POV Lauren
Faltaban unas cuantas horas para que el año nuevo comenzara, mi familia y la de Camila se encontraba en mi casa.
Todos estaban en la sala contando historias y bebiendo ponche cuando la Nana nos llamó discretamente a Camila y a mí.
–Creo que tenemos una charla pendiente –inició Marie cuando entramos a la cocina sentándonos frente a la barra, de un lado la Nana y del otro Camila y yo junto a ella.
–Nana, nosotras no sabemos que decir –comencé.
– ¿Qué es exactamente lo que hay entre ustedes? –preguntó y nos volteamos a ver la morena y yo.
–Pues, no somos novias pero nos gustamos y queremos descubrir precisamente eso –Camila respondió.
–Sí, nosotras también queremos saber que hay entre nosotras –tomé la mano de la chica junto a mí.
–Mis amores, creo que saben perfectamente que sus familias crecieron en ambientes tradicionales y que si lo de ustedes se llega a saber posiblemente no sea una linda noticia para nadie –ella nos hablaba con un tono suave pero sin restarle importancia al asunto.
– ¿Pero cómo es que tú te lo tomas con más tranquilidad? –ella sonríe y mira nuestro agarre sobre la barra.
–Porque puedo ver que lo de ustedes no es cualquier cosa, aunque ustedes no lo sepan –ríe por lo bajo y nos volvemos a mirar.
–Nana, hasta hace poco no nos hablábamos realmente, no sabíamos casi nada la una de la otra y de repente pasa todo esto. Yo nunca me plantee la idea de estar con una mujer, nunca pensé que me podría gustar una mujer –miré a Camila –Nunca me imaginé querer a Camila –ella se sonrojó.
–Estoy igual Nana, nunca me fijé en una chica y aunque no había tenido novio siempre pensé que era porque nadie me llamaba la atención lo suficiente. Luego Lauren entra en mi vida un poco más y aquí me tienes, queriéndola un poco más cada día –me miró de vuelta.
Esto era especial, era único, verla y escucharla decir todo eso me hacía sentir feliz, muy feliz.
–Lo entiendo cielo, pero no soy la única persona que lo sabe y creo que esa otra persona que lo sabe no está muy feliz.
Cuando escuché eso mi piel se erizó y el primer nombre que se vino a mi mente fue el de Chris.
–Nana ¿Quién más lo sabe? –Camila parecía preocupada.
–Eso no puedo decirlo, me pidió que no lo hiciera. De hecho ni siquiera debería haberles dicho, pero sé que es alguien importante para ti Lauren y te darás cuenta de quien hablo –se puso de pie –Tengan cuidado si no quieren que esto se sepa, no pueden ir besándose por todos lados –nos sonrió y salió de la cocina.
– ¿Crees que sea Chris? –Camila cuestionó, ella pensó lo mismo que yo.
–Es la única persona que viene a mi mente –besé su mano y le sonreí –No importa, todo estará bien –le doy confianza aunque también estoy temerosa.
– ¿Y Chris? –pregunté a mi mamá cuando estábamos sirviendo la cena.
–Se fue, parece que irá a casa de su nueva novia –su tono de voz tenía algo de tristeza –Lauren –mis ojos se encontraron con los de mi mamá cuando hizo esa pausa – ¿Soy yo o Chris está actuando diferente? –me detuve a pensarlo un poco.
–Yo también lo creo –respondí viendo su vista bajar al suelo.
–Esperaba que sólo fueran ideas mías –respondió de nuevo con ese tono desanimado.
–Tranquila mamá, el aún es joven y cambiante –acaricié su espalda.
–Supongo que tienes razón cariño –me sonrió débilmente –Gracias –besó mi mejilla y salió tomando un par de platos antes de salir al comedor que se encontraba en la siguiente habitación.
–Feliz año nuevo Camz –susurré en su oído viendo los fuegos artificiales desde el balcón de mi habitación.
–Feliz año nuevo Lolo –rodeó sus brazos en mi cintura e hice lo mismo antes de unir nuestros labios en el primer beso del año.
–Fue una buena idea fingir dolor de estómago –dijo sobre mis labios haciéndome reír.
–Eres muy inteligente Camz –sonreímos antes de otro nuevo beso.
A medida que nuestros labios seguían tocándose la intensidad de los besos aumentaba así que casi inconscientemente caminamos hasta mi cama y la recosté con delicadeza sobre esta.
No dejábamos de besarnos aunque de vez en cuando sonreíamos con nuestras bocas unidas y adoraba besar su sonrisa.
–Creo que deberíamos dormir princesa –se sonrojo por la forma en que la llamé.
–Eso creo –besó de nuevo mis labios.
Pasaron unos minutos más sin poder separarnos hasta que decidí tomar valor y levantarme de la cama.
Cerré las puertas que daban al balcón, me acerque al closet y saqué una pijama para Camila.
–Tu camisón es muy cómodo para dormir –lo tomó en cuanto se lo ofrecí.
La ayudé a sacarse el vestido y en seguida se lo puso. El camisón le llegaba hasta las rodillas y siendo de seda semitransparente le quedaba perfecto, apenas se notaba su ropa interior debajo y eso me hizo sonreír.
–No mires –le dije sacando una playera de los gigantes de New York del closet y unos calzoncillos de hombre.
–Pero tú ya me viste en ropa interior –protestó.
–Aun así, no mires –sonreí sonrojada.
Me quité mi vestido y las medias, me giré para asegurarme de que Camila no me mirara y luego me deshice de mi sostén para inmediatamente ponerme mi playera. Nuevamente volteé para verla dándome la espalda, me quité las bragas y me puse los calzoncillos, la ropa la metí en un cesto y me escabullí debajo de las sabanas.
–Listo –dije cuando Camila ya giraba para quedar frente a mí.
–Pero que pijama tan más provocativa –bromeó levantando la sabana para ver lo que llevaba puesto.
–Es cómoda así que tienes prohibido burlarte –fingí molestia pero me besó y tuve que sonreír.
– ¿Theo se burlaba? –su pregunta me desconcertó.
–No, él nunca me vio en pijama –ella levantó una ceja sorprendida.
– ¿Nunca? –negué con la cabeza.
–Las únicas que se han burlado son Ally, Normani y ahora tú –besé su mejilla.
– ¿Y cómo es que tienes este camisón?
–Mamá me lo compró esperando que dejara de usar grandes playeras y calzoncillos pero no es para mí, por eso me despierto antes que ella y no me ve con pijama –sonrió.
–Eres terrible –reímos y la besé antes de abrazarla para quedar profundamente dormidas.
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Hola :) Ya que no pude actualizar ayer, les dejo un pequeño regalo.
¡Feliz año nuevo!
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Our Story
FanficCamila Cabello y Lauren Jauregui se conocen de prácticamente toda la vida, sin embargo nunca habían cambiado más de unas cuantas palabras, pero todo eso cambiara cuando decidan conocer más una de la otra.