Six

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You.

Se que no pensé en las consecuencias, pero él me había llamado zorra.

Le di una bofetada, el se merecía mas que eso.

-¿Zorra? ¿enserio?, Tú fuiste él que me dijo que te besara. Yo no quería y nunca querré besarte.

-Oh, eres una perra. Te arrepentirás de haberme abofeteado, zorra.-  dijo eso mientras se tocaba la mejilla en donde yo lo había golpeado.

Me quedé inmóvil, no sabia que iba a hacer el conmigo.

-Ven, quiero que veas algo- me tomo de la mano y me sonrió.

Este chico cambiaba de humor muy rápido.

Me estaba guiando a una puerta que estaba a un lado de las escaleras. 

¿Seria su habitación?

Abrió la puerta pero el no paso adentro, todo estaba oscuro, estábamos en el marco de la puerta.

-Te veré luego, perra-.Dijo el y me empujo hacia adentro del cuarto.

-¡HARRY! ¡DEJAME SALIR DE AQUÍ! ¡POR FAVOR!

Era un cuarto oscuro, totalmente. Ami no me gustaba mucho la oscuridad.

No había focos ,ni lámparas no nada.

Harry me había dejado aquí.

Según el tenia que obedecerlo, pero ese chico estaba loco.

No se cuanto tiempo había estado encerrada en aquel lugar frío.

Aproximadamente unas tres horas. Según yo, quizás fue más tiempo.

Estaba sentada en algun lugar de aquella habitación. Con mis piernas entre mis brazos.

Escucho el sonido de la puerta abriéndose, y la luz invadiendo el lugar.

-Oh, ven acá, cariño-

Se acerco a mi y me cargo entre sus brazos, nisiquiera tuve tiempo de apresiar la habitación.

-Éstas muy fría, bebe- Me dejó en  el sofá en donde estaba inicialmente.

Me recostó y el estaba encima mío, apoyando su cuerpo en sus brazos que estaban al lado de mi cabeza.

-Tu fuiste la que me hizo enojar y provoco esto. Pero no te preocupes, te perdono, bebé-

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