"una sonrisa sutil es mejor a ensayadas sonrisas capaces de alejar futuro candidato interesado ¨
Etiqueta y protocolo de Lady Escandalosa
La pequeña celebración de campo, de los condes de York estaba por acabar antes de comenzar. El calor incesante de la tarde desanimaba cualquier actividad propuesta por la condesa, aun así el encanto innato de la misma, termino por convencer a los presentes en una búsqueda del tesoro, solo que para cambiar las reglas, esta vez dos señoritas y un caballero que saliera del sombrero formarían equipo, evitando incidentes desafortunados para alivio de chaperones y padres. Pues cada vez que se proponía dicho juego se emparejaba a una señorita y un caballero no muy propicio, ya que siempre algunos besos robados apresuraban compromisos.
-ve a reunirte con las demás.-le susurro su tía mientras se abanicaba incesantemente.
-¿Podria esta vez eludirla?-cerrando su abanico rápidamente la miro suspirando.
-ya lo hablamos Alice, será por poco tiempo podrías hacer más amigas que la señorita Dudley, por cierto no la vi.
-su madre sigue enferma.
-pobre niña.-negó la duquesa.-por eso mismo debes hacer más amistades y conocer alguien esta temporada.
Rebatirle algo seria infructuoso, enderezándose se alejó acercándose a la multitud de señoritas deseosas de comenzar a comparación al grupo de caballeros fatigados antes de comenzar. Al menos el sol comenzaba a caer acompañado con suaves brisas que lograban refrescar.
Habia pasado una semana de lo vivido en la fiesta del Gran duque, y aunque evitaba pensar en ello. Le fue imposible. Como olvidar una información importante.
Aunque no sería la primera vez o los primeros en intentar algo contra el Rey, los constantes conflictos le estaban proporcionando un sinfín de enemigos. Enemigos con demaciado poder para un rey que apenas tenía la edad suficiente para soportar.
《Estaré vigilándola, no falle a su palabra》No tenía duda que así era. Durante este tiempo que habia salido a acompañar a su tía logro sentir una extraña sensación. Si esa noche no sintió miedo esta vez lo sintió. Cada dia temía que fuera el último.
¿Cómo podria confiar que se olvidaría de ella fácilmente?
Ese tipo de personas eran capaces de cualquier cosa. Y ella, un obstáculo. Aun así trato de continuar obviando la sensación de vértigo instalada desde esa noche.
-lady Sherathon.-la condesa la saco de sus pensamientos abruptamente, sonrojada se dio cuenta que habia estado perdida en los mismos y que los presentes la miraban burlonamente.-le toca con Lady Penthen y lord Dudley, reúnase.-asintiendo se acercó notando la mirada burlona de Dudley.
-cuidado milady no le dé motivo a las personas de pensar que está loca.-se acercó Thomas Dudley besando su mano dejando atrás a Catherine Penthen indignada ante aquel desplante.
-no sería la primera vez.-con una sonrisa de lado la soltó.- ¿pensé que no asistirías? ya que Abigail no está.
-prefirió quedarse en casa, le sirve como excusa para no asistir.
Los hermanos Dudley eran sus únicos amigos. Los conocía desde que podía recordar ya que siempre fueron vecinos. Lo que la sacaba de situaciones incomodas en cada velada. Sin embargo Abigail era demaciado tímida a diferencia de su hermano que era todo un libertino enemigo del compromiso. Aun así podía contar con ellos. Pero evitaba estar demaciado tiempo en compañía de Thomas ya que su tía tenía la loca idea de emparejarlos desde siempre.
Por más que estuvo enamorada en su infancia todo sentimiento murió cuando fueron creciendo y notando que le agradaba más como amigo que como futuro marido.
-por lo que señorita, esta tarde te toca cumplir con el trabajo de mantener lejos a Lady Penthen o cualquier otra.
-es mejor comenzar antes que termine por matarme con la mirada.- le escucho reír mientras ofrecía su brazo.
Los minutos parecían largas horas en compañía de Lady Penthen capaz de sonreír a cada segundo. Como era capaz de hacerlo y hablar sin parar. Al pobre de Thomas le fue imposible evadirla. Desde que se adentraron a los jardines Catherine tomo su brazo alejándolo de Alice comenzando una plática en la que solo ella se respondía ya que no dejaba tiempo para que su acompañante respondiera.
Caminando despacio les permitió que se alejaran un poco para descansar del parloteo. Mientras su amigo buscaba los objetos con Catherine a su lado, se sentó en unos de los bancos del jardín alejada de la pareja.
-así no ganaran si solo uno busca.-exaltándola quito la mirada de sus compañeros mirando al recién llegado parado cerca de ella.
-deberíamos decir lo mismo, usted está solo.
-es tedioso ser perseguido por dos casaderas es más caballero dejarles buscar sin mi presencia.
-que vanidad Leicester.-es instinto de sobrevivencia.
-tendrá que dejar de escapar ya no está en edad para ser selectivo.-la carcajada de Leicester anuncio su presencia a sus compañeros, Tomas la miro esperando que le dijera algo para venir en su encuentro pero ella negó sutilmente.
-debería decir lo mismo, al paso que va me casare antes que usted, Sherathon.-dándole una gélida mirada aquel descarado se alejó antes de comenzar otra discusión.
Henry Leicester jamas cambiaria. Aun se lamentaba que la encontrara vestida con ropa de hombre cabalgando sola. Habia escuchado de la llegada del conde Leicester y su hijo pero jamas pensó que fueran vecinos. El primer encuentro habia ocurrido hace dos meses cuando ellos llegaron. Se habia detenido para que su caballo tomara agua en el rio cuando Leicester la sorprendió.
-estas son tierras del condado de Leicester, está invadiendo propiedad privada.
-el rio limita ambas propiedades, por lo que no.
-debería medir como se dirige a un Lord.
Ignorando aquel hombre acomodo las monturas para volver a montar, hasta que sintió su presencia.
-a lejos de equivocarme tiene más formas femeninas que masculinas.-tensándose, apretó sus labios sin voltearse. Nadie sabía que se vestía de esa manera y si su tía se entera posiblemente no podria volver a cabalgar de nuevo. Por lo que subiendo rápidamente a trueno se preparó para alejarse rápidamente pero aquel ser prepotente tomó las riendas deteniéndola, provocando con ese abrupto movimiento que parte de su recogido saliera del sombrero, delatándola.
-valla.-rio, sin poder evitarlo por mucho, levanto la mirada encontrándose bajo la intensidad de la suya, el pareció sorprendido como todos al recorrerla por completo deteniéndose en la escasa piel de su cuello que la camisa permitía pero lo sufiente para que pudiera ver parte de su cicatriz. Lejos de darle alguna mirada de lastima o de burla esta vez era difícil de descifrar lo que pensaba aquel hombre.
-podía haber hecho que me callera del caballo está loco.
-solo quería comprobarlo.
-pues espero este satisfecho señor.-sin poder contener su descontento, retrocedió para que aflojara las riendas y pudiera irse.
-no quise ofenderla pero tampoco son las formas de andar vestida de esa manera aunque su falta de educacion es lo que más sorprende.-volviendo a retroceder esta vez aflojo las riendas.
-no es de su incumbencia si tanto hace alarde de su educacion, espero sepa ser discreto con lo que vio milord, buenos dias.-asintió, alejándose lo más rápido que pudo de aquel caballero detestable.
Cuando supo quién era, deseo no volver a cruzarse, aunque la suerte jamas formo parte de su vida. Se volvieron a cruzar demasiadas veces y cada ocacion peor que la anterior. La prepotencia y la ironía les dominaban en sus encuentros.---------
Hola ¿como están bell@s ?. Espero les guste este nuevo capitulo, si es así no olviden votar y comentar. Me gusta leerlos. 😘
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Cuéntame del amor
Historical FictionComenzando su segunda temporada, Alice Sherathon sabe que será en vano todo el esfuerzo de sus tíos por encontrarle algún caballero. Sobretodo aquel que considere su dote sobre su físico. Alice no era la flor inglesa pero ni su pasado ni lo que dejo...