𝗣𝗔𝗥𝗧-𝗧𝗜𝗠𝗘 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗 ✧ lee know

≫ 16 ; verdad y amiga ≪

La sonrisa en el rostro no se la quitaba nadie. ¿Que si recordaba que seguía comprometida? ¿Que los medios hablaban de ello? ¿Cómo podía estar tan calmada? ¡Nada de eso importaba! Mirae solo quería llegar al instituto y abrazar a Minho fuertemente y romper definitiva y formalmente el contrato.

Porque ella no quería un novio de medio tiempo.

Ella quería que Minho fuese su novio de verdad, un novio de tiempo completo.

—Esa sonrisa dice mucho —oyó a su madre decir con su mentón apoyado entre sus dedos —. Supongo que todo bien con el joven Han.

Mirae entornó los ojos.

—Ajá, sí.

Se puso en pie dejando el desayuno a medio comer y tomó su mochila colocándosela en la espalda.

—Me voy —avisó antes de salir en dirección al instituto.

Una vez dentro esperó la llegada del alto; sin embargo, este estaba tardando. Pensó que probablemente ya estaba adentro. Fue a su aula, ignoró lo que sea que Ryujin y Wonyoung le estaban diciendo y salió después de dejar su mochila en su asiento.

—¿Dónde estarás...? —preguntó a la nada mientras trotaba por los pasillos.

Sus comisuras se alzaron, una vez dirigió su mirada a la ventana logró verlo no muy lejos, a punto de llegar al lugar. Aunque no veía bien del todo por los árboles, estaba segura de que ese chico debía de ser Minho.

Corrió escaleras abajo chocando con algunas personas en el camino. Se disculpó pero no paró en ningún instante; no podía pensar en ser considerada, había extrañado tanto al chico.

—¡Minho yo-!

Había dado vuelta a la entrada y lo que sus ojos captaron mató la palabra en su garganta.

Sintió su sonrisa decaer de poco en poco mientras recorría con su mirar al chico y a la chica, que aparentemente venían con sus manos entrelazadas. Mirae quiso creer que de repente era costumbre entre ellos como amigos de la infancia y que seguro ahora que ella estaba presente la soltaría, pero pasó todo lo contrario. Frente a Mirae, Minho presionó más el agarre en la mano de Yeji mientras sus labios se volvían línea recta. La de cabellos largos solo pudo bajar la cabeza sintiéndose incómoda.

—Yo... yo... —quería decir algo, pero sentía un nudo en su garganta que cada vez presionaba más en sus cuerdas vocales.

Se sintió como un vaso llenándose de agua, cada vez más que a este paso colapsaría.

No pudo evitar que las lágrimas cayesen y dio media vuelta corriendo nuevamente al interior del recinto

Era demasiado tarde, y era todo su culpa.

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La clase pasaba muy lentamente, pero a Mirae no le importaba. Se sentía perdida y sin ganas de hacer nada; no sabía de lo que la maestra hablaba, pero no le importaba.

—Salió en las noticias que te casas —oyó a Ryujin decir, aunque no apartó la mirada perdida en su escritorio —. Así que engañabas a tu novio, eres toda una tramposa.

Presionó sus manos en dos puños, no era su culpa, ella no sabía.

—Y al parecer tu supuesto ahora ex te superó en un segundo, oímos que llegó al instituto acompañado por otra —continuó riéndose —. ¿Pero sabes? Lo mereces. Qué más podría hacer teniendo a una perra mentirosa que se rió de él a sus espald...