitió por primera vez.. romper en llanto, las palabras de Hécate habían roto la delgada línea de orgullo que no la dejaba soltar sus sentimientos.

Pasamos horas calmando su desesperación y tristeza. A mi sorpresa, Hécate se dirigió con total dulzura a Aileen en todo momento.

-¿Puede sentir cómo su alma se aligeró un poco?.- Aileen solo asintió en respuesta.- Solo nos queda avanzar.

-¿Qué planeas, Hécate?.- me permití preguntar.

-Ir con Helios es un comienzo.- aseguró ante nuestras miradas de confusión.- el Sol es testigo de todo lo qué pasa aquí. Nos podría decir lo sucedido con Cadie.

-Comprendo, pero ojalá y puedan disculparme. Tengo que atender mis deberes, prometo volver pronto.- las mujeres solo asintieron y me dispuse a irme.

Tengo que ver como le va a Harry con Hera. Espero y no sé hayan asesinado entre sí, no quiero encontrar solo cuerpos sin vida.

(...)

Soy una idiota, una completa idiota. ¿Cómo se me ocurre?.
Fue realmente indebido todo lo ocurrido hasta ahora, solo estoy delirando con toda esta situación.

-Me atribuí cosas que no debía, soñé cosas que no debía, hice y pensé cosas que NO DEBÍA.- solté en un gritito de frustración.

El punto de discusión es que nadie estaba en este cuarto, nadie supo y pudo confirmar la veracidad de lo sucedido.

El único testigo fue la Luna, pero no me puede afirmar mi delirio.

Deja de alimentar tu desquicio Cadie. Por más que anheles que el hecho de probar sus labios fue real, recuerda que ese hombre te tiene secuestrada por razones desconocidas y tu único objetivo aquí es escapar. Volver a casa.

Bebí del cuenco de leche que aún tenía en mis manos y no atreví a beberlo después de lo sucedido. Cuando acabe con su contenido, una idea atravesó mi mente.

De un momento a otro lancé el cuenco contra el piso, haciendo que se rompiera en pedazos.

-Demonios..- espero que el estruendo que ocasione no llegara a oídos del castaño.

Tome un pedazo lo suficientemente afilado y comencé a rozarlo contra las cuerdas de mis manos en un intento de romperlas.

Fue doloroso por mis muñecas lastimadas, pero lo logré. Repetí la misma acción con las cuerdas de mis pies.
Cuando estos fueron liberados los sobé delicadamente en un intento de calmar el ardor.

Tome el mismo pedazo del cuenco, servirá como arma para defenderme. Me dirigí directamente a la puerta y a mi gran sorpresa estaba abierta, no le puso ningún tipo de seguro.

Al parecer subestima la idea que yo pueda escapar.

Con sumo sigilo, asome mi cabeza por la puerta entreabierta. Estaba en completa soledad el pasillo; me atreví a salir de una vez por todas.

Paseaba mi vista por cada puerta, definitivamente no voy a volver a abrir la puerta de Cerbero. Eso nos deja restantes 4 puertas, una de ellas me llevaría a mi libertad.

Piensa Cadie, piensa. No me voy a quedar aquí parada esperando a que el castaño aparezca.

Di vuelta a la manija de una de ellas y no cedió, estaba cerrada bajo llave.... tal vez podría intentar forcejear la cerradura con mi arma, podría simular una llave su afilado.

Lo metí y moví de un lado a otro y al final cedió. Parece ser que en el Olimpo hay alguien que de verdad me ama porque hoy es mi día de suerte.

Abrí la puerta y no encontré lo que esperaba...

No alcanzaba a ver lo que había ahí, parecía una especie de altar. Me acerqué un poco más para ver con más detalle.

Eran 3 pilares, en cada uno descansaba un objeto: en el centro yacía una especie de casco, este estaba cubierto de polvo... tal vez la falta de uso. En el otro había un jarrón; por curiosidad abrí la tapa, era una especie de líquido, un olor a hierro inundó mis fosas nasales. Lo cerré de inmediato, no quiero ni imaginar que contiene.
En el último estaba una escultura de la cabeza y torso de un niño, este tenia flores un poco marchitas.

Y todo de lo que me había enterado hasta ahora, vino a mi. Él era su hermanito, aquel que murió a manos de su padre. Viéndolo de otra forma él tenía cierto parecido a Thomas.

Ese hombre, dejaba a puertas cerradas su sentir, su dolor... fui capaz de abrir estas puertas, pero quiero ser capaz de liberar su alma de este tormento.

Con un toque le devolví vida a las flores, esperando hacer lo mismo con el castaño. Solo es cuestión de tiempo.

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De regreso queridas lectoras. 💗
Soy libre para actualizar mis historias :D.
Déjenme saber si les gusto uwu. Espero traerles capítulos al menos 2 veces en la semana o más. ❤️