Una flor

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Aome Higurashi, desde ese día que casi te mato por tu culpa debo aclarar -

— Oye tenia prisa ese día — dijo ella riendo 

Como sea, desde ese día sentí que eras especial,  supe que no seria la última vez que te vería, también desde ese día, me hiciste adorar los días lluviosos, porque fue en uno de esos en el que tuve la oportunidad de llevarte a tu trabajo, de ver tu hermosa sonrisa, de darte mi abrigo (que nunca me regresaste)dijo riendo al igual que ella — para que te protejieras del frió, ese día dejaste tu perfume por todo el auto. Bueno en resumen, te amo desde esos instantes, y quiero que esos instantes sean para siempre, quiero que te cases con migo — saco una cajita de terciopelo negro y le mostró el hermoso anillo de diamantes.

¡Si, si me quiero casa contigo mi amor! — respondió con tanto amor 

Aome            

Ya han pasado cuatro años de mi boda, cuatro años en los cuales se a borrado ese amor que me profesaba, ya solo quedan esos dulces recuerdos. 

Y todo empeoro desde que perdí a nuestro bebé, yo pensé que ese dolor nos iba a unir mas, que el se quedaría mas tiempo con migo, pero no fue así, cada quien vivió su luto por separado.

— ¿Y ahora que te falta? — preguntó a mi espalda — que no quieras hablar, no me puedes mirar, ¿que paso entre los dos? que a cambiado tu voz...Eres tan diferente eres otra mujer, que yo siento en tu boca, tu cuerpo tu pelo un muro de hielo. ¿Que te hace falta hoy? —

Dijo de manera calmada y de reflexión.

— Tienes ropa que lucir, ¿no?

— Si

— Tienes comida en tu mesa ¿no? 

— Si 

— Si has vivido en un mundo de lujos y comodidades, y te he dado un castillo — dijo de manera un poco desesperada — ¿que te hace falta hoy?

— Me hace falta una flor, necesito una flor, que me haga sentir que estoy viva, que vibro, que amo y respiro, que me haga soñar y olvidar la rutina del mundo en que vivo  pero sobretodo que me haga saber que aun existe el amor — lo dije en manera de suplica, pero pareció que no lo dije por su expresión  

— Entonces, fue tan grande mi error que no tengo perdón...¿que te puedo ofrecer, que deseas tener?  quieres que te compre dos alas al viento, tal vez un avión...Yo te dejo tranquila y vivo encerado en esa oficina. ¿que te hace falta hoy?...¿pasaste hambre o frió? dime — ¿porque es tan difícil, para el, entender que no necesito cosas materiales?

— No

— ¿Te he sido infiel? — no lo se 

— No

— Si es que a cada momento, minuto y hora te llaman señora, ¿QUE TE HACE FALTA HOY?

— ¡Me haces falta tu!, tu me das, lo que compra el dinero, pero jamas tu presencia, jamas un te quiero — no soporte mas, salí corriendo en dirección a nuestro cuarto, mientras lloraba de manera desconsolada.

Me tire en la cama y no pare de llorar hasta que sentí dos brazos que me sostenían y me acercaban a una pecho cálido.

— Lo siento tanto mi amor, yo pensaba que mi presencia era la que te atormentaba, creí que dándote todo iba a lograr que dejaras de verme de manea triste, perdóname - sentí sus lagrimas caer sobre mi cabello, me gire para verlo a sus hermosos ojos dorados, lo abrase fuertemente y le dije 

— Te perdono, solo si prometes que pasaremos mas tiempo juntos, y que... intentaremos de nuevo tener un bebé — vi duda y miedo un su mirada por lo ultimo que dije 

— ¿Estas segura? y si... ¿pasa de nuevo?  

— No pasara, vamos a hacer lo posible porque ahora si podamos tenerlo con nosotros.

— Esta bien, vamos a intentarlo... pero y... ¿si mejor te compro otro collar de diamantes? — dijo de manera burlona 

— ¡NO! 

El comenzó a reír y se levantó de la cama 

— Esta bien, pero es una buena oferta, considerala — seguía con su bromita, así que le arroje una almohada a la cabeza y el comenzó a hacerme cosquillas, así estuvimos por un buen rato asta que sonó su teléfono

— Lo siento amor pero debo ir a la oficina, me necesitan

— Pero prometiste que te quedarías con migo mas tiempo — dije asustada de que no cumpliera con su palabra

— Lo se y lo voy a cumplir, regresare temprano para que comamos juntos y los fines de semana no trabajaré para estar contigo — me tomo de la cintura y me acerco a el  - ademas, tengo que asegurarme de que ese cachorro sea concebido — dijo de manera seductora y beso mi cuello, después subió a mis labios y nos dimos un tierno beso.

— Esta bien, pero te quiero temprano aquí.

— Como ordenes mi princesa.

One-shots seshomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora