"La belleza es algo momentáneo; una leve sonrisa durante una fiesta, una mirada cómplice durante un paseo por el río o simplemente cinco breves minutos en la vida de una persona.
Puede ser que ese sea el motivo por el cual es tan deseada. Solo buscamos aquello que no tenemos o que tuvimos y perdimos tiempo atrás.
Existe una rara mutación que parece deseada. Considerada por algunos una enfermedad, permite una belleza larga e indiferente al tiempo. Se conoce como Síndrome de Alexandría y permite tener una vida prolongada (entre 120 y 150 años de vida o incluso más) con la apariencia de los 20 años y unos impresionantes ojos violetas, pero no se conoce a nadie que lo haya padecido.
Algunos piensan que estas personas son afortunadas en un principio, pero que existen solo para atormentar o para absorber las desdichas de otros... Leyendas o mitos que se transmiten en el tiempo, pero toda leyenda tiene su parte de verdad.
Hacemos de todo con tal de obtener una belleza más extensa, incluso algunos son capaces de matar”
Alice estuvo durmiendo durante largo tiempo. No recordaba lo que había soñado, a pesar de estar empapada en sudor frio. Estaba segura de que tenía pesadillas muy a menudo, pero no era capaz de recordar ninguna.
Se despertó extrañada. No recordaba del todo bien que hacía en aquella sala, pero lo recordó todo al encontrarse delante suya, en un pequeño aparador, una pequeña caja de música. Se acercó a ella, sin reparar en que se había levantado sin rastro de dolor en los pies.
Cogió la caja musical y la observó detenidamente. Se trataba de una caja rústica, con grabados de madera. En la tapa había dos colibríes entrelazando las colas, de manera que se juntaban formando un corazón. Todas las plumas tenían unos hermosos detalles.
La curiosidad llevó a Alice a abrir la caja, esperando las dulces melodías que normalmente las acompañan, pero se llevó una sorpresa al descubrir que los muelles estaban descolocados y completamente oxidados. Dentro, pegado a la tapa, Se hallaba la foto de una joven de apenas 20 años.
Destacaba su maravillosa tez pálida, su largo cabello moreno y su increíble sonrisa, pero por encima de todo, unos maravillosos ojos violáceos.
-Se trata de mi prometida- La voz de Hatta suena desde la puerta de entrada al comedor. -Tienes un ligero parecido a ella- Alice lentamente se da la vuelta mientras cierra la tapa de la caja musical. Sigue sin pronunciar palabra. -Eres muy callada, ¿o es que me tienes miedo?
No salía palabra de los labios de Alice. -¿Qué tal llevas los pies?- fue en ese momento cuando la joven se dio cuenta de que ya no sentía dolor, más bien le parecía como si hubiese estado andando sobre nubes en vez de espinas de rosal.
-Mejor… Ya no me duelen nada- Dijo -¿Cómo es posible?-
-Se trata de agua del pozo de las lágrimas… Es agua curativa que baja de las montañas cercanas…- Cuando Hatta se acercó más, Alice pudo ver con mayor claridad las facciones del joven.
Al igual que la chica de la foto, tenía una tez pálida, como si el sol no diese nunca a sus rostros. Se diferenciaba de la muchacha en su impresionante pelo gris y sus ojos color naranja claro, pero por el resto de su apariencia, habría jurado que eran hermanos o parientes cercanos.
-Pues en verdad me ha ayudado…- Parecía coger confianza para hablar pero continuaba bastante cortada. Alice pareció recordar algo de pronto -Sombrerero… ¿Puede decirme donde me encuentro exactamente?-
Hatta pareció sorprenderse. -¿Dónde vas a estar?, ahora mismo estás en Numania, al norte del bosque de hongos en el país de Wonderland… ¿A qué región perteneces?
Alice se sorprendió, tras lo que dijo el sombrerero estaba segura de que continuaba durmiendo, pero decidió seguir la corriente a aquél hombre. -No soy de aquí… Soy de Londres, Inglaterra.-
-¿Extranjera? Que bien que nos visites- Hatta se alejó e hizo una reverencia. -Espero que nuestro país te sea de agrado y que decidas volver algún día.-
Continuando ese juego, Alice le devolvió la reverencia de manera cordial, tal como le había enseñado su madre en las clases de modales. -Eso espero, Hatta.-
-Ya que eres nueva en nuestro país, me veo en la obligación de mostrarte cada rincón- dijo tratando de enlazar rima. Le ofreció el brazo esperando la respuesta que vino al instante.
Dudosa, Alice pronunció estas palabras -Iremos a este viaje con una condición. Solo pido que luego me ayudes a volver a Londres…
Hatta aceptó encantado de poder mostrar todas y cada una de las maravillas de su país a una visitante. Alice, creyendo un todo era un sueño, cogió un poco de confianza y aceptó la proposición del sombrerero tomándolo del brazo.
‘Sabía que no te resistirías. Eres muy fácil de engañar… Pones las cosas demasiado simples, espero no se me haga aburrido o tendré que intervenir yo…’ Se oye una voz de niña en la nublada tarde de invierno en Wonderland. Palabras que se llevará el viento.
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Nightmare in Wonderland
HororEn esta historia se conoce la existencia de la primera Alice. Esta primera visitante de Wonderland conoce una serie de personajes, entre los que está el Sombrerero Loco y, conforme pasa el tiempo, algunos de ellos son asesinados por una presencia de...