Me dejo un beso en la frente t se fue hacia la cocina.
Yo solo me quede en aquel sofá.
El regresó con dos tazas en las manos, ¿Café?.
Me lo dio y se sento a un lado mío. Di un sorbo y aquel líquido delicioso quemo mi lengua.
El café estaba delicioso.
-¿Te gustó, linda?-Dijo el dejando el café en la mesa de centro.
-Mm sí. Esta muy bueno. Gracias harry.
-No hay de que, amor. Eres mi novia y tengo que consentirte.
Me quede callada, no sabia que decir.
Al terminar mi café lo coloqué en la mesa de centro.
El se me miró. Y dijo:
-¿Quién te crees?¿Piensas que yo los voy a lavar?Ahora mismo te levantas y vas a lavarlos.
-Mm claro, harry.
Me levanté del sofá, cogi las dos tazas y me diriji al lugar de donde el había salido con las tazas.
La cocina era linda, era hecha de madera y unos vitrales hermosos.
Deje las tazas en el fregadero y tome el jabón y la esponja, comencé a lavarlas.
Todos los trastes estaban relucientes. Los enguaje y el agua estaba muy fría.
Me queje.
¿Como soportaba él esta agua?
Siento unas manos sujetando mi cintura. Su pecho estaba en mi espalda, sus manos me enrollaban.
-Ahora estás helando, amor.
Se como podemos arreglar eso.Con sus manos tomó mis caderas y las acercó a él.
Ahora sentia un bulto en mi trasero.Esta escena no me gustaba para nada.
-Mmm. Te dejas manosear, amor. Y yo que pensaba que eras un poco más... Difícil.
Me gusta lo fácil, bebe.