"Una señorita debe ser discreta y cautelosa sin importar desafortunadas situaciones¨
Etiqueta y protocolo de lady EscandalosaEl inicio de la temporada estaba siendo más concurrido que nunca. No era para menos ya que el Gran duque de Cavendish, abría las puertas de su mansión, avecinando más veladas durante la temporada por primera vez. Gran augurio para cerrar tratos o conseguirlos como así tambien buenas oportunidades de conseguir enlace propicio para cualquier señorita que aspirara a un buen título. Todas las buenas familias asistieron esperando que el Rey o la Reyna madre aparecieran. Por esto la velada estaba siendo demaciado asfixiante debido a coquetería y risas engañosas. Hastiada de estar mirando a los demás bailar, miro con suplica a su primo para que la ayudara a escapar y tomar algo de aire. El salón comenzaba a sofocarla, demostrándole una vez más que no pertenecía en aquellos lares pero más que nada porque prefería el acompañamiento de un buen libro. Con un leve asentimiento de su primo le dio permiso mientras se reunía con un grupo de caballeros al igual que sus tíos que se encontraban cerca. Sabía que no debía alejarse lo suficiente pero fue difícil encontrar un poco de tranquilidad con el salón colmado.
De igual manera nadie excepto sus tíos repararía en su ausencia. Como siempre fue invisible para los caballeros y su carnet de baile estaba vacío. Caminado por los desolados pasillos se encontró con las pinturas de los anfitriones de la noche, sin darle importancia empujo unas puertas encontrándose con la biblioteca, en penumbras excepto por la tenue luz de la luna que entraba por las ventanas de la habitación.
Un sin número de ejemplares dispuestos en todas las paredes de la habitación le daban la calidad bienvenida y se lamentó la escasa luz para ver al menos los títulos. La música apenas se escuchaba y los sonidos de la noche daban cierto aire de misterio más de lo que las máscaras proporcionaban esa noche. Desatando el lazo se saco la delicada mascara para relajarse mientras se acercaba al gran ventanal que daba a los extensos jardines, únicos sin duda. Pero su tranquilidad duro poco al escuchar pasos acercarse a la biblioteca seguida de agudas voces. Sin pensarlo demaciado se escondió detrás de las cortinas lo sufrientemente gruesas y extensas para ocultarla. Apenas llego a cubrirse cuando las puertas fueron abiertas.
-como se le ocurre aparecer, alguien podria haberlo reconocido.-una aguda voz seguido de ruidos se escucharon.
-nadie me reconoció con estas molestas mascara, además el tiempo se nos acaba, debemos solucionar el problema antes que sea tarde.
-cree que no lo sé, aun no es el momento debemos esperar un poco más.
-hay que encontrar otra solucion, es posible que el rey no asista en esta temporada.-pero al menos lo hará en las veladas del Gran duque, debió de pasar algo para que no asistiera esta noche.
-los problemas aumentan no creo que la gran Reyna quiera ponerle en riesgo, al asistir a las veladas, por lo que debemos tener otro plan.
-entrar al palacio es imposible.
-hay una fragilidad en algunos puntos y tenemos gente adentro lo más propicio sea actuar antes de su cumpleaños.
-si tambien escuche que reforzaran la seguridad pero sigue siendo riesgoso.
-al menos estamos viendo nuevas propuestas no perdiendo el tiempo en veladas como usted.
-pues busque otras alternativas, mientras tanto seguiré con esto, sé que asistirá tiene que encontrar un enlace pronto y no es posible que alguna candidata venga sin temer por su vida, por lo que le queda asistir.
-espero este en lo cierto, continúe aquí, buscaremos con los demás como entrar en caso de ser necesario o...
-debe irse, le mandare novedades.-lo interrumpió abruptamente aquella primera voz, sintiéndose desfallecer se obligó a mantener la calma apretando fuertemente la máscara en sus manos, con lo que acababa de escuchar.
《Quieren matar al rey》
Los pasos se potenciaron al cerrar la puerta, debía esperar un tiempo antes de salir. No debió de irse del salón.
Cuando pasó unos minutos se decidió a salir hasta que unos pasos se escucharon cerca de ella, tensándola abruptamente.
-dudo que sea espía de lo contrario pasaría mas desapercibida, por lo que me pregunto ¿acaso no le enseñaron a no escuchar platicas que no le incumben?-la aguda voz hablo erizando completamente, su voz se imponía lo suficientemente para que solo ella lo escuchara.
La situación era grave y ella no podía salir de alli con vida despues de haber escuchado aquella plática.
-es mejor que salga, no me haga ir por usted.-que podía hacer, pese a estar abierto los ventanales no era lo suficiente rápida más con los zapato de escapar del sujeto sin que logre atraparla antes de que buscara ayuda y menos aún de saber si no habia mas esperando afuera por ella. Si el aquel hombre noto su presencia de seguro habrá hablado al salir de la habitación. Además ¿Cómo sabía que era mujer? Su perfume.Respirando profundamente se dio valor. Corriendo las cortinas se dejó ver, mirando hacia abajo. Los pasos del hombre comenzaron acercarse a ella lentamente hasta que diviso sus zapatos a escasos centímetros de los de ella.
-una casadera.-murmuro, se lamentó haberse sacado su máscara para evitar ser reconocida, al menos tendría alguna oportunidad pero le pareció que pesaba más en su mano como recordatorio de lo real, de la situación.
El hombre acerco su mano hasta levantarle el rostro con delicadeza hasta la escasa luz, el leve cosquilleo de su contacto la inquieto, para esa noche su tía habia decidió dejar de ocultar sus imperfecciones.
《El hombre que se case contigo debe conocerte tal y como eres, confió en que sabrá apreciarte, mi rosa 》
Por lo que su vestido dejaba al descubierto su cuello pero sus brazos estaban cubiertos por largos guantes blancos de encaje que daban un toque delicado al celeste de su vestido.
-Lady Sherathon.-por primera vez no sintió la burla al mencionar su nombre sin dar entender su apodo, pero sin mirarlo aún se alejó del contacto de sus manos.-entenderá que no puede salir de esta habitación con lo que acaba de escuchar ¿no?
-no vi sus rostros, no soy ningún peligro para ustedes.-hablo sin titubear aunque estaba a punto de temblar.
-eso no es de mucha seguridad.-volvió acercarse a ella, apretando más la máscara en sus manos se obligó mantenerse en calma.-cualquiera en su lugar comenzaría a rogar por su vida.
-no soy cobarde, si quiere matarme hágalo y termine de una vez.-disfrutaba de la vida pese a amargos momentos pero no era ninguna ilusa, de alli no saldría con vida. Pero tampoco le daría gusto alguno de morir suplicando sabiendo que sería en vano.
-es valiente.-susurro mientras corría levemente su saco dejando entrever el acero en su cintura.-esta noche ha sido complicada, por lo que le diré que haremos.
Con la máscara su voz sonaba rasposa y se permitió levantar la vista por primera vez desde que salió de su escondite. Con un traje costoso, gran altura al igual que porte junto con la máscara que cubría por completo su rostro y solo dejaba entrever sus ojos oscuros sin dejar ver su color por la escasa luz, todo el infundía respeto al igual que temor. Aun así no fue demaciado para infundirle miedo. Él se acercó notando por primera vez su perfume. Menta.-pasare por alto su presencia sin decir nada a nadie, si usted hace lo mismo de lo contrario, no pagara solo usted las consecuencias sino toda su familia, dudo que quiera perder más personas cercanas más de lo que ya perdió ¿entendió?
-sí.
-¿si?
-solo salí a tomar un poco de aire al balcón y perdí la noción del tiempo.-logro decir.
-bien.-tomando la máscara de sus manos se posiciono detrás de ella atándole los lazos, cubriéndola nuevamente.-debe irse antes que comiencen a buscarla.-le susurro cerca de su oído, estremeciéndola.-estaré vigilándola, no falle a su palabra.
Sin esperar, se alejó del sujeto caminando lo más rápido que pudo abriendo las puertas. No se detuvo ni se volvió solo se alejó rápidamente escuchando el sonido de la música más presente del salón con el corazón latiendo vertiginosamente.
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Cuéntame del amor
Historical FictionComenzando su segunda temporada, Alice Sherathon sabe que será en vano todo el esfuerzo de sus tíos por encontrarle algún caballero. Sobretodo aquel que considere su dote sobre su físico. Alice no era la flor inglesa pero ni su pasado ni lo que dejo...