Stockholm Syndrome - Snarry5evr

Capítulo 8

Un mes.

Había pasado un mes desde ese día en la oficina de Potter. El hombre y su pequeño séquito habían bajado la semana siguiente para recorrer el área de investigación, pero apenas lo había visto desde entonces. Neville Longbottom y él se habían conformado en un equipo para que el joven encabezara la punta de lanza y Severus había contratado a dos líderes de equipo más, uno de otra división donde el conocimiento del hombre se estaba desperdiciando. Había promovido a dos de sus propios investigadores originales y ahora tenía cinco equipos que realizaban investigaciones individuales. Su financiación casi se había duplicado y la mayoría de las solicitudes de fondos adicionales que envió fueron aprobadas. Había hablado con varios otros jefes de división y recibió historias de éxito similares. El chico tenía una cabeza para los negocios, sabiendo dónde usar su dinero. En general, todo parecía estar encajando en su lugar para Severus. Bueno, casi todo.

Severus dejó caer su pluma sobre su escritorio y se levantó. Los números de Maclemore estaban apagados y no pudo encontrarlo. El hombre había pasado una semana estudiando los números antes de llevárselo a Severus. Habían pasado la tarde en su oficina revisando cifras y estadísticas. Maclemore había estado en su equipo durante tres años y el hombre había prometido que era la primera persona que Severus había ascendido a líder del equipo. El proyecto de investigación del hombre podría ser su primer avance ahora que tenían más fondos y personal para concentrarse en él. El problema estaba en la complejidad de la dosificación por IMC (Índice de Masa Corporal). Si hicieran que los medicamentos estuvieran disponibles para los adolescentes, el cálculo del IMC actualmente en uso, podría causar problemas... Severus deseaba no haber arrojado su pluma, le encantaría volver a hacerlo.

Se apartó del escritorio y se levantó, cruzó la habitación y se sirvió un dedo de whisky, decidió que no era suficiente y agregó otro dedo. Necesitaba terminar el día. Ir a casa. Comer. Miró por la ventana la noche de Londres, con el Ojo brillando a lo lejos. Llamaron a su puerta y se preguntó quién más estaría trabajando hasta tarde. Antes de que pudiera responder, la puerta se abrió.

—... Solo un minuto—Dijo Potter mientras entraba en la habitación. El corazón de Severus dio un vuelco. El hombre estaba vestido informalmente, pero no menos elegante que cuando usaba su traje de negocios. Una camisa de botones azul cobalto metida en un pantalón de vestir color caqui. Una delgada corbata negra colgaba flojamente de su cuello y el botón superior de su camisa estaba desabrochado. Se congeló cuando vio a Severus y sonrió cortésmente—Oh. Todavía estás aquí—Él continuó hacía la habitación —No fui advertido de que empleaba a un adicto al trabajo—Una nota de la vieja burla evidente en su voz. Severus observó en silencio mientras Potter se acercaba a su escritorio y colocaba varios archivos sobre él—De hecho, me alegro de que sigas aquí. Quería asegurarme de que recibieras esto. Más archivos de personal de los empleados de nuestra sucursal de París que están dispuestos a mudarse. Iba a hacer que Minerva los entregara mañana, pero yo ya iba de salida—Los dedos de Potter bailaron sobre los archivos y los ojos verdes se alzaron para estudiarlo. El joven sonrió con autodesprecio—No me recuerdas, ¿verdad? —.

¿Qué esperaba el chico que recordara exactamente? ¿La sensación de sus cuerpos presionados juntos? ¿El olor de su cuerpo recién lavado? ¿El sabor de él en su lengua? Severus los recordaba todas las noches. Tomó un sorbo de su whisky para calmar sus nervios—Apenas ha pasado un mes desde que recorrió mi área, Sr. Potter. Recuerdo claramente su recorrido bastante grande por mis pasillos—Se detuvo cuando el hombre sacudió la cabeza.

—No. De antes—Severus vació su vaso mientras su corazón latía con fuerza en su pecho. Potter se sentó en el borde de su escritorio y sacó una tarjeta familiar de su bolsillo. Severus lo miró como si fuera una serpiente que pudiera golpear en cualquier momento—Cuando tenía dieciocho años, cuando llegué a mi herencia, Remus me llevó a recorrer todas las compañías—Severus levantó la vista para ver al hombre mirando por la ventana—Recuerdo haber pensado lo aburrido que era hablar con todos los diferentes jefes de departamento—Sus ojos se movieron para capturar los de Severus—Entonces te conocí. Podría haberte escuchado hablar sobre tus proyectos para siempre. Estaba fascinado contigo incluso entonces—Hizo una pausa en sus movimientos y miró la tarjeta—Permiso de nivel naranja—Levantó la tarjeta para mostrarle a Severus—Eso es bastante alto. ¿Sabías que cuando un empleado recibe un mayor nivel de autorización se le emite una nueva tarjeta? —Giró la tarjeta en su mano como si buscara algo—No están obligados a devolver su tarjeta de acceso anterior. Simplemente se desactiva. Podrían perderse, extraviarse, robarse y sin forma de identificar a quién se le había asignado originalmente la tarjeta. Muy laxo de Sirius. Personalmente creo que podría representar un grave riesgo de seguridad. Tendré que hablar con Hagrid sobre eso—Dejó caer la tarjeta en su bolsillo y se encontró con los ojos de Severus nuevamente—¿Tu nuevo equipo se está adaptando bien? —El cambio abrupto de tema arrojó a Severus y se preguntó si el hombre había sido sometido a una prueba de TDA (Trastorno por Déficit de Atención), él simplemente asintió. Potter sonrió con entusiasmo—Excelente. ¿Y Longbottom está encajando bien? —.