Primera Vez/ Cita

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¿Quién lo iba a decir?
¿Quién lo hubiera pensado?
Que el amor. Los volvería ciegos, melancólicos, detallistas, celosos, paranoicos, depresivos, pasionales, dependientes... idiotas.

El amor es una mierda, pero siempre será hermoso y único de alguna manera. El fuego que se crea entre dos personas, la calidez que transmiten ambos cuerpos, guiados por el latido de dos corazones que se descubren marcando un único compás.

Pero uno debe aprender a ser cuidadoso con sus pasos, y aprender a cuidar esa llama. Todos piensan que será fácil, que siempre tendrán todo bajo control. Y eso es una estupidez, un descuido, miedo mal infundido, o incluso un mal entendido, puede apagar esa llama con un solo suspiro.

Ellos cometieron y salieron de esos problemas, y estaba bien. Porque era su primera vez y a veces se cometen errores y ellos fueron la primera vez de muchas cosas, la primera vez en más de un sentido.

Para Damian.
Jon fue su primer amigo.

Para Jon.
Damian fue su primer confidente.

Conforme crecieron, conforme convivieron y experimentaron. Las primeras veces fueron cada vez más.

La vida les dio los escenarios, el destino unió sus caminos, el mar los separó, el cielo los unió.

Ellos se descubrieron siendo el frio, ellos se descubrieron siendo el calor.
El tú, del yo.

El primer error en una amistad, que supieron como sobrellevar.
El primer sonrojo en las mejillas, al notar la cercanía del otro.

Damian, fue el primero en notar el cambio.
Jon, quien dio el primer beso.

Las nuevas sensaciones ante la cercanía ajena, la felicidad de saberse especial para otra persona.
Preguntas que se instalaron en sus cabezas, respuestas que se dan con la experiencia

Su primera cita fue en un museo.
Su primera vez entre la paja del granero.

El tiempo no espera, esa es una cruel verdad, pero con las palabras correctas, y los detalles adecuados, los momentos se pueden alargar.

Pero al mismo tiempo, con el resentimiento, y la desconfianza; se puede arruinar la belleza de la rosa que debías cuidar y cultivar.

Increíblemente, el primero en ser cegado por los celos fue Jon.

Predeciblemente, el que soltó el primer insulto fue Damian.

Los sentimientos son fuertes, la distancia tortuosa, la mente traicionera y el corazón se seca.
Y las preguntas, inundan la conciencia con incógnitas que duele recitar.

El primero en notar el error fue Wayne.
El primero en pedir perdón fue Kent.

La vida sigue, el reloj marca el tic tac. Sol y luna se persiguen entre las estrellas, juntándose en un beso cada eclipse.

Las peleas siguen, los besos curan, las palabras calman y la distancia duele.

Jon fue el primero en hincarse ante su amor.

Damian se robó al acepto en el altar.

La vida les dio momentos inolvidables, sueños por los que seguir, peleas por las cuales luchar. Pero al mismo tiempo, la muerte les arrebató, conocidos, amigos y familiares.

La primera vez que Damian se rompió frente a un público, fue en funeral de su hermano mayor.

Jon por primera vez no supo cómo consolar a su pareja ¿Cómo decirle, que todo estaría bien?

Tal vez, esta maldita vida les arrebató más de lo que les otorgó, tal vez el llanto jamás podrá ser recompensado, y el dolor jamás será olvidado.

Pero deben seguir, seguir por los que ya no pueden, correr por los que no pudieron, soñar... soñar por esos sueños que se perdieron.

Jonathan fue el primero en pedir niños.

Damian quién cambió el primer pañal.

Aún recuerdan con una vividas impresionante, los escombros de la pelea, el grito de la gente, el llanto de los niños asustados. Por debajo de aquel ajetreo, una joven, sepultada y atrapada entre los escombros. 

Aun con sus últimas fuerzas luchó, gritando hasta que la garganta se le desgarró, por ayuda. No por ella, sino por la vida inocente que cargaba, y protegía entre sus brazos.

La madre no pudo sobrevivir, pero el bebé que protegió con instinto maternal, lloraba a pulmón limpio, demostrando que el sacrificio de su madre no fue en vano. Esa bolita de carne como gustaba llamarlo Damian. Se convirtió en su primer hijo, nombrado Richard, en honor al pájaro caído.

La vida sigue, el tiempo nunca espera a nadie, los niños crecen, amigos que se perdieron en el camino, familia que dijo adiós y nuevas vidas llegan al mundo.

Actualmente, con casi 70 años.
Comparten su aniversario bodas, en una cita a la luz de las velas.
Bailan lentamente al compás de su canción.

Damian, justo como su primer baile, es quien guía los pasos.
Jon, torpe como la primera vez, pisó el pie de Damian.

Bailan, ignorando al mundo a su alrededor, calmados, satisfechos, enamorados.

Como si fuera la primera vez.

Sus primeros nietos, nacen, crecen, sueñan, viven.
Descubriendo cómo sus padres y abuelos, tropezando en el camino. Sus primeras veces serán miles, y muchas de ellas ni siquiera las notarán o recordarán. Pero aquellas que son importantes, las que son inolvidables, son aquellas que marcarán un antes, y un después, en sus vidas. Aquellas que jamás podrán olvidar. 

Aunque no quieran, aunque duela, el tiempo los está alcanzando.

Damian, por primera vez en su vida, le cuesta salir de la cama.

Jon tristemente acepta que a su guerrero le empiezan a pesar los años.

Ambos saben que Damian será el primero en irse
Ambos saben que será Jon el primero en llorar.

Han hecho de todo juntos, han robado y compartido sus primeras veces y actualmente ya no hay casi nada nuevo que puedan experimentar. Y está bien, ambos lo aceptan, orgullosos de lo que han logrado, por las vidas que han salvado, por la gente que amaron por los sueños que cumplieron.
Pero siempre en su mente, se quedara el recuerdo de sus experiencias, de las lecciones aprendidas, el sentimiento mutuo, el amor compartido.

Como si fuera la primera vez.

Como si compartieran su primer beso bajo ese roble. 

Como si pronunciaran el primer te amo 

Como si fuera su primera cita 

Como si hicieran el amor primera vez. 

Como si fuera su primera reconciliación.

Con cuando cargaron a su primer hijo en sus brazos.

¿Y por qué?

Porque ambos son su todo, su primer y único amor.

Semana JonDami 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora