C ➳ RenMin

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— ¡Hyung, hyung, hyung!

— ¿Qué ocurre? -inquirió el mayor sin siquiera mirarlo, concentrado en una libreta.

— ¿Qué pasaría si un día llego a tu casa con un perrito?

Huang soltó el lápiz que tenía en su mano y giró a ver al menor, encontrándolo con una caja en sus manos.

— ... ¿Qué hay en la caja? -respondió con otro pregunta, entrecerrando sus ojos.

Una sonrisa se posó en los labios de JaeMin, y antes de que pudiera decir algo, la tapa de la caja se alzó levemente, dejando ver a un cachorro queriendo salir de aquel limitado lugar.

— ¡Será nuestro hijo! -dió por hecho y los pómulos de RenJun adquirieron un tono carmín, mirando con los ojos abiertos a Na.- Ya hablé con nuestras mamás y dijeron que podía quedarse en cualquiera de nuestras casas, siempre y cuando lo cuidemos bien.

El pelinegro se agachó un poco, lo suficiente para poder dejar la caja en el suelo, aunque ésta no tardó en caer a uno de sus costados debido a la energía que desbordaba el cachorro, corriendo por la habitación mientras su cola se movía de lado a lado, pero se detuvo a oler los pies del mayor, sentándose y mirándolo con sus tiernos ojos.

» ¿Ves? ya te quiere, ahora sé un buen padre y no te vayas a fumar. -un infantil puchero apareció en su rostro y RenJun no pudo evitar reír.

JaeMin era un bebé.

Su bebé.

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