Omar se unió a nosotras y busqué a Odín con la mirada, afortunadamente lo vi hablando con unos chicos y agradecí que estuviera ocupado en este preciso momento.
-Vaya que estuvo bueno el partido chicas, ustedes siempre han tenido un talento nato. -Comentó Omar, guiñándome un ojo sin que Grecia se diera cuenta.
-Lo sé, somos muy buenas. Iré a cambiarme, Grecy, no me gusta estar sudada.
-Pero si el sudor es normal, al tener sexo no hay nada más sexi que ver a una mujer sudada, por el esfuerzo y el ambiente del momento.
Al hacer ese comentario me fijé como inclinó su cara hacia abajo para que sus lentes se deslizaran un poco por su nariz y descubrieran sus ojos, los cuales me miraron con... ¿Malicia? ¿Deseo? Y luego recorrieron lentamente mi cuerpo, para situarse en el canal de mis pechos que quedaba descubierto por el top que llevaba puesto.Carajo -pensé- si no me voy ahora Grecia se dará cuenta de las insinuaciones de su hermano, y no quiero problemas.
-En efecto, me consta lo excitante que es ver a una mujer así -señalé, guiñánole un ojo a Grecia (la cual se río ante mi comentario) y lamiéndome los labios lentamente, recordando algo como si hubiese sido ayer...
Mi familia y yo llegamos a Mikonos el diez de Junio para pasar ahí dos meses de vacaciones. Nos instalamos en el lujoso hotel de siempre y me separé de ellos, en lo que daba un recorrido por la piscina con mi traje de baño azul cielo de dos piezas (tanga de hilo dental) y un vestido con agujeros negro que dejaba ver mi bañador.
Mientras caminaba vi a una chava como de mi edad, viéndome fijamente desde su reposset. Sin embargo, hubo algo en esa mirada que no me transmitía envidia o malas vibras, sino deseo y atracción sexual.
Caminé un poco más y me senté en una silla, la analicé descaradamente y vi que tenía muy buen cuerpo. Sus pechos eran talla 36B tal vez, tenía caderas anchas y piernas gruesas. Su cabello era largo y de color negro.
Cruzamos miradas por un momento y ella se levantó y caminó hacia mí.Cuando llegó hasta donde yo estaba me saludó y se presentó.
-Hola, soy Paula, mucho gusto.
-Mucho gusto, Paula. Yo soy Elizabeth.Se sentó a conversar un rato, me platicó que venía de viaje con amigos y que se iba a quedar 2 meses, al igual que yo. Pero, mientras transcurría la plática había una tensión sexual muy palpable y no entendía el por qué, si apenas la conocía.
No se si fueron tal vez los dos vasos de Whisky que traía ya en el organismo, o la falta de sexo en estos últimos meses pero le lancé una pregunta que incluso a mí me sorprendió:
-¿Y si me muestras tu habitación?
Ella, aunque un poco sorprendida se levantó y me ofreció su mano con una sonrisa ancha y pícara.
Caminamos juntas hacia su cuarto, y cuando llegamos pareció haber entendido bien todo porque una vez cerrando la puerta me jaló del cuello y estrechó sus labios con los míos. Fue un beso muy rico y sexual, sus labios eran suaves y se veía que contaba con experiencia.
Me quité mi vestido, y nos separamos un momento para admirarnos con detenimiento. Me desamarré la parte de arriba del bañador y ella hizo lo mismo, dejando nuestros pechos expuestos. Nos besamos y acariciamos mutuamente los senos, recuerdo haber disfrutado mucho tener entre mis manos semejante talla de busto.
Me separé y le lamí pechos mientras le tocaba su intimidad por arriba de la tanga, sintiendo lo mojada que estaba. Nos hincamos en la cama seguimos manoseándonos. Le quité las bragas e hice lo mismo con las mías, le separé las piernas y procedí a hacerle sexo oral, con ella como mi guía.
Después de saborear su intimidad y estimular su punto sensible ella me lo hizo a mí. Luego se subió encima de mí y comenzamos a frotar nuestras partes una y otra vez, mientras nos besábamos y tocábamos los senos.
Y repetimos eso cada noche, de formas distintas, que nos producían un placer tremendo.
Vuelvo en mí y descubro que Omar me está mirando raro, así que lo dejo callado y desconcertado para irme a los vestidores.
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Atreverse es ganar.
Novela JuvenilEstoy cansada de que me crean una niña. Fastidiada de ese miedo que tienen los hombres de meterse con una menor de edad. ¿Es que a caso no entienden que no voy a denunciarlos? ¿Cómo sería esto posible si, una vez haciéndolo se acabaría la diversión...