Desarrollo 2 Viernes

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Nunca es la distancia la que sana el alma.

Dicen que eso es trabajo del tiempo.

Pero ninguno estaba haciendo bien su tarea conmigo.

¡Pobre de mí! Estaba condenada...

.

Había pasado ya casi una semana de iniciado nuestro jueguito. Y si bien, cada nuevo día me auto convencía de que todo lo que sentía estaba bajo control, que simplemente me estaba divirtiendo y que pronto se resolvería cuando me confesara a Chat Noir ¡JA! no tenía ni idea. Estaba realmente confundida.

Otra vez en mi vida era esa inexperta quinceañera que no sabía cómo desenvolverse en el plano del amor.

La cuestión aquí es que, en mis quince, Adrien era tan paleto como yo. Pero ahora...ahora el muchacho la tenía más clara. Por lejos mucho más clara y, estaba realizando su trabajo demasiado bien.

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I'm gonna take you down; Oh, down, down, down; So don't you fool around...— Cantaba a lo que mi voz daba y en mi pésimo y desafinado inglés, el tema Shoot to trhill de AC DC.

Intentaba imitar sin éxito a Brian Johnson, a su tan particular falsete. Cualquiera que me oyera saldría despavorido o se moriría de la risa. ¡Menos mal que estaba sola! Sí, porque estaba sola en ese estudio, nuestro estudio.

Sola otra vez.

Había descubierto a la banda luego de escuchar varios de los temas en la saga de las películas de Iroman las cuales vi, estimo sin equivocarme, unas diez veces. Adrien no entendía el fanatismo que tenía con el MCU, pero no se resistía a ninguna de las sesiones de fundamentos que venía tras alguno de sus cuestionamientos. Sólo se sentaba y me observaba con una sonrisa en sus labios mientras yo hablaba y hablaba y hablaba. Parecía disfrutarlo. Entre nosotros, creo que me provocaba a propósito, sólo para tenerme en ese estado entre apasionada e indignada por su ignorancia ante el tema.

Y así seguíamos hasta que terminaba callándome con una de sus miradas mortales, las que me ponían incómoda, las que me...calentaban. Esas y mí exaltado reclamo de "¿Por qué me miras así?" eran las señales inequívocas de que debía dar por finalizado el monólogo sino quería pasar a mayores. En ese momento, pasar a mayores significaba tener que resistir esos jueguitos de seducción que me hacía sin que se notara lo que me causaban.

Ahora...creo que ya no me preocuparía por ocultar nada.

Shoot to trill, play to kill...— Contraje todo mi rostro, poniendo mi mejor cara metalera. Me conocía la canción de memoria.

La música que brotaba desde mis diminutos auriculares inalámbricos, llenaba mis oídos, pero no se quedaba ahí. Circulaba por todo mi ser transportándome a ese estado de creatividad en el que las ideas fluían una tras otra convergiendo a través de mis dedos, y del instrumento que eligiera, en un nuevo atuendo. El tiempo dejaba de existir y, junto a el, todo lo que me rodeara. Sólo quedábamos mi creación, la música y yo. Nada más, nadie más. Me era imposible explicar con palabras cómo disfrutaba de esos momentos.

Y creo que no sólo yo. Desde que le comentara a Adrien que esa era mi forma de trabajar, a lo que él accedió sin requerir explicación alguna; lo había pillado en varias oportunidades observándome con detenimiento. Dejaba lo que estuviera haciendo y, sin disimulo, se dedicaba a mirarme. Me recorría, estudiaba cada uno de mis movimientos.

Te propongo un juego [+18] [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora