Lost on you

Sueño

Petra, en que rayos estabas pensando.

Después de esa incómoda plática mis ojos comenzaron a cerrarse involuntariamente, creo que es el efecto del medicamento, debía esperar a que Levi trajera la cena, pero mi cuerpo no puede más y me dejo llevar por los brazos del morfeo, lastimosamente comienzo a soñar...
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Era una noche especialmente obscura, de no ser por la luz de los relámpagos que iluminaban la habitación cada tanto, cosa inusual ya que en esa zona el cielo se la pasaba despejado dejando ver un mar de estrellas y la luna en su máximo esplendor, pero hoy todo eso estaba ausente.
Se hallaba un niño de cabello castaño durmiendo plácidamente en la cama de su habitación, curiosamente el no era de temerle a ese tipo de eventos, y no se había inmutado de la tormenta hasta que en el resplandor y un sonido estrepitoso que provocó su madre al entrar por la puerta, haciendo el menor ruido posible al dirigirse a su hijo, casi de puntillas pero a prisa, algo incoherente tomando en cuenta el ruido que hizo al azotar la puerta.

- Eren, hijo, vamos levántate, no tenemos tiempo -su voz estaba agitada, intentando manejar su obvió nerviosismo-
- ¿Qué pasa mamá?, aún es muy de noche -dice bostezando y tallándose los ojos para poder acostumbrarse más rápido a la obscura habitación-
- Te lo diré después, ahora temos que irnos, YA -dijo alzando un poco la voz ganándole un poco la desesperación para así no tener más preguntas del niño-

Y así pasó, Eren solo comenzó a hacer una maleta rápida en su mochila más grande, se colocó los zapatos y fue arrastrado hasta la puerta por su madre.
Al momento de cruzar el marco de la puerta, se escuchó un disparo, Carla volteó rápidamente ordenando a Eren que saliera corriendo de la casa y no mirara atrás, mientras que el observaba una silueta obscura avanzando hacia ellos...
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Mis ojos se abren de golpe, no me levanto, quedo en un shock instantáneo procesando las imágenes que como una película pasaron por mi cabeza, me doy cuenta de la humedad en mis mejillas y el ardor de mis ojos al tener la visión borrosa dándome cuenta que había estado llorando y por la ropa algo mojada parecía que también había sudado, fue algo tortuoso, pero al fin y al cabo fue solo un sueño, nada más.

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Petra vino a dejarme mi desayuno con mi medicamento, intentó hacerme plática pero se detuvo al darse cuenta que estaba muy distraído, a pesar de ser más de las nueve de la mañana no puedo dejar de pensar, cosa que no debería, solo desayuné en silencio aún con su presencia, y a pesar de no haberle dicho nada creo que me entendía, se parece tanto a mi madre...

Después de hora y media de su compañía se retiró a checar a otros pacientes, decido leer un libro, parece bastante interesante, La Naranja Mecánica, si tiene un glosario al final, a pesar de ser un poco complicado para leer, no puedo perder el interés, pedí que me sacaran unas copias para más comodidad, lo siento, mi flojera se presenta de vez en cuando.

Tocan mi puerta, pensé que era Levi, pero nadie entró, hablé dando señal de que podían pasar.

- Con permiso

Dijo el muchacho, haciendo que levantara mi vista y así poder reconocerlo

- Ah, hola

Es el chico de la otra vez, que se desmayó frente a mi habitación, es un chico alto, tiene cierto parecido a un caballo para ser exactos, es gracioso, su cabello castaño de la parte de abajo y arriba un poco más claro.

- Hola, este... quería agradecerte -dijo algo ¿avergonzado?-
- ¿De que? - pregunté con mi obvio desentendimiento
- Por avisar que había colapsado y no dejarme en el suelo -soltó una risita nerviosa-
- No te preocupes, creo que era lo correcto- le sonreí pero comencé a observarlo mejor, de verdad siento que lo conozco-
- Y de hecho, venía a verte
- ¿Uh? - lo miro bastante sorprendido-
- No me malinterpretes- se rasca la nuca, creo (que se dio cuenta de mi incomodidad)- es solo que te vi el otro día en el patio, y te veo solo con los doctores, además creo que te conozco, así que quería hablarte, a ver si podíamos ser amigos -sonrió cálidamente-
- Ah, yo pensaba lo mismo, en realidad no te había visto aquí, pero desde que te desmayaste creí que te conocía, pero no se de donde
- Curioso ¿no? - sonríe y le regresó el gesto- ¿te parece si vamos a dar un paseo?
- Claro - sonreí

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Levi

Ya era hora del almuerzo, me dirigía a la habitación de Eren, tuve que atender a alguien en la mañana así que mandé a Petra a revisarlo.

Toco la puerta, y como siempre entro sin esperar respuesta, y me sorprendo bastante al no verlo en la cama, lo busco con los ojos en la habitación, al parecer están apagadas las máquinas, puede ser que salió con Hanji, así que me doy media vuelta para ir a buscarlos y choco con ella en la entrada.

- ¿Cuatro ojos? - digo con la cara imperturbable pero con algo de preocupación en mi voz
- ¿Qué pasa enano, donde está Eren? - dice mirando detrás mío

Okey, esto está mal, llamo por teléfono a Erwin para saber si está con el y me responde lo esperado, no lo ha visto en un par de días. Eso me pone claramente más nervioso mientras recorro los pasillos a un paso apresurado con Hanji siguiéndome haciendo preguntas estupidas.

Mi mente comienza a delirar, ¿si hubo complicaciones mientras no estaba y no me han avisado? ¿Lo estarán operando? ¿Está bien? ¿Donde está, en una bolsa?

El pasillo comenzaba a darme vueltas hasta que escuché la voz de aquella mujer loca que me acompañaba diciendo que lo vió. Miro apresurado por la ventana, y lo veo, con su bata, tenía unas pequeñas ojeras pero bastante notables, no debió dormir en toda la noche, pero se veía animado, hablando con otro paciente, que desconozco su nombre pero creo que es paciente de Erwin, un problema de riñón y se desmayó hace poco por que por alguna razón sus defensas bajaron demasiado y propició un aumento considerable en una infección o algo así, realmente extraño, en fin.

Salgo ya más tranquilo, tenía pensado hablar tranquilamente con Eren pero mi todo de voz fue algo totalmente diferente a lo planeado

- Eren - dije con notoria molestia- ¿que haces aquí afuera?
- Levi, hola - me sonríe- estoy hablando con el, resulta que...
- ¿Con la autorización de quien estás aquí afuera?-No quería, pero mi voz sonaba como un completo reproche-
- L-lo siento, es solo que- dice con algo de arrepentimiento
- Nada Eren, sabes que no puedes salir de la habitación sin autorización o compañía
- Estaba con el - me retó tímidamente
- Uno, debe ser MI autorización, mínimo la de Hange, segundo, un enfermo cuidando a un enfermo, que gran elección Eren

Oh mierda, reverenda mierda, no podía escucharse peor lo que dije

El se quedó estático, parecía realmente incómodo con lo que dije, y miró a su compañero, que solo intenta mirar hacia otro lado para no sentir la tensión del momento, me regresa una mirada triste y algo molesta.

- Levi, te pasaste - me dice Hanji tomándome por los hombros - vamos
- Yo puedo ir solo - me suelto con un movimiento algo brusco dando la vuelta- y lleva a Eren a su habitación y no lo dejes
- Si...

Me voy hecho una furia, no salió como quería, en absoluto, solo arruiné las cosas dejando que mis nervios mezclados con un anterior miedo se convirtieran en enojo, seguramente está muy molesto, pero como se le ocurre salir sin decir nada.

Llegó a mi oficina a hundirme en mi silla mientras pienso en lo sucedido hoy, mierda, creo que de verdad metí la pata.