Cap. 11

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Un cielo estrellado y una noche serena, era lo que se nos presentaba horas después de haber sido atacados por un iracundo susurro mortal, tanta tranquilidad parece ser irreal tras todo lo que pasó, pero si algo aprendí en este tiempo es a no cuestionar la poca suerte que pueda tener.

Por mí parte, todavía no se había acabado, mucho menos para mí captor, herido e indispuesto, no toleraba siquiera pensarlo, pero, en este estado y con la cueva en ruinas quedábamos totalmente expuestos a la posibilidad de que otro dragón nos atacará y esta vez no podríamos defendernos.

Con todo esto, para sorpresa de Odín, no era mi mayor preocupación justo ahora, aún tenía que mantener vivo al que era origen de mi tormentos, aunque para ser honesto, ya tenía bastantes conflictos previos a mi secuestro, ahora tenía que asegurarme de que siguiera respirando, por que bien pudiera resultar en mi beneficio su deceso, eran mayores mis chances de supervivencia con el vivo, pero me temo está costado trabajo, no he logrado que las hemorragias paren del todo y a este paso podría contraer una infección; si estuviera en mi aldea, podría utilizar infusiones antisépticas tanto para las hemorragias y cerrar por completo las heridas sin riesgo de infección. Pero donde por la gracia de los dioses podría encontrar algo así en este lugar, no he estado lo suficiente afuera de este agujero como para tantear el terreno lo necesario e identificar la flora dentro de este entorno.

Pase un considerable período sumido en mi mente, tratando encontrar una forma rápida de ayudarle, mientras presionaba la herida en su costado derecho pues por más que intento no conseguía nada, sin querer había presionado demasiado fuerte lo que provoco espasmo involuntario por el dolor en el joven que permanecía tendido en el suelo, volví a la realidad sorprendió esta respuesta y de inmediato retire las manos de la herida. Me límite a mirar su rostro esperando que despertara por consecuencia de mi acción, sentí alivio cuando no paso, pero por algún motivo no podía dejar de mirarle, aunque su rostro manifestara expresiones de disgusto y dolor, admito que no había tenido la oportunidad de verle a este nivel de detalle y que me impresionaba el parecido que tenía con nosotros, aun que mejor dotado de atractivo. Nadie sospecharía que un joven tan bien parecido fue sé en el fondo nuestro más fiero enemigo, aquel con el que llevamos librando una guerra sin final.

Pasaba de la medianoche y no parecía llegar a nada.

—no me queda de otra...— Suspire sintiendo el aire en mis pulmones más pesado que cual quiere otro, cansado y con frio, ahora me veo en la necesidad de salir para encontrar algo con lo que pueda sellar las heridas, con el riesgo de encontrarme con otro predicamento está ves estaría solo, pero ni podría irme solo así, no sin antes elaborar un pequeño fuego que con suerte lo mantendría tibio en mi ausencia.

Me incorpore hacia el derrumbado borde de la cueva, me permitiría escalar con poca dificultad hasta la salida, de forma convenientemente, cuando por fin llegue a la cima sentí la suave y serena brisa nocturna tocaba mi rostro. Fue liberador respirar fuera otra vez, por unos pocos segundos me vi tentado a escapar, ya nada me podía detener, es irónico que por casi un mes estuve esperando una oportunidad así, ahora que la tengo presente, algo dentro me obliga a quedarme y ayudarlo. Creo que de entre todos los vikingos que pudieron existir a mí se me da mejor el concepto de locura, lo cual es decir mucho tomando en cuenta la forma en que actuaría cualquier otro y bueno queda claro que siempre seré diferente a otros.

Con cautela me adentre al inhóspito y oscuro bosque, lo último que quería era encontrarme con otro dragón potencialmente hambriento, sin embargo, procure darme prisa, inspeccione cada árbol y matorral en mi camino, alguno tenía que servir, pase de planta en planta hasta detener mi vista en una pequeña yerba en el suelo, para mi suerte la conocía bien, era una planta que la curandera de la aldea utilizaba a menudo que me accidentaba lo cual pasaba con mucha frecuencia. Llantén, me parece que se llamaba, suerte la mía, esta planta serbia perfecto para la ocasión y su aplicación era bastante sencilla.

—esto es perfecto...— Me di prisa para cortar tantas como podía llevar y corre de vuelta tan pronto como fuera posible.

Podrán imaginarse el escalofrío que recorrió mi espalda, al ver movimiento en unos arbustos a pocos metros de mí, instintivamente me paralice, cómo si quedarme muy quieto fuera funcionar al segundo y para mi mala suerte el ser completamente de noche no me ayudaba en nada identificar lo que era. Tomé valor de donde no sabía que tenía para incorporarme cuidadosamente sin hacer el más mínimo ruido y con todas las plantas en mano, aun así, no me atreví a retroceder por a provocar mi propio deceso.

El sudor frio se hizo presente las cuantas pisadas se escucharon próximas, mi instinto me pedía correr, pero mis pies no respondían, me quede sin aliento al ver que lo que aparecía frente a mí era solo un jabalí salvaje con mirada monótona que tardó poco en perder el interés y dar media vuelta para perderse de mi vista. Me abofeteé mentalmente sintiéndome estúpido por llevar tan lejos mi paranoia, aunque bien fundamentada dados los anteriores acontecimientos, ningún vikingo que se respete temería ante algo tan cotidiano, pero eso no significa que no pueda temer por mi vida.

Tome una gran bocanada de aire antes de correr vuelta a las ruinas de la cueva y un joven moribundo que necesitaba atención médica urgente, por suerte aun no moría, pero estaba grabe, rápidamente con las yerbas emplee compresas para colocar de forma directa en las heridas, así no habrá infección, sangrado o fiebre. Con suerte para el amanecer se encontrará mejor y talvez pueda preocuparme por la cuestión de la comida y el refugio para entonces.

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Buenas, damas y caballeros un cordial saludo y agradecimiento para todos.

Admito que encontrar inspiración hoy en día es un poco difícil, pero hago mi mayor esfuerzo para complacerlos, agradezco de ante mano por todo su apoyo y paciencia.

Gracias por leer el capítulo de hoy, síganme para más contenido, hasta pronto.

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