C ➳ RenMin

epílogo

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— Y esa fue la historia de como su padre y yo nos conocimos. -concluyó Na con una sonrisa deslumbrante.

A unos pocos metros, se encontraban Jeno y DongHyuck, el último se acercó lentamente al otro y susurró.— ¿Deberíamos preocuparnos porque está hablando solo o...?

— ¡Estoy practicando para cuando InJunnie y yo adoptemos a dos niños! -aclaró el menor que logró escuchar lo dicho por el moreno, el mayor de todos no pudo evitar reír a carcajadas.

— Cálmate, nana, -se acercó a él.- a penas hoy se casan y ya estás programando una adopción, ¿que no tienen a JaeJun ya?

El —ya no tan— pequeño can, alzó su cabeza al escuchar su nombre, y con toda la energía del mundo corrió a los pies de Jeno » No, no, JaeJun, no te estaba llamando, puedes irte. -y como si comprendiera a perfección el coreano, JaeJun se fue hasta donde estaba sentado HaeChan.

Riendo muy levemente, JaeMin volvió a verse frente a el espejo, viendo con atención aquel traje blanco que cargaba. — ¿Creen que me veo bien? -inquirió un poco intranquilo, haciendo que ahora fuera DongHyuck el que se acercara.

— Nana, te ves hermoso, no tanto como yo claro. -su rostro pasó a ser serio, aunque no duró mucho. Estalló en carcajadas.- Hablando en serio, te ves perfecto. -Jeno asintió a las palabras contrarias, sonriendo antes de tomar un pequeño broche de flor y colocarlo en el saco del menor.

Por otro lado...

— ¡RenJun, quédate quieto! -gritó a punto de perder su paciencia.

— ¡Pero -siguió caminando de un lado a otro, ignorando las palabras del canadiense.- ¿y si algo sale mal?! ¡¿Y si me caigo?! ¡¿Y si me veo muy bajito al lado de Nana?! ¡¿Y si-?!

ChenLe, con una expresión seria, fue hasta donde estaba Huang y lo tomó de los hombros, dándole una buena cachetada y generando que callara al instante.

— Todo tuyo, Mark. -indicó y lo acercó al nombrado.

Lee suspiró y procedió a seguir colocando de manera correcta la corbata del menor, el cual suspiraba con nerviosismo cada cierto tiempo.

— Like awkward silence... -cantó despacio el mayor de todos ante el silencio formado.

Y claro que ChenLe no dudó en hacer una pésima imitación del sonido que emiten los cuervos.

— ¡El cuervo pasa por aquí! -siguió la canción RenJun y señaló a Zhong, todos rieron, aligerando un poco el ambiente.

— Estás listo. -dijo Mark y entonces el menor se miró en un espejo, siendo inconsciente de que sus manos empezaban a temblar de nuevo.

El día había llegado.

Se iba a casar con Na JaeMin.

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La ceremonia ya había empezado hace un poco, y con sonrisas tiernas y a su vez tímidas, RenJun y JaeMin se miraban en el altar con sus manos tomadas. El menor no quería romper contacto visual con Huang, pero cuando el chico que entregaba los anillos habló, su curiosidad le ganó y terminó volteando.

— Felicidades hyungs. -dijo un sonrojado Park JiSung.

A decir verdad, JiSung había tardado en superar a JaeMin, pero aprendió hacerlo y a quererlo como un hermano mayor —otra vez—, aceptó que alguien más ya había llegado a su lado y lo hacía feliz.

Tan sorprendido estaba que no notó el momento en el que Huang tomó los anillos, dejando uno en su mano y el otro lo conservó. Aunque bueno, mucho no duró hasta que comenzó a ponerlo en su dedo anular y repetía las palabras que le eran dichas por el hombre que se encargaba de hacer el casamiento.

— Yo, Huang RenJun, juro amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe. -sonriente, miró al menor y este sintió lágrimas acumularse en sus ojos.

Entonces fue su turno. — Yo, -y al igual que el contrario, comenzó a poner el anillo en el dedo de su pareja.- Na JaeMin, juro amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe.

— Dicho esto, yo los declaro marido y marido. -la voz del viejo hombre resonó con fuerza y los corazones de Huang y Na parecieron detenerse.- Puede besar al novio.

Pero volvieron a latir con fuerza una vez sus labios se juntaron en un amoroso beso que les robó el alma.

Los aplausos provinieron desde cada extremo del lugar, y apenas los —ahora— esposos se separaron, fueron recibidos por grades abrazos de sus amigos.

— ¡Si lloro me veo feo, si lloro me veo feo! -dijo HaeChan cuando se separaron un poco del abrazo.

A unos pocos metros, JiSung miraba un poco incómodo la escena, pues a pesar de estar alegre por sus mayores no sabía si unirse al abrazo era lo mejor luego de lo que había hecho.

¡Y boom! JaeMin tomó su brazo y lo unió al abrazo.

Bien, parece que al final todo terminó de manera feliz para cada uno.

Sobretodo para RenJun y JaeMin que ahora tenían toda una vida por delante.

Fin.

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N/A: *crisis*

bien, ya se terminó): gracias a los que se dieron un tiempo para leer/comentar/votar en esta historia que se llevó un pedazo de mi corazón ah.

de verdad agradezco el apoyo💕

ya no sé qué más decir, sólo queda decir adiós);

goodbye, au revoir, adios~

lsh-cherrypig