Capítulo 4

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Ya era martes, como siempre, Arvel era el que siempre llegaba primero, temía de que le pusieran algún tipo de inasistencia, podría ocasionar problemas en su beca y no quería eso, luego de que el entrará, llegó aquella chica que le hablo el día anterior, pensó:

¿Hablara conmigo o solo se sentará como si yo no existiera?

Mientras meditaba la pregunta, está se le acercó y lo saludo.

—Hola —Le dijo Stephanie con una sonrisa en su rostro.

El chico hizo cara sería y miro de mala manera a Stephanie, luego siguió repasando matemáticas, que era la materia que peor se le daba.

—Oyeeee, ¿Porque eres tan frío? Yo vengo con muy buena actitud a saludarte y tu solo me miras como si fuera la peor persona del mundo —Se quejo Stephanie.

—Hola —Dijo Arvel

—Nunca había visto a alguien tan seco como tú, si quieres te traigo un vaso de agua —Dijo con sarcasmo Stephanie.

Arvel no pudo evitar sonreír ante aquel comentario.

—Sonreiste... ¡No me lo creo de verdad sonreiste! Exclamo Stephanie.

Arvel inmediatamente se sonrojo y volteo a mirar hacia otro lado.

—N-no sonreí, solo fueron imaginaciones tuyas.

—¿Es que no tienes otra mejor excusa? Preguntó Stephanie.

Después de ese comentario se quedaron en silencio y Arvel se recompuso, luego sonó la campana de inicio de clase.

—Ya va a iniciar la clase, mejor ve a sentarte a tu puesto y deja de distraerme —Dijo Arvel.

—Que grosero pero es verdad... Hablamos en el recreo —Respondio Stephanie con una sonrisa.

Es muy molesta y habla demasiado, pero es divertida pensó Arvel.

Después de unas clases, llegó el primer recreo, Arvel como siempre se fue a sentar en el pasto, le gustaba la zona porque ningún niño pasaba gritando ni corriendo, solo era paz y tranquilidad, hasta que...

—Holii —Saludo Stephanie a Arvel.

—Hola —Respondio Arvel.

—Aun no me acostumbro a lo frío y seco que eres pero sé que lo hare —Dijo Stephanie.

—Por cierto... Pase por la cafetería y me acorde de ti, también de que siempre comes lo mismo y quería traerte algo diferente para que probarlas, toma —Stephanie extendió su mano hacia Arvel con una hamburguesa.

Arvel se sonrojo ante aquel acto, ya que nadie nunca le había comprado algo, siempre se burlaban de el.

—G-gracias —Respondio Arvel nervioso.

Es súper tiernoooo pensó Stephanie

—No hay de que —Le respondió con una sonrisa.

—Y... ¿Cuales son tus hobbies? Preguntó Stephanie.

—¿M-mis hobbies?, P-pues me gusta dibujar, escribir, hacer ejercicio y estudiar, cada una de esas cosas me llenan y me hacen sentir feliz —Sijo Arvel de manera apasionada.

—Guau... No sabía que te gustaba hacer todas esas cosas, por tu tono de voz se nota que te gusta hacerlas —Dijo Stephanie sorprendida.

Luego de eso Arvel pensó en lo que había dicho y como lo había dicho para sorprender a la chica, luego cayó en cuenta de su voz apasionada y se sonrojo mucho más de lo normal.

—¡N-no, i-ignora lo que d-dije, no fu...

—Tranquilo —Lo interrumpió Stephanie —No te voy a juzgar por ninguna de esas cosas, al contrario, me parece bien que tengas cosas que te apasionen y te llenen —Dijo con sinceridad Stephanie.

Luego de esa charla, Arvel se sintió impactado al ver lo sincera que era esa chica.

Me gusta su sinceridad pensó Arvel.

Luego de eso sonó la campana y todos tenían que entrar.

—Bueno, hablamos en el segundo recreo, nos vemos Arvel —Se despidió con una sonrisa.

—C-chao —Respondió Arvel.

Luego de eso él también se levantó el inconscientemente sonrió.

Esto va a ser divertido Pensó Arvel

Odio NegativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora