10

1.2K 140 19
                                    

Estaba atrás de Zenitsu mientras caminábamos al lugar donde lo entrenaron. Estaba demasiado nerviosa como para quejarme de dolor por mis pies, en esta época si que caminaban demasiado. Jah~ extraño el sonido de los autos y de las demás cosas...

—te ves desanimada—

—y-yo... solo estoy nerviosa, por como me contaste parece ser un señor muy agresivo—

—bueno, él fue así conmigo, sigo siendo un cobarde, pero gracias a él por alguna extraña razón sobrevivo. Los chicos me dicen que atacó dormido—

—¡¿y eso se puede?!—

—¡yo que sé,  pero siempre que despertaba sentía demasiado dolor, dio~~~~s me duele todo el cuerpo por recordar eso!— dijo rodando por el suelo —pero a la vez estoy feliz porqué estoy con una chica muy linda~~—

—no digas eso— dije adelantándome.

—¡oye, no me dejes, pronto nos casaremos!—

—Dios, espero que el primo de Sumihiko-Kun no sea así— dije por lo bajo.

—¿Sumihiko?...¡YA ME ESTAS ENGAÑANDO CON OTRO! Te perdonó porque te amo mucho— dijo caminando a mi lado.

—ay mamá, ayúdame...—

~~~~~

Llegamos al atardecer, pero seguros, tocamos la puerta del lugar y un anciano nos abrió.

—¡oh, Zenitsu!— dijo él.

—holaAH!—

¡¿Por qué diablos el viejo tuvo que golpearlo?!

—¿mmh? ¿Y tú quién eres? Hermosa jovencita— dijo muy amable ahora, ya me vi.

—y-yo soy T/N T/A y... quisiera que me enseñara los alientos del Rayo para pelear contra demonios, por favor— dijo todo con una reverencia.

—bueno, ambos entren por favor—

Ayudé a Zenitsu a pararse y entramos, nos sentamos en el suelo frente a una mesa y nos dio lego de beber y comer.

—entonces, ¿eres amiga de este chico?—

—no sabría como decirlo pero— Zenitsu me interrumpió.

—¡OH DIOS, ¿IBAS A DECIR QUE SOY TU PROMETIDO? ESO ES MUY ATREVIDO DE TU PARTE!—

¿Con qué derecho lo dices tú?...

—!callate tu!— dijo el señor tirándole un vaso a Zenitsu, eso fue demasiado sorprendente. Eso me recordó a un mal momento en mi casa.

|•.-.•|•.-.•|•.-.•|•.-.•|

Apenas llegaba de la escuela y escuchaba cosas romperse y me asomé a la cocina, viendo una de muchas escenas que ya estaba acostumbrada pero horrorizada de ver. Mamá solo cocinaba normal y papá gritándole, al rededor de todo ello vidrios rotos y algunos con sangre, él sin importarle paso por todos ellos y me vio y empujó.

Toda esa semana tuve que tener vendaje en mi brazo derecho.

|•.-.•|•.-.•|•.-.•|•.-.•|

—discúlpalo, ya sabes cómo es él... ¿niña?—

—T/N-Chan...— sentí su mano en mi hombro y lo alejé en seguida.

—lo siento... es que, recordé algo— dije mirando mis manos.

—Bueno, cuéntame porque quieres ser asesina—

—no sabría como explicarle—

—para ser más fuerte— dijo de repente Zenitsu —ella necesita ser más fuerte para proteger a su madre—

—oh~ ¿y sólo eso?—

—dicen que necesito ser más fuerte para volver a casa— dije ya decidida —es complicado de explicar, pero lo elegí para que me haga más fuerte porque Zenitsu dijo que con enseñanza de usted yo estaré bien sin importar que—

Parecía sorprendido por lo que he dicho y después como si nada, se hecho a reír.

—¿de... de que se ríe?—

—me sorprende que en verdad Zenitsu dijo esas cosas de mi— y continuó riendo —pero acepto entrenarte. Te tendrás que quedar aquí hasta que te enseñe todas las posturas y las aprendas, amenos de que seas como el tonto—

—oye!— dijo Zenitsu ofendido.

—¿me tendré que quedar a dormir también? ¿No va ha ser una molestia que yo esté aquí?—

—¿que diablos dices? Claro que no, al menos eres más educada que ese tonto, por sus berrinches de no querer entrenar más, le cayó un rayo—

—¡¿de verdad!?— dije mirando a Zenitsu ahora.

—si que si— respondió el señor.

—¡ya para!—

~~~~~

—bueno, Zenitsu, te puedes ir—

—¡¿POR QUÉ?! ¡YA SE HIZO DE NOCHE Y LOS DEMONIOS ME MATARÁN!—

—tienes una misión de seguro y tu mismo puedes cuidarte—

—¡PERO!—

—¡sin peros!— y así fue como vi que le lanzo un palo y Zenitsu quedo afuera.

—¿por qué él no se queda aquí? De donde vinimos esta muy lejos—

—ese mocoso a pasado cosas peores, esto no es nada para él— dijo para ir a la sala —bueno, ahora que estamos solos, cuéntame más de ti, ya que seré tu maestro quisiera saber que tan fuerte tendré que ser contigo—

—bueno, señor...—

—llámame Jigoro— dijo agitando una mano —ven, siéntate— hice caso y me senté.

—Jigoro-san... Yo tengo, digamos... un demonio que no puedo derrotar y tengo miedo de que la cosas sigan así y mi madre no resista más— ya con solo pensarlo me dan ganas de llorar.

—pues, digamos que ese demonio...¿alguna vez lo intentaste? Derrotarlo—

—una vez si, pero no funcionó—

Y así siguió la conversación hasta que se hizo muy tarde. Jigoro me dio una pijama y dijo que me levantaría mañana temprano para entrenar. Los nervios no me dejaron dormir nada.

Jugando con el tiempo (Kimetsu No Yaiba y Tu) |CANCELADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora