Capítulo 3

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Feride escuchó un murmullo frente a su puerta, era raro, pero todo estaba en silencio y ella había llegado muy temprano ese día, dispuesta a revisar el caso de Nazif Kara...

Levantó la vista de los papeles que leía y vio entrar a Bahar, algo incómoda...

- Bahar, necesito concentrarme... por favor...- se quejó y la empleada y amiga sonrió con algo de incomodidad.

- Feride... siento molestarte, se que estás ocupada...

- Pero lo haces... dime...- dijo Feride con fastidio.

- Afuera está el abogado que enviaron ayer... Salih Ipek... dice que tú le dijiste que viniera, pero sin embargo yo no tengo ninguna entrevista anotada...

- Hazlo pasar...- dijo acomodándose en su asiento.

- Feride... lo siento... te juro que le expliqué y...

- Bahar... ¿acaso no entiendes? Hazlo pasar... yo le dije que viniera...

- ¿Cuándo? Yo no tengo registro de eso...- se quejó y ella alzó la ceja cuando una sensación de inseguridad se instaló en su cabeza.

- ¿Acaso tengo que darte explicaciones de todo? Me esperó ayer y me lo pidió... hablamos y resolvimos nuestras diferencias... ¿lo harás pasar o tendré que enviar a alguien más?

- Ahora voy...- dijo Bahar dándose cuenta de que estaba en problemas si no actuaba rápido.

Bahar salió corriendo y Feride bajó la vista. Cuando volvió a levantarla, se encontró con Mahir que estaba frente a ella.

- Buenos días, señor Salih...- le dijo y volvió a bajar la vista.

- Buenos días, señora jueza...- le dijo él y sonrió.

- ¿Está dispuesto a trabajar?

- Como usted disponga...

- Mire que tendrá que hacer varias cosas... yo no le entregaré el caso de Nazif Kara porque sí, sépalo...

- Pero...- intentó él y ella lo miró con seriedad, casi con rabia y él se calló.

- Si llega a cuestionar algo, estará fuera de todo esto...

- Feride...

- No me llame Feride, señor Salih, tráteme con respeto...- le dijo y se puso de pie, se acercó a él un poco más, por sobre el escritorio y bajó la voz- que hayamos pasado la noche juntos fue un error, pero no le da derecho a sobrepasarse conmigo...- le dijo y él miró sus ojos y luego sus labios.

- Eso no fue un error, solo un condicionamiento...

- Al menos me sirvió para que no pudieras engañarme...

- Y para hacer las cosas bien...- le dijo él y humedeció sus labios recordando como se sentían los de ella.

- Señor Salih...- le dijo y miró sus labios, pero brevemente, casi sin poder evitarlo- necesito que me vaya a buscar unos expedientes...

- ¿Del caso de Nazif Kara?- preguntó Mahir ilusionado.

- No... -dijo y le extendió una lista interminable con nombres y números de expedientes, algunos que necesitaba y otros que no tanto, solo quería mantenerlo alejado de ella y además darle una lección- y por favor...- le dijo y le señaló una pila de expedientes sobre la mesita al lado del escritorio- necesito que me archive todos esos... hemos estado muy ocupado este último tiempo... es una suerte que esté con nosotros...

¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora