SMERT //* L .H (Hot)*

Parte 43: Sorpresa en el aeropuerto.

 Jessica se había quedado dormida casi al final de la película, mire cómo es que respiraba plácidamente con los pies acurrucados para poder entrar en el pequeño sillón, ¿Qué es lo que le pasaba por la cabeza últimamente? Tal vez se dio cuenta que no soy su niña pequeña como hace ya años, por eso se sentirá nostálgica.

O es solo la menopausia.

Camine a la cocina, necesitaba mi celular, estaba muy segura de tener algunas llamadas de Luke por no estar presente en el colegio.

-¿Hola?-su voz sonaba preocupada y reprimí el: awww, que quería soltar.

-¿Qué tal todo?

-¿Por qué no has venido? Tu madre está enojada ¿verdad?

-no, solo quería tiempo de madre e hija, aunque ahora está dormida…tal vez salgamos a almorzar.-Jessica había comenzado a roncar, puse los ojos mientras caminaba escaleras arriba hacia mi cuarto, la cama estaba hecha un desastre.

-te extraño.-susurro él.

-¿estás en clases? También te extraño nerd.

-estamos en un examen pero, estoy en el baño.

-wow, mírate, en el baño, escapando de los exámenes…chico malo.-me mordí el labio mientras escuchaba su risa contra el auricular. Luke tenía esa clase de risa que me hacia sonreír a mí también.

-¿hablamos luego? Oh si, Maya dice que la llames luego.

-bien. Te quieeeeeeeerooooo.-casi cante.

-te quierooooo.-colgó.

Cerré los ojos y caí sobre la cama, aún tenía su aroma, su excitante aroma impregnado en las sabanas, pase una mano acariciando levemente mi hombro, me imagine a Luke, pasando sus dedos sobre el hasta bajarlas a mi abdomen…

-¿CLARA?-la voz de Jessica me saco de mis fantasías, puse los ojos. ¿y ahora que quería? No iba a dejar que me peine mientras hablamos de chicos.

Baje lentamente hasta que ella sonrió ampliamente. Era casi medio día, y estaba tendiéndome las llaves del auto.

-¿Qué es esto?-pregunte.- ¿saldremos a comer y quieres que conduzca?

-oh si, te enseñare a conducir y a eso de las cuatro iremos a un lugar muy especial, te tengo una pequeña sorpresa.

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Bueno, como toda chica que alguna vez ha estado jugando videojuegos, pensaba que conducir era lo más fácil del planeta pero en verdad estar en un auto con tu madre al lado en un lugar desolado bajo el candente sol de California, con el estómago sonando por el hambre no ayudaba para nada.

Había atropellado ya cinco conos cuando Jessica gruño por milésima vez, estaba haciendo un mal trabajo conmigo, por lo menos había aprendido a estacionarme entre dos autos pero no a ir de frente sin darla a un cono.

-esta es una mala idea, ¿acaso piensas darme un auto porque si no, creo que es una mala idea?

-tu calla y sigue, pero con cuidado, no seas salvaje.

-bien.-apreté los dientes, odiaba cuando me decían que hacer, sobre todo si es mi madre presionándome con algo que no tengo la intención de aprender.

Horas después estábamos almorzando, eran las tres de la tarde, estaba bastante segura de tener un bronceado en todo mi rostro por haber estado en casi la mitad del desierto por mucho tiempo.

-Jessica, ¿Qué haremos a las cuatro?

-esto lo sabrás dentro de poco, ahora sigue comiendo.-estábamos en Crab House, comiendo algunos mariscos, cada que masticaba miraba mi celular, Maya estaba mandándome mensajes sobre Michael, lo lindo que era, que le hacia reír, que estaba mejorando en el sexo.