Capítulo 4: Captura Inesperada

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- eres tú Kurokochii –

Sin pena alguna se fue en su dirección para abrazarlo. Kuroko se dejó hacer, un poco sorprendido de volverlo a ver. No creyó que se encontraría con uno de ellos tan pronto, menos en una situación así. Pero sin duda era el, el más escandaloso de todos, su cabello largo y rubio no había cambiado del todo, tal vez estaba más largo, al igual que su estatura, hecho un suspiro de exasperación...

Lo estrecho entre sus brazos y le pareció aún más pequeño que la última vez que lo abrazo, o Kuroko no había crecido nada o él lo había hecho mucho. Sonrió también para sus adentros, definitivamente tenía mucha suerte de haberse encontrado con el brujo de primero...

Mientras el elfo de larga cabelleras restregaba su rostro contra la mejilla de un aburrido peli celeste, había quienes no le agradaban ver aquello.

- ¡hey tú! ¡Cabellos de mujer! –

- ¡idiota deja de hacer eso! -

Sin darse cuenta ambos reclamaron al mismo tiempo. El más bajito por que no soportaba las estupideces que podía cometer ese cabeza hueca. Al pelirrojo sencillamente le molestaba.

- verdad, Kasamatsu-sempai tiene razón... - lo soltó como si los gritos le hubieran dado alguna brillante idea - ¡Kurokochii debes venir con nosotros rápido! – entre la confusión de sus actos aprovecho para jalarlo del brazo y llevarlo consigo.

- ¡no me tomes el pelo! – rugió con intención de ir hacia el rubio. Pero fue detenido por no una espada si no a lo mucho cinco, que amenazaba con su puntiagudo extremo a su garganta. Al pelirrojo le comenzaban a caer mal los elfos.

- Kise, déjate de bromas – desvió sus ojos al dragón antes de ir con el testarudo idiota que conocía, nunca estaba de más ser precavido. Le llamo la atención con el ceño fruncido poniéndose al frente y alargándose en todo lo alto. Una cosa era que el joven haya decidido desertar de la colonia, pero otra era pasar de su autoridad dejándolo a él. El líder de esa unidad, por debajo.

- vamos, vamos... Kurokochii, antes de que se pongan pesados – sujeto al más bajito por los hombros, empujándolo en dirección contraria de la patrulla. Pero de nuevo el fastidioso elfo se puso en su camino, apuntando al mago quien ahora estaba dentro de una disputa que no le correspondía.

- si huyes, esta vez te seguiré hasta atraparte– su mirada se oscureció y Kise sabía que ya no estaba de bromas.

- seamos civilizados ¿de acuerdo? – alzando las manos en son de paz le dio una sonrisa nerviosa. Si quería llevarse de allí a Kurokochii, debía deshacerse de ellos y si podía de ese tan molesto acompañante también – les ofreceré un buen trato, piénsalo... se llevan preso al grandote ese y me voy como si nada hubiera pasado – apunto con su pulgar a Kagami, quien no le agrado la forma en que le llamaba tan despectivamente. – o te has creído la gran cosa por estar con mi hermana ahora -

Si tan solo hubiera dejado las cosas como estaban y no hubiese encendido el mal humor del elfo en ese momento.

- no... los traidores no tienen posibilidad de tratos... acostúmbrate –

Kise vio como el otro sonreía, creía que se la podía borrar de la cara, pero lo cierto era que los superaban en número... miro a Kasamatsu que se veía expectante por lo que haría, pelear y formar problema era cosa del día a día y sabía que su compañero no lo dejaría solo, por más problemas que se metiera. Entonces miro a Kuroko delante de él, ignorándolo como era su costumbre, dio un suspiro algo molesto... quería de verdad llevarlo con él, tenía tantas cosas que contarle, pero las cosas se verían en un aprieto con tantos soldados vigilándolos, y por más que quisiera de seguro el escurridizo mago estaba esperando el primer alboroto para escaparse y eso era algo que no permitiría...

:Sangre Híbrida:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora