~Mi Destino: Tú~ (Cillian Murphy and Elaine Cassidy)

Capítulo 2.

- Cillian! Melissa! - oí las voces de nuestros padres.

Mel y yo nos detuvimos al instante, ambos con las mejillas de un rojo carmesí, y nos miramos a los ojos sin dejar de sonreír.

- Será mejor que volvamos, Cilly. A no ser que quieras hacer enfadar más a nuestros padres... - dijo Melissa dando media vuelta.

- Tu siempre tan obediente... - le contesté medio riéndome y siguiéndola como un corderito.

Narra Melissa:

Entramos en casa de Cillian y fuimos hasta el salón, dónde se encontraban nuestros padres charlando mientras tomaban una taza de té caliente.

- Melissa, cielo, despídete de Cillian. Nos vamos a casa - me dijo mi madre con esa voz tan dulce por la que se caracterizaba.

- Ya? Tan pronto? - respondí medio quejándome

- Señora Harris, podría dejar que Mel se quedara hoy a comer con nosotros? Lo estábamos pasando muy bien... - intervino mi mejor amigo agarrándome de la mano.

- Eres un solete, Cillian... Pero, lamentablemente, Mel no podrá quedarse a comer hoy... - le contestó mi padre.

- Bueno... Pues esta tarde jugamos al escondite... Y te la pagas tú! - le dije a Cillian sonriendo.

- Mel, cariño... - interrumpió mi padre de nuevo-. No vas a poder ver a Cillian durante un tiempo... Nos mudamos a Nueva York esta misma tarde...

- Cómo que...? Se mudan? A Nueva York? - preguntó mi mejor amigo con un semblante muy serio-. Qué significa todo esto mamá?

- Verás, hijo... - le respondió su padre en un tono lo más relajado posible para que no se alterara demasiado-. A Aidan le han ofrecido un puesto de trabajo bastante bueno y con un buen salario en un buffet de abogados privado en Nueva York. No puede rechazar esta oportunidad que la vida le da, Cilly... - le dijo mientras le acariciaba el cabello negro revuelto hacia atrás.

- Aidan, Enya, Melissa... - interrumpió Sophie mirándonos uno por uno-. Debéis marcharos ya si no queréis perder vuestro vuelo a Nueva York...

-No! No se la lleven por favor! - exclamó Cillian mientras me abrazaba llorando-. Es mi mejor amiga! Prometimos cuidarnos el uno al otro siempre, Mel... Recuerdas? - añadió trazando pequeños círculos en mi espalda.

- Cilly... - le susurré al oído tratando de animarlo-. Volveremos a vernos... Te lo prometo...

No pude casi ni darle tiempo a responder. Mi madre me cogió de la mano, ellos dos se despidieron de los padres de Cillian y salimos de aquella enorme mansión. Cuando estaba montada en el coche y mi padre se disponía a arrancar el motor del vehículo, pude divisar un pequeño cuerpecillo saliendo despacio a la salida de la puerta principal. Sabía que por dentro estaba roto. Sus lágrimas lo delataban. Tras unos minutos, el automóvil funcionó y empezó a emitir combustible. Vi a la madre de mi mejor amigo abrazarlo por los hombros mientras nuestro coche se alejaba un poco de aquella casa donde, tanto Cillian como yo, habíamos ido inmensamente felices.

- MEEEEEEEEEEEEL!! - exclamó Cillian soltándose de los brazos de su madre y corriendo hasta nuestro coche.

Demasiado tarde. Apenas hubo corrido unos pocos metros, el vehículo ya estaba bastante alejado de allí en dirección a la carretera que nos llevaría de vuelta a casa.

- TE ESTARÉ ESPERANDO! JURO QUE LO HARÉ TODO EL TIEMPO QUE SEA NECESARIO! - siguió gritando con lágrimas resbalando por sus mejillas.

Me dolió. Me dolió muchísimo que mi padre hubiera tomado esa decisión tan repentina. Me había arruinado toda la infancia apartándome, de las personas que más quería. Concretamente de una de ellas. Si él tenía el corazón roto, el mío también lo estaba. Cómo sería capaz de lidiar con todo este embrollo y esperar quién sabe cuántos años para volver a verlo?