¿Y si...?

Capítulo 1

Feride bufó cuando Bahar la empujó hacia adentro de un bar. La música era bastante pegadiza, pero había olor a humo de tabaco y a alcohol mezclado con perfume...

Caminaron entre las mesas y ella se acomodó el vestido corto, verde intenso que llevaba puesto e hizo a un lado el cabello que tenía suelto para sentirse más cómoda...

Un grupo de hombres la miraron y le sonrieron y ella se sintió algo incómoda...

- No puede ser que estés todo el tiempo encerrada, lamentándote porque tus colegas no te respetan... aquí no serás la jueza Feride Sadoglu, sino sólo Feride...

- Bahar... amiga... no se por qué te hago caso, esto es una locura...

- Tomemos solo unas copas... hay que divertirse, querida amiga... no puedes negarme eso...

- Pero... ¿no te das cuenta de que no estoy de ánimo?

- Te callas... ¿o es que acaso me acusarás de algún crimen y me condenarás a muerte?

- Amiga...- dijo y se sentaron en una mesa apartada.

Bahar se levantó para buscar unas bebidas y Feride se quedó mirando la nada, tarareando la canción que sonaba, le fascinaba el jazz y allí sonaba un poco fuera de lugar, pero a ella no le importaba.

Miró hacia un costado, tratando de encontrar a Bahar, que parecía haber desaparecido y vio un hombre solo, sentado en una mesa que le sonreía.

Ella sintió que se estremecía, había algo en él que le llamaba la atención, pero no sabía precisar qué... y le devolvió la sonrisa, aunque no tan abiertamente...

- Traje vino... espero que te guste...- dijo Bahar y se sentó delante de ella, distrayéndola.

- Sí...- dijo Feride y luego de chocar la copa con la de su amiga, y cuando enfocó la mirada en el hombre que había estado mirándola, lo vio levantar su vaso de whisky y brindar con ella también.

- ¿A quién le sonríes? - le preguntó Bahar y ella alzó la ceja.

- A nadie...- dijo y ella se giró para mirarlo y la vio morderse el labio.

- ¿Quieres que me vaya?

- No se te ocurra...

- Seguramente se va a acercar... es muy lindo....

- Bahar... no estoy para eso...- dijo Feride y frunció los labios.

- Amiga... tienes que divertirte un poco... aquí nadie sabe quien eres... ¿crees que a ese tipo le importa algo así si te verá solo hoy?

Feride sonrió y se terminó la copa, volvió a llenarla y esta vez la disfrutó más despacio. Escuchó vagamente lo que Bahar le decía, solo era consciente de ese hombre que no le quitaba la vista de encima...

Luego de un par de copas más, Feride sonrió divertida por un comentario y Bahar se excusó para ir al baño.

En cuanto su amiga se levantó, el hombre se acercó a ella y se sentó en la silla que había quedado vacía...

- Disculpa...- le dijo y ella le sonrió.

- ¿En qué puedo ayudarte? - le dijo Feride y se sintió una tonta.

- Mmm... no se si ayudarme es la palabra... te he estado mirando desde hace rato...

- Lo noté...- dijo ella y sonrió.

- Eres hermosa... me declaro adicto a mirarte...

- ¿Qué cosas dices? - dijo Feride sonriendo.