Ya era tarde cuando llegaron al hotel nuevamente. Cuando Shizun volvió a su forma híbrida en la habitación compartida, volvió a ser la misma persona desnuda que hubo en la cama de Mo Ran aquel día. Mo Ran por otra parte, hizo el esfuerzo en ignorar su esbelto y pálida fisonomía. Sabía que si miraba más allá perdería los estribos, la bestia encadenada se iría a exiliar de la prisión y los desastres que dejaría no serían buenos. Se excusó con que iría a bajar para pedir toallas con las cuales bañarse, arropó al híbrido como precaución de que una mucama lo viera de esa manera tan obscena.
Minutos comenzaron a pasar, Shizun se encontraba arropado hasta el cuello mientras pensaba en lo de hoy. Apretó las sabanas y los dientes ligeramente cuando recordó a la figura que habló con él a la tarde. Desconocía quién era pero su mirada gentil hacia Mo Ran la malinterpretó a una codiciosa. El atractivo de su dueño era como si pusieras leña al fuego, se esperaba que iniciara un incendio forestal. Era caliente y banal, el deseo de únicamente pertenecerle a Mo WeiYu; su dueño actual, fue tan egoísta que sintió ganas de llorar pero por orgullo la lágrima se transformó en una risilla débil y malhumorada.
Los meses que estuvo solo con el masculino de sonrisa encantadora, le hacían sentir seguro, solo recordar que Mo Ran le había dedicado atenciones como si fuera la única familia que tenía era símbolo de ser dependiente de él. Sus pies se removieron de la colcha y se giró, mordió la uña de su pulgar ansioso mientras mejillas se bañaron en un color rosa pálido, la mano se fue directamente hasta el tesoro que había entre sus piernas y lo apretó con vergüenza. Era un sentimiento extraño que estaba empezando a recorrer por su sangre. La lujuria quería afirmar su dominancia e impregnar sus huesos de un deseo banal y posesivo.
Sus dedos se enroscaron en las capas blancas de algodón, sus piernas se flaquearon y removiendose de la cama nuevamente Shizun sintió un ardor en su vientre, calambres se descargaron desde su columna hasta llegar a sus caderas causando temblores en todo su cuerpo. Jadeó despavorido cerrando sus ojos con fuerza, la parte más baja empezó a abrirse con cada respiración que daba y lo estimuló hasta obtener que su miembro se endureciera. Esta vez había recordaba esa noche cuando Mo Ran y él vieron aquella película, su vista se había desenfocado por el placer que brindó aquella espada que poseía el joven chef. Estaba duro y presionando firmemente contra su botón rosa. El pensamiento de aquella polla descubierta, metiendose hasta el fondo entre sus paredes y golpeando hasta el punto de hacerlo desfallecer hizo que de manera inconsciente sus dedos trazaran un camino amoroso desde su pecho hasta llegar a su abierta entrada.
El gemido que soltó cuando dos dedos se introdujeron en él, fue casi parecido a un sollozo.
Se sintió tan sucio.
En su tan corta vida felina no había cometido tal acto indecoroso como ese, pensar en la forma que un hombre lo tomaba era como devorar la fruta prohibida del edén y tragarte sus jugos con satisfacción. Shizun no quiso pero era imposible, desde hace meses venía deseando que su dueño lo poseyera e hiciera su hombre, aunque no era humano por naturaleza; tenía ganas de recibir aquel miembro con sus paredes calientes, sumirse en el mar de la impureza, gemir su nombre como si fuera la última cosa que iría a recordar en el mundo, fusionarse en alma y cuerpo, enredarse por horas en una cama y sentir como si hubieran sido dos vidas las cuales le pertenecieron a él.
Ese egoísmo lo incentivó a seguir palpando con sus dedos aquella entrada, la dilató esperando por algo más grande pero fue insuficiente. Su fantasía se rompió cuando la tercera falange de su mano entró pero no se movió, y pausó con el resto de dedos metidos allí.
"Que estoy haciendo..." musitó desganado y retirando sus falanges de aquel músculo estirado.
Posó sus antebrazos y acunó su rostro en ellos. Ocultó sus ojos fénix rodeados de lágrimas, sus labios temblaron ante la reprensión del sollozo.
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My Cat Shizun.
Hayran KurguMo Ran estaba demasiado solo como para no obtener una mascota. Siempre le habían agradado los perros porque su personalidad tonta y cariñosa le hacían recordar a un husky, así que de manera inmediata quiso adoptar un cachorro para que le hiciera com...