ALIADOS (RUSMEX) HIATUS

10mo. Capitulo

un nuevo día empezaba y el reloj marcaba las 10 am, pero los dos países que se encontraban compartiendo cama no le interesaba seguían dormidos, pero como buena mamá que es México se levantó asustado viendo la hora preocupándose.

-no puede ser ya es muy tarde- se levantó con rapidez y dirigirse a su cuarto si no antes pasar al cuanto de CDMX para ver si había regresado con bien y al verlo todo jeteado se fue rápidamente al cuarto para bañarse y bajar a la cocina para hacer el desayuno.

Rusia al no sentir el pequeño cuerpo del mexicano se despertó para ver la hora y ver que era tarde y con toda la flojera del mundo se levantó para meterse a bañar al cabo de un rato bajo a la cocina para ver a México cocinando.

-buenos días- dijo en voz alta Rusia para llamar la atención de México.

-buenos días- contesto y con ello empezó a servir en los platos.

Ambos desayunaron normal con la plática de ayer y riéndose de que jugaron como niños chiquitos a las escondidas.

-prepara tu maleta que hoy nos vamos a mi casa- comento México sacando de onda a Rusia.

- ¿tu casa? -

-sí, está en un pueblito entre puebla y CDMX-

-muy bien preparare todo- y con ello continuaron comiendo.

Rusia subió apenado de que nuevamente no podía ayudar en algo a México ni siquiera en lavar su plato, pero México excuso de que tenía que hacer su maleta cosa que tenía razón, al llegar a su cuarto solo se cambió su vestimenta y guardó nuevamente la ropa que tenía afuera además de meter una que otra cosa.

México al terminar de lavar todo fua al cuarto de Tabasco y guardo igual unas cosas en una bolsa no eran muchas cosas por lo que solo acomodo el cuarto y salió para dirigirse al cuarto de CDMX el cual seguía dormido.

-corazón en unos minutos me voy- le dijo en el oído escuchando un aja y con ello salió del cuarto para dirigirse al de Rusia el cual estaba limpiando el cuarto alertando a México- ¿Por qué limpias? - pregunto indignado.

-pues dormí aquí es normal que limpie- respondió confundido.

-Si, pero tú eres nuestro invitado déjale eso a CDMX- y con ello saco las maletas de Rusia.

Ambos ya estaban abajo arreglando las últimas cosas CDMX bajaba con toda la pesadez del mundo llevaba una bata de baño para cubrir su cuerpo.

-por un momento pensé que no bajarías- dijo México el cual se le acercaba para despedirse.

-puede que tenga mucho sueño, pero yo no sé si mañana estarás y me arrepentiría si no lo llegaba a despedirme de ti- respondo para abrazarlo.

-te deje comida hecha solo caliéntala- lo abrazo más fuerte- te quiero te veo después- se separó para verlo y acomodarle la bata en la parte del cuello donde se veía una gran mordida- dile que no te traten tan brusco- con ello se dio vuelta para abrir la puerta dejando pálido a su hijo.

-adiós señor Rusia- CDMX igual se despidió de él, pero si quitar su cara de espanto después de todo su padre lo había cachado.

México se dirigió al carro para meter las cosas de Rusia en un auto, ambos entraron al igual que los dos perros del mexicano y con ello emprendieron camino a casa, llegaron a un pueblito entre puebla y CDMX donde casi no se veía gente.

-bueno bienvenido a mi humilde hogar- dijo México saliendo del coche.

Rusia veía a sus ojos una hermosa casa pintoresca que daba una bonita sensación de calidez los perros salieron disparados al patio trasero.