Tormenta

275 21 0
                                    

Era una niña perdida, sola, el cielo era nublado.

La niña solo esperaba a que hubiera cielo azul y un sol que se pudiera ver, las nubes estorbaban.

Era nueva, la mayoría éramos nuevos.

Compraste la amistad de todos, hasta la mía.

Te confíe los miedos mas profundos de mi corazón, parecías de fiar. Te veías tan indefensa.

Te confíe todo, te conté todo. Hasta lo que nunca le contaría a mis verdaderos amigos, no se porque.

Viste que era un peligro, que dejarías de ser popular y decidiste arruinar mi vida.

No se que viste que haría, pero algo si sé, que sabias todas las formas de destruirme.

Empezaste haciendo que todos me odiasen, los maestros me veían con asco, pena. No quiero su pena.

Después de hacer que por meses me dejaran de hablar todos, me odiaran como si fuera basura en un lugar limpio e incluso hiciste que fuera el blanco de insultos, después de eso siguió mi corazón.

Me pediste perdón, te creí, fue el peor error de mi vida, pero no lo sabia.

Hiciste que chicos apostarán a que les gustaría, eran dulces y caí, como niña tonta.

Muchos preguntaban ¿Que tienes? Solo respondía que estaba cansada, pero estaba sola, y la soledad estaba acabando conmigo.

Llego el momento en que meses se me hacían eternos, llegar a casa a encerrarme a llorar y aparentar estar bien se hizo costumbre.

Llego el momento en que la niña se dio cuenta que ya no estaba nublado, ahora estaba una tormenta, las gotas nublaron la mente de la niña. Nublaron tanto su mente que llego a querer de dejar de ver el cielo... ¿Sabes a lo que me refiero, cierto?

Quiso terminar con su sufrimiento.

El arma en sus manos le gritaba que lo hiciera, pero ella recordó que si quieres que la gotas ya no te toquen, debes cubrirte.

Soltó el arma y se puso un paraguas, la tormenta seguía ahí, pero ella ya no estaba indefensa, ahora tenía un paraguas, con el que llego a la civilización. La tormenta termino perdiendo, ella fue mas fuerte que los insultos, burla y mas.

Ella seguía fingiendo ser feliz, eso siguió, pero ahora estaba preparada para la siguiente tormenta.

No prometo nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora