Chapter One

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La pelinegra entró rápidamente a la clase y se fue a sentar en su correspondiente sitio, a su lado estaba su no amiga y al frente suya el pelirrojo que le gustaba tanto, si algo le gustaba de esa clase es que el profesor hacía cambios de sitios só...

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La pelinegra entró rápidamente a la clase y se fue a sentar en su correspondiente sitio, a su lado estaba su no amiga y al frente suya el pelirrojo que le gustaba tanto, si algo le gustaba de esa clase es que el profesor hacía cambios de sitios sólo para su asignatura.

Dirigió su mirada hacia el chico, el cual se encontraba mirando a la chica que alguna vez fue su amiga, ya se le iba hacer costumbre el que estos dos se lancen miradas todo el rato.

Y no negaba que le molestaba que el pelirrojo sea tan suelto y directo con todos menos con ella, varias veces había pensado que él no la notaba por el simple echo de estar camuflada con la pared, no porque era plana, sino por creer que estaba pintada de blanco.

Soltó un bufido ante la molestia y se giró a ver al compañero de al lado, Bryce.

¿Qué haría sin ese chico? Seguramente moriría del aburrimiento, era la única persona que la hablaba con tanta normalidad y -aparte de otros chicos- no era tan... ¿estúpido?

━━Mer, ¿estás bien? ──le dijo el albino en un susurro mientras le sonreía.

La chica sólo asintió, no iba a enfadarse con él, tampoco tenía una razón para hacerlo. Intentó ignorar a la chica y a su crush, por lo menos podía esconder bien su interés en ellos gracias al profesor que no paraba de explicar.

El pelirrojo no dejaba de mirar para atrás y ella tan solo pensaba que miraba al compañero que tenían en las mesas de atrás y no a su amiga. Que triste era la realidad de que nadie podía sentarse detrás suya porque había una blanca y enorme pared.

Y posiblemente prefería que vea a una blanca pared antes que a esa chica, porque estaba segura que si las paredes hablarán sería una mejor compañía que la chica.

Miró de reojo al pelirrojo con pelo en forma de tulipán y este al darse cuenta de una mirada encima suya se giró un poco y la vio, le sonrió como si nada y se volvió a girar.

Aguantó sus ganas de gritar como toda una fangirl y se ocultó entre sus brazos algo avergonzada, aunque no tardó mucho en dejar aquella faceta de niña enamorada y siguió con su papel de niña que no le interesaba nada ni nadie excepto sus clases.

Si alguien preguntaba si se estaba muriendo por aquella sonrisa, no dudaría en afirmar eso y decir que quiere tomarle una foto y marcarla en su pared, bueno tal vez no eso pero si tomar una foto.

Según ella, esa es la primera vez que ellos cruzaban miradas y le sonreía. Con un gran esfuerzo disimuló su yo enamorada.

Cuando escuchó el timbre que daba finalizadas las clases recogió todo con demasiada rapidez y antes de eso hizo el típico gesto de cuando entra o sale un profesor dirigido por su delegado y salió del salón para irse a la clase 2-1 a buscar a su mejor amiga.

Esa sonrisa le había dado mil años de vida y no exageraba, ahora en sus días grises recordaría esa sonrisa y estaría feliz.

Hey, mírame [Inazuma Eleven] #1 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora