Capítulo 15: Tras el rastro del Portador

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Nota de entrada:

Buenas, buenas... aquí cumpliendo con lo prometido el capítulo 15

Advertencia: Sexo explícito.


-.-.-.-.-.-


- ¿Quién eres tú? – la voz de Kagami era grave y amenazante.

Kagami había atrapado a un sujeto encapuchado, apresándolo debajo de él e inmovilizando sus extremidades, por más que se sacudía era difícil competir contra la fuerza del pelirrojo. Riko se acercó a este y levanto la oscura capucha, revelando un rostro terso, unos ojos oscuros como la noche y una mirada molesta.

- Habla de una vez... anciana – apunto con su arma al rostro de la mujer.

¿Anciana?... como que anciana...

Los finos dedos de la extraña se hundieron en la tierra sin que los dos intrusos se dieran cuenta. Ni Riko, ni Kagami lo vieron venir hasta que fueran jalados bruscamente.

- no soy una anciana, chiquilla tonta –

Como si los arboles cobraran vida, las ramas se movieron en su contra y comenzaron sujetarlos con fuerza, atrayendo a cada uno a un tronco de gran tamaño, las raíces se estiraban por sus extremidades atándolos, Riko fue obligada a soltar sus armas y fue atada mucho más rápido que Kagami, quien cortaba ramas a su paso.

- ¿eso es todo lo que tienes? - La mujer bufo al ver que el dragón se volvía más problemático cuando comenzó a sacar su aliento de fuego...

- los árboles son sagrados Kagami-kun... – esa voz era la de Kuroko, de su boca había salido la voz de Kuroko. Fue un segundo en que se distrajo pero las ramas lo jalaron con fuerza contra la corteza, tapando su boca e inmovilizando su cola y sus garras. – es impresionante que cayeras con un truco tan barato –

En menos de un segundo un lobo de pelaje marrón salió de la maleza, saltando sobre ella a gran velocidad, era la segunda vez que era tumbada ese día. El lobo tenía el rostro de la mujer justo en frente de su hocico, gruñéndole en advertencia y mostrando sus blancos dientes.

- Te tardaste mucho, Kiyoshi - Sonrió con satisfacción después de ver como el lobo se calmaba y echaba para atrás, sin lastimarla – tu corazón de pollo algún día será tu perdición -

- ¡¿conoces a la anciana?! –dijo histérica Riko desde el árbol donde estaba amarrada

- esa chica es muy valiente – con un vena entre ceja comenzó a pretar las ramas que la envolvían – o muy estúpida –

- puedo explicarlo Araki – el lobo ya no estaba, en su lugar se encontraba Kiyoshi, tal como vino al mundo.

- no necesito que me expliques nada... Seiren parece ser fuerte, considerando que lograron salir del lindero de ilusiones que cree – la mujer término por mirar molesta al hombre lobo. - hazme un favor y vístete Kiyoshi –

Araki le ofreció una capa larga que este no dudo en aceptar, conocía esa obsesión al orden y a la decencia que tenía la mujer. Muy diferente de criaturas como el que no les molestaba quedar en pelotas en medio del bosque.

- veo que no has cambiado... estricta como siempre – sonríe como si nada y la peli negra bufa, algo sonrojada de la falta de vergüenza ajena del lobo.

- y tú sigues pareciendo un preadolescente calenturiento, mostrándote como viniste al mundo – Araki sonríe finalmente – me alegra verte de nuevo, pequeño lobo –

:Sangre Híbrida:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora