Capitulo 6

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Rudolph tenía el corazón en la garganta.

Estaba presenciando como su mejor amigo, el chico al que amaba con el alma, ser masacrado en una pelea en la que jamás tuvo oportunidad.

Lo que fuese que poseía a su hermana tenía un poder exorbitante, el mortal a pesar de poseer buen conocimiento en la magia y una voluntad de hierro no sobreviviría.

Intento escapar con la poca fuerza que le quedaba, destruyo la jaula y golpeo a su tía, nadie le prestaba atención a él, en ese momento el centro de atención como si de un coliseo se tratase, era el rubio.

Libero a Gregory, de los dos a él le toco la peor parte, había luchado demasiado y no tuvieron compasión. Su clan les dio la espalda, no le sorprendía mucho incluso se lo espero, no era la primera vez, cuando se convirtieron en vampiros fue igual.

Se escabulleron casi arrastrándose al bosque, le dejo allí apoyado contra un árbol y regreso para idear un plan que ayudase a su amigo.

Pero era demasiado tarde. Tony recibió un golpe en el estómago que le dejo sin aire. Su hermana se rió triunfante.

-Esperaba más de ti, a decir verdad, pero eres tan débil como cualquier humano.- Paso sus garras desgarrando sudadera y playera de naves que solía usar, expuso sus moretones y heridas, el vampiro menor resistió el impulso de abalanzarse contra ella.- Gracias pequeño idiota.

Las manos de su padre le tomaron por la espalda. Le arrastraron hasta el frente.

-Fue divertido mientras duro, pero ahora vamos a ponernos serios que este cuerpo de niña ya me dio asco, tu hermana es repugnante- El clan formo un circulo a su alrededor.

Murmuraban unánimes un hechizo en un lenguaje que no comprendía, su mejor amigo yacía en los brazos de la vampiresa y él estaba atrapado entre las garras de su padre, quien no se atrevía a verlo a los ojos.

Un extraño vapor salió del cuerpo de Anna acabando con su vida en el proceso, poco a poco comenzó a tomar forma conforme la extraña invocación se volvió más férrea.

El parásito intangible tomo la forma de un caballero de buena apariencia, atractivo y desquiciado a partes iguales.

Ese era el temido Peter Kürten, el vampiro responsable de que sus padres lo fueran.

Observaba con grima el resurgimiento de un ser tan desalmado y sombrío que no conocía otra cosa que el placer del homicidio y sufrimiento.

Vil y macabro, el ente acaricio con lujuria el pecho de su amigo, encolerizado mordió a su progenitor intentando zafarse.

-Pequeño insolente- El golpe de Frederick en su rostro casi le saca un diente.

-Deja al niño pedazo de saukerl ¿Acaso no ves que intenta llegar hasta su amado?

Estallo en carcajadas.

-Soy generoso pequeño Rudolph, cuando acabe con Tony, si la pequeña molestia sobrevive, podrás pasar el resto de tus miserables días con el ¿No te gusta la idea?

-¡Eres un malnacido!- Grito desgarrando su garganta.

-Lo tomare como un "gracias"- Enseño la fila de colmillos afilados que tenía por dientes- Bueno, aquí vamos suculento manjar- Lamio la piel blanca del rubio sacándole una mueca de asco.

Sin prisa profano la piel del chico, saboreando el elixir rojo que brotaba de las heridas dejadas por él. Un grito murió ahogado en la garganta de Tony. Joder, dolía demasiado, era consiente de como la sangre de su cuerpo era absorbida, se debilitaba rápido y ese viejo depravado hacia un sonido tan obsceno contra su piel que le daban ganas de vomitar.

Sentía aversión de sí mismo. Sintió odio de como los demás le miraban, con ese mismo deseo clavado sin pudor, anhelaban hacerle lo mismo. Desconoció a todo ese clan de enfermos a los que una vez llamo amigos.

Su mejor amigo lloraba en silencio con la cabeza gacha, no quería mirar, apretaba sus puños impotente, tan duro que se lastimo la palma de las manos.

Tony se vio liberado unos minutos después, todo le daba vueltas por la pérdida de sangre, el virus de la inmortalidad le infectaba desde la cabeza hasta los pies, quemándole. Peter le dejo caer sin ninguna gracia al piso cuando, gracias a su sangre, comenzó a recuperar su cuerpo.

Respiraba entrecortado. De esa forma el dolor parecía ser menor.

-Trae a tu hijo- Ordeno al ex-líder del clan.

Arrojaron al menor hacia el centro, el monstruo lo levanto solo para amenazarlo con algo que el hechicero no pudo captar bien y después de ahorcarlo lo desecho a un lado de Tony.

Mientras el renacido bastardo se pavoneaba y era alabado por sus seguidores, Rudolph se acercó tosiendo al cada vez más pálido cuerpo de su amigo.

Sigilosamente el mayor estiro su mano para acariciar la zona hinchada del rostro ajeno.

-Perdóname- Susurro sonriente- Te han lastimado tanto y no hice nada para evitarlo, soy un tremendo fracaso de amigo.

-Un amigo jamás diría una idiotez así- Recordó con la voz rota el vampiro.

Junto su frente con la del rubio y tan solo lloro.

Lloro hasta que el último aliento de su amigo dio contra sus labios, cuando el vapor tibio se esfumo se dejó caer contra el pecho desnudo de su amigo y deseo morir allí mismo.

Con el corazón roto pidió a cada dios que recordaba, imploro que al menos le dieran eso, que le dieran la oportunidad de morir como el, morir en esos brazos que tantas veces le protegieron.

Nadie respondió sus lamentos, ningún dios inútil le escucho.

Pero cuando los dioses olvidan y los demonios amenazan...

...Los hombres aparecen...


Bueno, hasta aquí el capitulo de hoy, muchas gracias por leer y por el apoyo a la historia.

Nos vemos a la siguiente.

¡Besos! 

El monstruo dentro (Tony x Rudolph)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora