La verdad yo era muy sensible, y con esto me puse muy mal. No paraba de llorar.
Había estado afuera de ese bar cómo por 3 horas, y él no volvía. Yo no hice nada malo, ni él mesero.
Que por cierto se llamaba Robert.
Harry es demasiado inseguro, él piensa que lo dejaré por cualquier estúpido que me pase por enfrente.-Mm, acabó mi turno, si quieres te puedo acompañar.
-Emm, sientate.
Tomó asiento en unos de los barriles que estaban en la entrada.
-Éstas sola, ¿por qué?
-Por que él tenía que ir por algo, y regresaba, así que lo estoy esperando-. Mentí.
-Pero ya es muy tarde. ¿Te llevo a casa?
-Mm, yo...
En eso se estaciona un carro que me parece familiar, estoy segura que es Harry..
-Y ya llegó, adiós, Robert.
-Adiós. Ni un abrazo?
-Ugh, bueno.
Lo abracé y me dio una servilleta.
-No llores, pequeña.
-Gracias, Robert.
Me quede con la servilleta por si lloraba otra vez.
Se quitó él gafet donde decía su nombre, y se fue.
Yo sólo subí al coche de Harry.
-No desaprovechas nada, ¿verdad?
-¿Que?
-Que no desaprovechaste la oportunidad. Me voy por un momento y te encuentro platicando con ese.
-Basta.
-¿Que?- dijo Harry.
-Estoy cansada, no quiero pelear contigo, ni hablar, ni nada, me has decepcionado, no quiero nada contigo, Harry, enserio, dejame en paz.
-De acuerdo.
Solo veía oscuridad, locales, casas, muchas lámparas.
-Hey.
Sólo lo ignoré.
Error.
Freno él coche, provocando que mi cabeza golpeara fuerte con él asiento.
-Oyeeee, ¿pero que chingados te pasa? ¿EH?
-Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento, no era mi intención, te lo juro, yo solo quería hablar..
-Bueno, pues habla.
-Mmm, perdona por lo que te hice, sólo que me sentí mal, y tuve que salir. ¿Me perdonas cierto?
Me miró. Y sonrió, mostrando sus hoyuelos.
Y...
Sabía que no me amaba, pero me era imposible no emocionarme cada vez que me miraba.
