Vet || Minsung

once

El día de hoy había sido particularmente extraño. Extraño en el sentido de que le habían sucedido cosas que nunca antes le habían pasado.

Para empezar, Jisung se había levantado más temprano que lo habitual, mucho tiempo antes de que la alarma sonara debido al calor que sentía debajo de la pila de frazadas con la que se había ido a la cama la noche anterior. El Jisung de hace tan solo unas horas no pensó en nada y se había dio a soñar con la más grande de sus sonrisas en su rostro. Además, había dormido muy poco en el trayecto del fin de semana y hoy parecía haberse acostumbrado a las pocas horas de sueño. Sin embargo, no se sentía cansado, y no era por esa razón que no tenía sueño como la mayoría de las otras veces. La fecha en su celular le indicaba que hoy debía entregar el proyecto que había estado trabajando junto con Hyunjin en la semana, y se tenía fe. El día soleado sin frío y las altas expectativas con respecto a la calificación en la asignatura le hicieron casi saltar de la cama.

Garritas estaba aún durmiendo en el sofá. Para suerte de Jisung, su pelaje era gris y no se notaba a simple vista la huella de pelos que dejaba en cada lugar donde se acostaba a dormir sus largas siestas. Jisung llenó su plato de comida y le cambió el agua. Luego, se dio un baño largo, tomándose el tiempo en poner sus canciones favoritas y disfrutar la ducha sin preocuparse por congelarse de frío. Por último, chequeó su maqueta una última vez antes de salir de casa.

(...)

Las mesas estaban ubicadas formando un círculo para que cada grupo muestre el proyecto dado. Hyunjin casi había llegado tarde a la clase pero a Jisung no le puso presión por ello. Estaba más preocupado por la venda en su nariz que parecía reciente. Cuando le preguntó qué le había sucedido, Hyunjin respondió sin ánimos.

—Una pelea. Lo de siempre.

No parecía tener ganas de hablar de eso y Jisung no hizo más preguntas. Nunca llegaría a comprender la relación de Hyunjin con su padre y, por más que quisiera ayudarlo, no tenía herramientas para hacerlo.

—Si necesitas ayuda aquí estoy.

Las palabras brotaron antes de que quiera sacarlas por su cuenta. Jisung temía que Hyunjin haya forzado una dependencia entre ambos y que ya sea demasiado tarde para deshacer el nudo, que él sea todo lo que Hyunjin necesite. Porque Jisung no quería serlo. Sus palabras no habían sido tan erróneas después de todo. Él podría estar presente si Hyunjin lo requería, porque lo quería ver bien, sano, feliz, pero por su propia cuenta, no siendo él su vía de escape.

El profesor había llegado a tiempo y sus latidos se aceleraron. Siempre se ponía nervioso en las exhibiciones por ponerse barreras tan altas, pero no podía evitar su forma de ser. La calificación satisfactoria era la única prueba que tenía que le demostraba que sí servía para algo en la vida, que tenía un propósito y un objetivo del cual sostenerse y no caer en la depresión constante como el desdichado a su izquierda.

Unos ojos inspeccionaron maqueta por maqueta hasta llegar a la suya. Y todo había pasado realmente rápido. No tardó ni un minuto en tener una devolución. Su nota era un nueve de diez, es decir, la más alta que ese profesor había otorgado en su vida.

Jisung suspiró aliviado, era de los pocos de su clase que había pasado la tarea y no tenía que recursar la materia. Vio a Hyunjin sonreír también y eso lo llenó de orgullo.

—Buen trabajo.

—Igualmente. Hoy tal vez pase por la gráfica a retirar un pedido —le avisó. Jisung esperó que eso no significara que lo quería ver allí.