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Parte 30: ¿UNA MAMADA?

No quería meterme en problemas por lo que me coloque mi camisa y me metí debajo de su cama, por si decidian revisar las habitaciones;  Clara había estado de acuerdo, no quería por alguna razón que mi madre se entere que estoy aquí junto con la policía arrestando a menores de edad.

Media hora después más o menos ella subió, abrí los ojos al sentir como me sacudía y trataba de jalarme hacia afuera, había estado durmiendo.

-¿Qué pasa?-sobe mis ojos, ella sonrió como una niña pequeña haciendo que sienta mi estómago revolotear.

-ya está todo arreglado, Ashton le pago a algunos tipos para que no se lleven a Mario, y a Ricky, él aun es menor de edad.

-¿Ricky?

-el novio de Mario.-explico ella. Oh, eso explicaba el beso que vi.

-¿Dónde está Scott?

Clara se paró para cerrar la puerta con seguro.

-ya no hay nadie, quédate a dormir.-me puse de pie con algo de dificultad.

Me metí al baño sintiendo como mis pies al parecer estaban dormidos, me apoye sobre el lavabo. Casi di un grito cuando vi mi reflejo, estaba con unas ojeras horribles y muy marcadas, los ojos rojos y ni hablar de mi aliento, parecía que había vomitado.

Opte por tomar una ducha rápida antes de meterme a la cama, tire la ropa en el suelo y la empuje lejos mientras abría la ducha, el agua caliente comenzó a caer sobre mi dándome una sensación relajante.

Cerré los ojos esperando olvidar todo, tendría que explicarle a mi madre que no iría a la universidad en la que había puesto todo mi empeño durante mi vida entera, prácticamente era mi sueño pero ella no estaría allí, no me iría al otro lado del mundo si no es con Clara.

-¡pero qué te pasa!-grite cubriendo mis partes mientras Clara abría la cortina con una risita.

-cálmate, ya he visto todo de ti, ¿Por qué te pones así?

-estaba pensando.-cerré la cortina pero ella volvió a abrirla.-enserio Clara, utilizo estos momentos para pensar.

-Okay chico filosófico, ¿quieres una mamada?

Casi me resbale y ella volvió a reír.

Me gire intentando alcanzar el shampoo.

-Clara, deja de mirar mi trasero de esa forma.

-¿Por qué me estas tentando?-pregunto ella extendiendo una mano, sentí como  acariciaba mi espalda.

Tire el shampoo al suelo, esa sensación me ponía nervioso.

-Clara…-me empujo contra la pared de un momento a otro, cerré el agua para evitar que se moje con toda y ropa aunque eso no parecía molestarle.

Sus labios fueron directamente, mientras se ponía de cuclillas, a mi miembro, lo metió a su boca haciendo que casi me dé un ataque al corazón, maldita sea.

Ella es demasiado buena con la boca.

Sostuve su pelo barriéndolo a un lado mientras la miraba, era la imagen más erótica que tenia de ella en mi memoria, podría sentir como luego estaría en mi cuarto tocándome mientras me la imaginaba lamiendo mi pene.

Últimamente me estaba tocando mucho, antes  nunca lo  habría hecho porque no lo consideraba necesario, ¡era antiético!... tal vez lo hice una vez porque me gustaba la princesa Leia con ese traje que mostraba casi todo pero ahora cada vez que pensaba de más, veía a Clara y …ya saben el resto.

Clara comenzó a ponerse de pie sin dejar de tocar mi miembro, mordí mi labio antes de comenzar a gemir contra sus labios, estaba siendo muy salvaje y eso me gustaba.