Carolaima:Un amor sin penas y sin pelos

Capítulo 12: Bombillita junior

Habían pasado dos meses desde que mi novio me salvó de aquella lujosa vida como perra. Así qué como todos los días me encontraba en la cocina, estaba mejorando, este mes sólo la quemé dos veces y cada vez mi novio pedía menos comida al chino, decía que eso era muy japones y como él es otaku y fan de Ana Guerra. Entonces, fregando las cacerolas se me ocurrío una maravillosa idea, era una nueva experiencia para mí, nunca había pensado por mi misma. Fui corriendo a los brazos de mi bombillita (lo llamo así porque brilla con luz propia) y le dije bombillita mía ya que lo de la boda no va palante y ya que se me ha roto el lujoso anillo de Barbie que era la envidia de la clase, le dije: quiero tener un churumbel.

Por su expresión pude deducir que le encantaba la idea después de dos minutos por fin bajó la ceja de su calva me dijo: y no prefieres un nenuco? qué gracioso, pensé, así que le dije: no tonto que con un nenuco no puedo presumir delante de las otras madres, que la vez que lo hice me miraron raro.

Pasaron las semanas y por mucho que lo intentabamos, o bueno, lo que él aguantaba, no lo dabamos conseguido, así que decidimos ir a un especialista. Cuando le hicieron las pruebas a mi novio le dijeron: mira, el problema no es por su micropene, que también, sinó que su esperma vale menos  que tu carrera como carpintuber. Pero mi novio, como es lógico, se marcó un Beros y le sacó la navaja así que el médico nos ofreció la fecundación in vitro y mientras rezar para que algún esperma no salga amorfo. Como es lógico nuestro gran amor pudo con todo y me quedé embarazada a la primera y aunque nos dió negativo en el test yo lo sabía; tenía vida dentro de mí. No paraba de pensar en como sería mi bebé, si nacería con pelo o no, el médico mencionó algo de una deficiencia mental pero yo no sé a que se refería. Sólo sé que entre cocinar para mi novio y esto no podía ser más feliz.