2: ¡MengMeng, no veas. Hay un hombre desnudo en mi habitación!

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Los pájaros cantaron y entonaron una dulce melodía que enriquecieron los tímpanos de Mo Ran pero siendo de personalidad perezosa —sobretodo en los domingos— no abrió sus ojos, pero si se despertó. Él bostezó y se removió de la cama. Extrañamente sentía su pecho pesado, no le costaba respirar pero ésta zona tenía una sensación cálida. Todo su cuerpo se puso cálido por aquél sentimiento, de inmediatamente abrazó a la persona que tenía al lado.

Hace mucho tiempo que el joven chef no dormía así. No dormía con alguien en específico. Esa ilusión no quiso que se desvaneciera así que se aferró a ese calor con fervor y emoción, sonrió y se carcajeó suavemente. Mo Ran estaba soñando con que había alguien a su lado, que estaba dormido plácidamente y él lo estaba abrazando.

Curiosamente Mo Ran lo estaba sintiendo en la vida real, como un cuerpo ajeno estaba apegado a su pecho y como unas manos reposaban en éste mismo torso expuesto. No pudo sentirse más feliz por ese sueño. Era como un cuento de hadas. Con pájaros despertando a su persona, la luz del día colándose en su habitación y la bella mañana.

Días pacíficos. Adoraba esos días pacíficos donde podía ser lo más perezoso que deseaba.

Repentinamente, sintió algo removerse en su cuerpo, no sabía si era la utopía o fue algo que ocurrió en la realidad...

Un momento.

Mo Ran estaba soñando con que abrazaba a alguien, ese calor lo podía sentir. Vio sus brazos fuertes y bien construidos aprisionar cierta figura en su sueño,  pero también había hecho ese gesto en la realidad.

Sus cejas se juntaron y removiendo su cabeza varias veces, se frotó contra la almohada. Mo WeiYu abrió sus párpados y vio la ventana. La luz del sol penetró en sus pupilas y chasqueó su lengua con molestia. Debía comprar persianas.

Su mente aún tenía somnolencia encima y el pensamiento tentativo de volver a dormir —siendo domingo— surcó en su mente.

Pero luego, una exhalación que no fue la suya hizo que pisara tierra firme. Lo que pareció ser una ilusión se volvió real, agachando levemente la mirada vio una cabellera larga y oscura. Azabache como la misma noche y tan larga como sus propias hebras, Mo WeiYu se quedó con la boca seca. Sus brazos que mantenían aprisionado a esa anatomía adversa hicieron que sus hábiles subieran a su testa para tocar, mechones empezó a acariciar la palma de su mano y la yema de sus falanges se vio llena por los rizos oscuros. Agachando un poco más su testa Mo WeiYu vio algo que lo dejó helado y frío como un cubo de hielo, que hizo que toda la sangre se drenase de su rostro y se aterrorizara.

Ésto no pasaba desde la secundaria. Cuando follaba con sus compañeras de clase mientras estaba borracho y se despertaba en una casa ajena. Luego de haber terminado con Song QiuTong no volvió a acostarse con más nadie y solo se despertaba en una casa que era la suya.

Pero está vez, no bebió. La noche anterior estaba completamente solo, recordó haberse ido a la cama, su gato vino a hacerle compañía y entonces él lo abrazó como lo estaba haciendo ahora mismo con esa figura tan extraña.

¿Cómo era posible...?

¡¿Cómo era posible qué ahora había una persona durmiendo en su cama?!

¿Podría ser qué alguien se coló...?

No. Sería imposible. El edificio tenía guardias de noche y Xue Meng solo tenía una copia de su llave, nadie más aparte de él y Mo Ran podían entrar a su apartamento.

Mo Ran se quedó tan horrorizado y sorprendido, que sin pensarlo empujó a esa persona durmiendo a otra parte de la cama y luego él trató de levantarse de la cama pero se enredó con las sábanas, cayó al suelo de espaldas. El sonido de su cuerpo robusto y cabeza impactando contra el suelo se oyó, el empuje y ese sonido provocaron que la fisonomía opuesta se despertase con un quejido al igual que Mo Ran.

My Cat Shizun. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora