En cuanto llegué a mi antiguo casillero comencé a guardar mis cosas y en el acto sentí unos brazos que me rodearon por los hombros, cuando volteé vi a mi mejor amiga Victoria a la cual no le gustaba el diminutivo de su nombre, por lo que había que llamarle siempre por su nombre completo a excepción de mí, que la llamo Titi desde la primaria.
Sentí mucha felicidad cuando la abracé porque no nos pudimos ver durante las vacaciones debido a que ella viajó a Florencia y yo a Mykonos. Cerré mi locker y nos fuimos caminando hacia el aula mientras nos poníamos al tanto de todo lo sucedido en los últimos dos meses; llegamos y nos sentamos juntas en una butaca hasta atrás esperando a que llegara el profesor de Química, quien era nuevo en el magisterio del colegio y por lo tanto no sabíamos cómo era.
Victoria y yo estábamos concentradas en nuestra plática cuando en eso escuchamos unas exclamaciones de asombro dirigidas a la persona que había entrado en la habitación... el profesor de Química, un hombre alto como de 1.85, moreno, con el cabello castaño hacia atrás, ojos color avellana y de complexión delgada pero musculosa.
El maestro se presentó como Gabriel Aristegui, el apellido se me hizo familiar pero decidí ignorarlo para continuar observando cómo se veía su mandíbula mientras hablaba. A partir de ese momento decidí que mi profesor iba a enseñarme muchas cosas que no entraban en el ámbito académico.
FIRMA: Lilith AR

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Atreverse es ganar.
Teen FictionEstoy cansada de que me crean una niña. Fastidiada de ese miedo que tienen los hombres de meterse con una menor de edad. ¿Es que a caso no entienden que no voy a denunciarlos? ¿Cómo sería esto posible si, una vez haciéndolo se acabaría la diversión...