CAPÍTULO 4

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        Rápidamente aparto el cuchillo de su cara. Todos siguen con los ojos como platos, menos Airon y el asiático. Yo sigo sentada sobre el regazo del rubio, pero me levanto para que él se levante. Y lo hace.

        - Bueno -comienza a hablar el asiático con los brazos cruzados y voz ronca- ¿a dónde pensáis ir?
        Airon da unos pasos hacia mi, también con los brazos cruzados, junto con aquella sonrisa pícara; la cual odiaba. Se gira sobre sus talones y mira al asiático.

        - ¿Cómo os llamáis? -pregunta mi hermano- ¿no creerás que os vamos a decir a donde vamos sin saber nada sobre vosotros, verdad?

        Nadie dice nada, y el silencio se apodera, hasta que el mas mayor de todos rompe el hielo.

        - Vosotros primero -da algo de miedo.

        Airon vuelve a girar y se me queda mirando, esperando una respuesta, yo asiento.

        - Me llamo Airon -dice él, esta vez mirando a todos- y estas son mis hermanas: Eileen y Jenebith -nos presenta señalandonos una a una.

        El mas mayor agarra una arma que no se ni de donde la ha sacado y apunta a Airon.

        - Apellido, destino, edad,...

        - Eh eh eh -dice mi hermano, intentando tranquilizarlo-, tranquilo tio.

        El viejo dispara al techo y vuelve a apuntar a Airon.

        - ¡Contesta! -apoya el dedo en el gatillo. Airon no dice nada, no levanta ni los brazos, simplemente los sigue teniendo cruzados. El viejo mueve los labios, no se que hace, los observo un instante, hasta que entiendo lo que hace, esta contando, segundos, y cuando llegué al zero, dispara.

        - ¡Dixon! -todos me miran, en concreto Airon, con aquella mirada de odio.

        - Bien Jen,... bien. -me dice aún mirándome con aquel rostro de asco.

        - De nada por salvarte el culo. -le digo, me mira extrañado.

        - ¿Pensaba dispararte, sabes?

        - ¿Son conocidos? -pregunta el asiático, lo miro.

        - No -se niega la chica.

        Eileen y yo nos miramos.

        -Si que lo son -dice el mayor-.

        - No me estoy enterando de nada -me dice Eileen, desde el otro lado de la estancia.

        - Creía que era la única -le contesto, en su rostro se forma una sonrisa, y yo hago lo mismo, pero rápidamente agarro al rubio que esta justo alado mio, y le pongo uno de mis cuchillos en el cuello-. Nombres -todos me miran asustados- ¡YA!

        - Tranquilizante muchacha -dice el viejo con voz serena, pero yo aprieto el cuchillo contra el cuello del chico-. No... no le hagas daño, ¿esta bien? Yo no he herido a tu hermano.

        - Lo pretendías -le informo.

        - Si -me dice acercándose poco a poco hacia mi-, ¿no harías tu lo mismo, delante de unos desconocidos, saber de donde son, que hacen, a donde se dirigen,...?

        No contesto. Este se sigue acercando, rápidamente levanto la cabeza.

        - Ni se te ocurra acercarte mas -le advierto, y introduzco mas el cuchillo sobre el cuello del rubio-. Esta bien, vosotros sois desconocidos para mi, ¿cómo os llamáis, a donde os dirigís, quienes sois, pensáis coger a mas jóvenes,...?

LA CURA {The Maze Runner}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora