12 Slave (Kylo Ren)

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~Advertencia: pensamientos raros y a veces sarcásticos de la rayis.~

Cuando Snoke le dijo a Kylo que podía tomarse libertades y olvidarse hasta cierto punto de las normas que Luke inculcó en el joven Ben Solo, no esperaba que desapareciese tan rápido.

Se había ido al borde exterior, puede que para "investigar" sobre todo lo que se vivía allí que el no conocía.

Matar a cualquiera que le cayese mal sin ningún pretexto también era muy satisfactorio. Aunque no le hacía falta saber mucho sobre la sexualidad, tampoco era huérfano, pero sí tenía cierta curiosidad.

Los cazarrecompensas no se acercaban a él ni le cuestionaban que hacía allí, aparte de no querer problemas con la primera orden, estaban ocupados con sus cosas.

- Señor...Ren... ¿Se debe a algo su visita? - le preguntó nuestro jefe, yo me encontraba mirando algo lejos de ellos, pero me llamó la atención su presencia.

- Nada en especial, ¿Acaso no puedo estar aquí?- le echó en cara, su voz sonaba distorsionada por el casco, sabía lo siguiente que diría su contrario, así que me alejé más de ellos.

- Claro que si, ¿Puedo ofrecerle nuestros servicios? - y... ahí va. Dirigió una miradita hacia mi y las otras esclavas, odio mi trabajo.

- Servicios..? - susurró dudoso.

- Si, ya sabe..- le dió un suave codazo y le hizo señas, y aunque no pensaba que el comandante pudiera acceder a semejante propuesta, su respuesta fue una obra de arte convertida en palabras.

- Hm... Supongo que no pasaría nada si aceptase. - dirigí los ojos hacia él, atónita. ¿Cómo...? ¿Qué...?

- Solo pasarían los créditos en mi bolsillo... Ejem, y su disfrute por supuesto. - sentí como el señor Ren me devolvía la mirada, luego me señaló con el dedo. Estoy muerta.

- Quiero a esa - empecé a ponerme nerviosa, me acerqué rápidamente e hice una reverencia.

- Cuanto tiempo? Una hora, un día...-

- Me. La. Llevo. - eso puede ser bueno y malo. Bueno porque en teoría me está comprando, y malo porque ahora tendré que trabajar de verdad.

- Oh, por fin alguien que tiene interés en ella, apenas ha hecho unos diez trabajillos desde que me la trajeron.- dijo mientras calculaba los costes.

Le mataría

- Diez mil créditos. - para lo avaro que es me ha vendido por una miseria.

- Hecho - le entregó el dinero y me tomó de la muñeca, ahora tendré que pasearme con esta ropa por todo el lugar.... Genial.

- E-eh...señor...- susurré algo cohibida - Me aprieta la muñeca. -

- ¿Uh? Perdona. - tomó mi mano con delicadeza y volvió a dirigirme la mirada - ¿Tienes frío? -

- U-un poco, p-pero no importa, señor...- agaché la cabeza intentando que las miradas de todos los cazarrecompensas y otras sirvientas no me pesaran.

- No quiero que pases frío. Ahora eres de mi propiedad en teoría..- me cubrió con su capa y siguió caminando, me sentía como una niña pequeña, cosa que en teoría nunca he tenido tiempo de ser...

- No es en teoría, te pertenezco literalmente, soy como un objeto que hace todo lo que tu pidas...- dirigí los ojos hacia él con la mirada vacía, ya estábamos llegando a su nave.

- Ya tengo a todo un ejército que hace eso, yo quiero a alguien que me acompañe. - acarició mi mejilla y luego me subió detrás de su asiento, me sonrojé levemente. Creo que me empieza a gustar la actitud de mi nuevo dueño.

No deberías hacer eso...

Pero sino... No podré comer

¿Por qué?

Porque no tengo dinero... Ni familia.

Yo podría ser tu familia.

- ¿Ben? - murmuré sumerjida en mis recuerdos, al instante noté lo tenso que se puso el señor Ren. - Perdona, estaba solo recordando.-

No te preocupes, iré a buscarte...

- Hemos llegado...Tn. - llevaba tanto tiempo pensando que ni me di cuenta, espera...

- ¿Cómo sabes mi nombre? - eso es raro.

- Da igual, baja. - me ofreció la mano y me ayudó a salir de aquel claustrofóbico lugar.

- ¿Dormiré con usted? - me agarré a su brazo ya que tantas miradas tras cascos blancos me intimidaban.

- Por supuesto, si quieres. No voy a incomodarte. - me guió hasta su cuarto, que era grande, lujoso y muy oscuro...

- Quiero dormir contigo...- ese lugar me daba algo de miedo, ni de coña iba a dormir sola.

- Está bien, ¿Quieres una de mis camisetas para dormir más cómoda? - mis ojos brillaron y empecé a quitarme la ropa a la velocidad de la luz.

- Dios, si! Muchas gracias señor Ren yo... Uy, perdone...¿Le incomoda? - me tapé con las manos sintiendo mis mejillas arder de la vergüenza, por suerte el negó con la cabeza y luego apartó la mirada.

- Nunca he conocido a nadie como tu. - confesó con la vista clavada en el techo, sonreí.

- ¿Alguien así de raro? - me puse su camiseta y me dejé la ropa interior debajo.

- Iba a decir única, pero también llevas razón. Pero eres rara para bien, sabes? - me senté a su lado y tomé su mano de forma delicada.

- Gracias, señor Ren. - sentí calor en mis mejillas, no lo entendí bien, ¿Significa que le gusto, de verdad?

- De nada, Tn. - puso las manos sobre su casco y se lo retiró rápidamente, no pude apartar la mirada de su rostro.

No puede ser, es imposible.

- ¿Ben? ¿Eres... Tu? - puse las manos sobre su pierna para aproximarme más a él.

- Ben está muerto, ya no soy é- le interrumpí con un abrazo, no me había sentido así de feliz en toda mi vida.

- No te veía desde que me pillaron los contrabandistas... Dijiste que... vendrías a por mi. - articulé en gesto apenado, me lo prometió cuando tenía apenas catorce años... Han pasado trece años.

- No pude hacerlo antes, el tío Luke no me dejaría comprarte porque eras una prosti y registré todo el borde exterior en busca de ti pero nada... ¿Estás...enfadada? - me aparté la coleta hacia un lado y negué con la cabeza.

- Sólo pensé que me habías olvidado...- apoyé la cabeza en su hombro sintiendo como me desataba la coleta, hacía años que no me dejaban cortarme el pelo.

- Jamás te olvidaría, pequeña ladronzuela. - me abrazó suavemente, y depositó un beso en mi mejilla.

No esperaba que Ben me liberase después de tanto tiempo...

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Turururu

Dentro de poco se viene un especial ( ꈍᴗꈍ)

One shots~ //Kylo Ren-Adam Driver//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora