Carolaima:Un amor sin penas y sin pelos

Capítulo 13: Un pedo salido de cuentas

Habían pasado cinco meses desde que supe que llevaba un milagro en mi interior,  así que decidí ir al médico para ver como iba mi embarazo. Me asusté porque me estaba vibrando la barriga pero me di cuenta de que eran las pataditas de mi hijo. Así que ahí estába yo con el médico que me fecundó je je . Cuando le dije que estaba embarazada y me dijo: esto sí que es el milagro de la fertilidad y entonces me hizo una ecografía no sé porqué se pasó media hora riéndose hasta que me dijo: esto son gases y claro yo me quedé en shock porque menuda negligencia médica va a saber él más que yo que me vi dos capítulos de doctor who. 

Salí corriendo de la consulta pero lo que yo no sabía es que lo del medico no iba a ser lo peor del día. Al llegar a casa mi bombillita me dijo las palabras más duras que escuché en mi vida: Carolaima te dejo por una que está de mejor ver.  No había llorado tanto en toda mi vida ni cuando mis padres se olvidaron de mis cumpleaños.

Carolaima: Pero bombillita mía como has podido hacerme esto si llevo un hijo tuyo dentro

Don Limpio: Pues mejor aborta porque con tus genes contaminas mi perfecto adn

Carolaima: Por favor dame otra oportunidad ella no te va a cocinas como yo 

Don Limpio: Menos mal

Carolaima: Por favor dame otra oportunidad seré más sumisa a partir de ahora te serviré la comida a tres patas en vez a dos como estoy acostumbrada.

Don Limpio: Anda vete ya de una vez pero antes límpiame las navajas.

Así que limpié las navajas con mis lágrimas, cogí mis cuatro bragas y me fui. 

Así que volví a casa de mis padres pero al parecer se habían mudado sin decirme nada. Así que le pregunté a la vecina pero me dijo que mis padres le habían pagado para que no me dijera nada, qué despistados pensé, le corregí a mi vecina ya que mis padres seguro que le habían pagado por lo contrario. Mi vecina se empeñaba en que nó así que le dije que entonces tendría que irme a vivir con ella, no tardó ni un segundo en darme la ubicación y un mapa, así que me dirigí a la nueva casa de mis papis pero no estaban allí por lo que decidí entrar por una ventana que estaba abierta. Al rato llegaron mis padres y al verme se quedaron anonadados, y lo entendía, al contarles toda la historia y que volvía con ellos se echaron a llorar, desde luego lo pasaron mal sin mí.

Estaba destrozada, no paraba de llorar, pensar que no volvería a ver como se reflejan los primeros rayos de sol sobre la calva de mi novio, era algo que no podía soportar, del disgusto tuve un ataque de diarrea pero yo sabía que en realidad era mi hijo que intentaba irse, nuestro amor ya no le mantenía con vida así que bajé la tapa del váter diciendo, adiós.

Bombillita Junior.