Cap.7

2.3K 295 48
                                    

🌈
_._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.._._._._

Segado momentáneamente por los rayos de luz que alcanzaban a escabullir se por la boca del cráter, señal de un deslumbrante día, aún que la imagen frente a mí era algo fuera de lo que se ha visto o contado en toda la historia vikinga y no exagero al decir que me quedo corto.

Un joven de tez morena y cabello oscuro, con solo un tapa rabos cómo única prenda de vestir. Ustedes podrían pensar que no tiene nada de extraño una persona así pero es que no mencioné el enorme par de alas que colgaban tras su espalda sin mencionar la cola, lo primero que viene a mi mente fue que estaba frente a la presencia un demonio y mi primer instinto tras ese pensamiento fue escabullirme y esconderme donde no me pudiera encontrar.

Aprovechando que éste no me miraba ya que estaba a espaldas de mí, intenté gatear sigilosamente hacia un pequeño hueco en la cueva donde estoy seguro que estaría fuera de su alcance, me arriesgaría a tener que darle la espalda, pero el miedo y la confusión guiaban mis acciones como para pensar otro plan.

A solo pasos de poder resguardar mi integridad, intenté asegurar que no me hubiera visto, pero cuando voltee la mirada aquel demonio había desaparecido, entonces el sudor frío empezó a recorrer mi cuerpo, tras una fugaz ráfaga de viento una presencia se hizo ver frente a mí bloqueando mi ruta, de gran e imponente presencia; sentí mi muerte inminente, estático e indefenso.

La tensión se respiraba en el ambiente, mientras esté extraño solo me contemplaba en plena huida, no podría predecir lo que pasaría pues su mirada era monótona incluso cuando aquellas alas y cola se esfumaran en un instante, pero en un movimiento fugaz yo ya me encontraba inmovilizado en los brazos de mi captor siendo cargado como un saco de papas y sin forma de liberarme.

—oye! Bájame! No sé quién te crees que eres, ¡pero esto es inaudito!, Oye! ¡¡¿Me estás escuchando?!!— Mi terquedad me hacía hablar estupideces como si careciera de cualquier preocupación, claro que un buen día está costumbre mía podría hacer que me maten, aún si estuviera muerto de miedo por dentro, a esta persona no parecía importarle lo que dijera.

En realidad, solo camino unos cuantos pasas para depositar me en aquel nido de pieles, claro que me está acción me lleno de confusión.

—qué demonios eres? — Las preguntas se había formulado automáticamente y era evidente por qué.

Recordaba poco de lo que había pasado anoche, pero sin lugar a duda no estaba nada consiente de quién era esta persona frente a mí y creo yo, que merezco una respuesta decente.

Por su parte esta persona solo inclinó su cabeza, esto me decía que tal vez no podía entenderme, estaba dispuesto a formular la pregunta nuevamente, pero esta persona se acercó repentinamente a mí de cuclillas frente a mí, no apartaba la mirada de mí en ningún momento, claro qué esta acción me sorprendió y me hizo retroceder.

Tenía la respiración bastan te agitada, entumecidas las extremidades y un leve rubor debido a la humillación de ser cargado como si nada por un total desconocido, pero, nada de eso me impidió admirar aquellos ojos tan verdes, era como presenciar una cálida primavera y que juraría haber contemplado con anterioridad en otro rostro.

En tan solo segundos mi mente había juntado cada pieza del acertijo, pero era tan improbable, imposible, que mi mente lo cuestionaba una y otra vez, será verdad, esta persona es mi captor que me ha mantenido aquí durante semanas lejos de mi aldea y mi isla. Era aquel furia nocturna, esta revelación me dejo con más dudas de las que puedo procesar, pero ni siquiera podía hacerle cada uno de mis cuestionamientos, la sorpresa me había dejado mudo y no podía mirar otra cosa que no fuera el. 

Segundos hechos una eternidad de un constante contacto visual entre ambos pues aún que seguía consternado se empezaba a sentir la incomodidad ya que con lentitud se aproximaba más a mí al punto de que sentía su fuerte respiración chocar contra mi rostro, me sentía desorientado y mi corazón estaba muy acelerado; y aun que el solo se limitaba a observar me con esa profunda e intimidan te mirada, no alcanzaba a distinguir una pizca de pena o vergüenza de su parte como si fuera de lo más normal invadir el espacio personal de una sin su consentimiento. 

Claro, no podía decir lo mismo de mí, acorralado, indefenso y con un gran sonrojo. Sentía mareado, que mi corazón iba a explotar, jamás en mi corta vida había experimentado algo como esto, pero cuando sentí su mano tocar mi rostro, fue como si todas mis preocupaciones se hubieran ido y me atrevo a decir que me sentí seguro, aunque solo haya sido por un breve momento. 

Realmente no importo mucho cuando se apartó de mí y se envolvió en llamas violetas y se transformara en dragón solo para alejarse volando de ahí, yo estaba exaltado, avergonzado y claramente confundido, con una mano apretando con fuerza mi pecho para tratar de regular mi respiración.    

—q-que es, lo que acaba de pasar?, ¿no entiendo, porque estas cosas solo me pasan a mí? — Y por mucho que tratara de entender lo que acababa de pasar no había nada que hubiera visto escuchado o leído que lo pudiera explicar, lo que solo agregaba más motivos para irse de ahí lo antes posible, aunque eso significara volver a su indiferente y triste vida.

_._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._

Hola, mis criaturitas de la oscuridad, me disculpo de ante mano hace mucho no público pues me he sentido muy triste y deprimida, pues la situación tampoco ayuda, solo espero todos estén sobre llevando esta difícil contingencia en sus casas.

SOMOS DIFERENTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora