La verdad era difícil saber cuanto tiempo había estado aquí sola con él.
Nadie hacia nada, lo mas probable es que ni siquiera se hayan dado cuenta, vaya, cuanto me querían.
Pero y ¿zayn? Pensé que el me buscaría, me encontraría.
El juraba amarme.
Harry estaba algo extraño.
Me dejaba sola en aquella casa, regresaba hasta la media noche, y él ya no me dirijia la palabra.
Ahora era frío, y su mirada daba miedo.
¿Por que se esta comportando de esa manera?
Lo más importante es...
¿Que traerá entre manos?Estaba sentada en aquel sofá, esperando a que el llegara.
Había salido desde la mañana, antes no me dejaba sola ni un minuto.
Me levanté, y fui en dirección al segundo piso, que siempre estaba cerrado.
Al terminar las escaleras había una puerta negra que siempre estaba cerrada, y si esa puerta estaba cerrada, no podías pasar al segundo piso.
Gire la perilla, deseando que está estuviera abierta.
Pero no lo estaba.
Rayos.
Tenia tantas ganas de abrir aquella puerta y observar todo sin prisa alguna.
Me devolví hacia el sofá, siempre estaba sentada en él.
Me recoste y me propuse dormir un rato.
Harry llegaría hasta la madrugada.
Estaba apunto de lograr el sueño cuando abren la puerta.
Fingiría estar dormida.
-Oh, eso lo sé, pero no creo que eso sea lo mejor. .. Mira lo voy a hacer a mi manera.
No puedes decirme que hacer con ella.
Esta hablando por teléfono.
Mientras entraba y cerraba la puerta con seguro.
Cerré mis ojos, dispuesta a sólo escuchar.
-Ella antes era tuya, ahora es mía. Tú fuiste el que aceptó el trabajo, pero como todo estúpido que eres te enamoraste de ella. Pero ___ nunca dejo de ser mía.
Oh, dios. Zayn