Cuéntame del amor

Capítulo 1

   Diez años despues


¨Aunque las emociones amenacen con salir, una señorita siempre debe contenerse¨
 

                                                                                       Etiqueta y protocolo de lady escandalosa

  El olor penetrante del humo se adentraba en todos sus sentidos, podía sentir el calor en su piel y una respiración casi forzosa cerca de su rostro. La humedad de sus lágrimas pronto se convirtió en tibias al igual que su llanto que murió en su garganta.
《Tranquila princesa, todo estará bien, escucha mi voz》
La voz débil logro calmarla por lo que cerro sus ojos debido al ardor de los mismos, mientras aquella frase se repetía en su cabeza.
《...todo estará bien, escucha mi voz》
  Una vez más despertó gritando en medio de la oscuridad. Una suave brisa proveniente del balcón la estremeció dándose cuenta de la humedad en su rostro.
-¿Milady se encuentra bien?-su doncella como tantas veces volvió a irrumpir en su habitación ya no espantada como la primera vez que la escucho al entrar a trabajar.
-estoy bien, regresa a dormir.
-¿quiere un vaso con agua? mirando el jarrón cerca de su cama, negó levemente.
-olvidaste cerrar las ventanas.-logro decir saliendo de su estupor, evadiendo el tema, su doncella mirando hacia el balcón se excusó rápidamente para luego cerrarlas.
-disculpe, esta noche hacia demaciado calor, pero una tormenta se avecina.-ante aquella afirmación se estremeció.
-eso retrasará el regreso de los marqueses.
-esperemos que no.
-ve a descansar beth, sabes que no es necesario que acudas.-sabiendo que no lo cumpliría .-ve, mañana será un dia agotador.
-¿quiere que le deje algo de luz?-mirando la vela en sus manos, negó volviendo a recostarse, escuchando la puerta cerrarse.
  Despues de tantos años aún seguían las pesadillas, sus recuerdos. Esa fatídica noche habia perdido todo lo que amaba y ni siquiera podía recordar sus rostros. Solo haber despertado por los ruidos y gritos pero al salir de su habitación fue como entrar en una caldera. Podía verse correr por pasillos tomados por el fuego y luego sentir unos brazos sujetarla y abrazarla fuertemente. Sus ojos y su voz le transmitieron tranquilidad tan solo un poco.
   Según le dijeron cuando tuvo suficiente edad para comprenderlo, el fuego habia comenzado en algun sector de la mansión durante la noche, su madre y su hermano mayor no lograron escapar pero su padre debía de estar en la planta baja para cuando comenzó el incendio lo que logro sacarla. Al igual que el resto el tampoco sobrevivió solo ella quedaba. Por ser mujer el título de su padre paso a su tío que la tomo bajo su tutela junto a su esposa. No podía estar desagradecida se ocuparon de ella cuando no tenían ningún deber sin ocupar jamás el lugar de sus padres. Lo cual agradecía. Pero odiaba cuando salían de viaje por la amarga sensación que la embargaba cada vez que ocurría que ni sus cartas lograban aminorar el temor de no volver a verlos.
   Pero pronto comenzaría su segunda temporada y ellos adelantaron su regreso para acompañarla, no podían confiar esa responsabilidad a su hijo. El futuro Márquez siempre fue su gran aliado pero tambien tenía otras responsabilidades que andar resguardándola en cada baile que el trataba de evitar a toda costa. Su tía siempre fue rigurosa con su educacion más aun cuando volvió de la escuela de señoritas a los dieciséis, según ella aun le faltaba pulirse.
La quería pero detestaba su insistencia en buscarle un candidato digno.
《Alice, si esperas encontrar el amor pierdes tu tiempo, solo busca el adecuado luego te acostumbraras》
   Fue lo que le dijo al terminar su primera temporada y habia rechazado un conde en desgracia atraído por su dote. Esta nueva temporada su tío sumo más, el dinero era de su padre y ellos jamás lo tocaron podía tomarlo tambien si no se llegara a casar, pero esperaban que lo hiciera.  

   Como podían negar la verdad. Tal vez jamás pudiera casarse. Tenía más que las demás, pero no era ninguna flor inglesa. Era imperfecta ente los ojos de los demás y nadie podria aceptarla.
En el incendio no solo dejo en ella dolorosos recuerdos sino tambien una gran cicatriz que tomaba una parte de su cuello, su hombro y brazo izquierdo. Piel dañada. Su padre la salvo pero debió de caer algo sobre ellos que la dejo en ese estado pero no recordaba sentir dolor alguno. 

  Con algun vestido podria ocultar aquella imperfección de su cuerpo pero los dias de calor eran un suplicio. Pena y rechazo generaba su presencia y aunque mantenían los comentarios al mínimo en presencia de sus tíos y su primo que más de una vez salió en su defensa seguían pensándolo. Incluso escucho el apodo otorgado en su presentacion ya que vistió un delicado vestido pero que dejo entrever su marca lo que provoco que su tía arreglara nuevos vestidos. El esperpento Sherathon.