Desde aquel día, Ray estaba un poco más esquivo y alerta con Emilie. Estaba aterrado por la confesión que le había hecho, y sobre todo, por lo que pasaba en su interior.
Una combinación entre felicidad, miedo y dolor estaba en su pecho. Porque sí, a él le gustaba Emma; no podía evitar no verla con otros ojos, y tener estos sentimientos por ella.
Sin embargo, estaba el hecho de que, a alguien más le gustaba Emma. Y ese era Norman; quién había declarado en un principio que amaba a la chica.
Sería alta traición el que él, también tuviera sentimientos por Emma. Pero, peor aún, que ella le correspondiera; y no, él sabía que no porque Norman tuviera sentimientos románticos por ella, tuviera el privilegio de quedársela.
Porque Emma (ahora Emilie), era libre de decidir a quién amaba y con quién se relacionaba. Nunca, jamás, sería ella un objeto. Nunca.
Y quién tuviese esa ideología, era un asco de persona.
No obstante, era traición por el hecho de que, Norman era su amigo... Y era como... Interponerse.
Pero Norman no es nada de Emma, ni Emma nada de Norman. Podrías lastimar menos a Norman si le dijeras que Emma te gusta, ¿No crees?
Parpadeó sorprendido por el pensamiento que le cruzó por la mente, desconcertándolo y asustándolo. Suspiró, decidiendo que iría a su alcoba a descansar.
Cuando en eso, vio por el espacio de la puerta entreabierta, a Emma. Quién estaba vistiendo su chaqueta negra y bufanda, mientras se miraba en el espejo de cuerpo completo; Ray estaba atónito.
Emilie había entrado a la habitación de Ray, por algo que Gilda le había pedido que estaba ahí. Por ello, pidiendo disculpas, entró al cuarto en busca de aquello que Gilda necesitaba... Sin embargo, terminó distrayéndose por ver la chaqueta y bufanda de Ray.
Siendo eso, lo que despertara su curiosidad y el deseo por ponérselo. Fue así como terminó poniéndose aquellas prendas, mirándose al espejo, sonriendo risueña.
Las prendas le quedaban holgadas, pero, olían a Ray. Y eso le gustaban.
Aquello la hizo suspirar de tristeza, llevándose la manga al rostro. Él se había alejado luego de su confesión y beso, y por más que entendía por qué, no podía evitar que le doliera.
— ... Emilie.
Sobresaltada, volteó en dirección a la puerta, mirando asustada al dueño de la ropa que traía puesta. Estaba jodida.
— ¡P-Perdón, yo...!
Ray comenzó a reír suavemente, desconcertándola, mirándolo confundida. Él le sonrió.
— Te queda muy grande. Realmente eres una enana.
— ¡N-No soy enana! — se ruborizó —. Y-Y ya sé que me queda grande...
— Mm... Aún así, creo que te ves bien con mi ropa.
Eso la ruborizó todavía más, acelerando su corazón. Bajó la mirada, tímida —. ¿No estás enojado? Digo, entré a tu cuarto y tengo puestas tus ropas...
— ... No estoy molesto. Sólo... Necesitaba pensar — llevó una mano a su nuca, apartando brevemente la mirada hacia otra parte —. Sinceramente, me sorprendió tu confesión.
— ¿...Por qué? ¿Es raro que quiera amarte?
— ... Sí. Porque, no deberías hacerlo.
— ¡Pero yo quiero amarte!
— ... Hay alguien más que igual te ama, Emilie... Y... No lo sé.
Ella sonrió de medio lado, un poco molesta —. Perdón pero, quiero ser egoísta. Porque no importa lo mucho que esa persona me ame, yo no puedo obligarme a amarla... Lo siento mucho por ella.
— Emilie...
— Déjame amarte, Ray.
Y nuevamente, sus labios sellaron los ajenos.
-Traumada Taisho
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(Let me) Love you [Ray/Emma] {HIATUS}
Fanfiction[OTP Challenge] Emma quiere amarlo. Ray no quiere que eso ocurra (porque ella debía amar a Norman).