DE TOUYA A DABI

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Toga: ¡oye Dabi-kun!¡Dabi-kun!
Dabi: ¡¿Que demonios quieres?!
Toga: ¡vamos no seas así! Dile algo a Twice, ayudame~
Dabi: No me importan sus estúpidas discusiones infantiles, así que dejen de joderme
Twice: ¡Te lo dije, Dabi no te apoyará porque el es mi amigo!¡Lo odio!
Dabi: yo no soy tu amigo, ni de ninguno de ustedes. Si tienen tanto tiempo como para discutir por cosas estúpidas deberían ir ha buscar más miembros o algo así.

Será mejor que me largue de aquí antes de que me dé migraña. No entiendo cómo termine trabajando con esta bola de idiotas...
¿Amigos?
Eso es una estupidez, no estamos ni cerca de ser compañeros, mucho menos amigos. La amistad es una perdida de tiempo energía, puro sentimentalismo barato.

Amigos...
¿Cuando fue la última vez que yo tuve un amigo?

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El pequeño pelirrojo corría por la calle siendo acompañado por el sonido de la lluvia. El agua caía a mares golpeando con fuerza el suelo, los truenos resonando a lo lejos provocaban que se tensará un poco por la sorpresa, sus zapatos chocaban con los charcos, previamente formados, provocando un eco en sus oídos. A él le gustaba la lluvia, pero ese día solo le resultaba molesta.

Hace unas horas había llegado su progenitor a casa, como era su costumbre camino al cuarto de entrenamiento para ver con desagrado su "intento fallido" de hijo mayor. Entro en la habitación viendo con soberbia al joven de apariencia similar, el cual solo lo miro con una leve sonrisa de arrogancia, la cual molesto al mayor haciendo que chasqueara la lengua para posteriormente girar y dirigirse al cuarto de su hijo menor.

Enji camino por el largo pasillo siendo seguido discretamente por Touya, el cual se sentía enormemente aliviado de que sus hermanos y madre no estuvieran en casa. Llegaron a la habitación del joven peliblanco y la puerta fue abierta con brusquedad por parte del héroe. El muchacho pelirrojo entro rápida y ágilmente a la habitación, parándose justo frente al héroe número 2.
-¿Dónde está Natsuo?- pregunto con tono seco e impaciente.
-Se fueron a casa de la abuela, si te importamos aunque sea un poco ya lo sabrias- respondió arrogante el joven, lo cual provocó un quejido por parte del adulto y una mirada de furia, y antes de que se girará para irse Touya hablo de forma clara y segura.
-Ya puedes dejar en paz a mi hermano- cuando terminó sus palabras acerco la pantalla de su celular al mayor de los Todoroki, el cual arrebató el aparato de las pequeñas manos. En el teléfono se mostraba un vídeo del hijo menor, hasta ese momento, de la familia utilizando su quirk para generar una ligera ventisca helada acompañada de pequeños trozos de hielo.
Enji apretaba el aparato cada vez con más fuerza.
-Parece que fallaste de nuevo, viejo- dijo con burla su primogénito, lo cual solo hizo que la furia del hombre estallara, provocando que le propinara una fuerte bofetada, la cual lo hizo caer al suelo.
El pelirrojo menor solo coloco su mano en su mejilla y, sin apartar la mirada del suelo, hablo nuevamente.
-Es lo que te mereces, nosotros no somos tus herramientas-

-¡Cierra la boca!- grito eufórico su supuesto padre- ¡Todos ustedes no son más que una decepción, en especial tú!, ¡Pero no creas que me has superado maldito mocoso, no importa si me lleva toda la vida yo creare al guerrero perfecto que superará a All Might, así tenga que engendrar a 10 hijos!-
Tras esto el hombre se dió la media vuelta y comenzó a caminar hasta perderse en los pasillos de gran casa, dejando al niño de rodillas en el suelo, con la mano en la mejilla, la cual comenzaba a ponerse roja e hinchada, y la respiración agitada por el miedo; odiaba admitirlo pero le tenía un auténtico miedo a su progenitor.
Se levantó del suelo y se dirigió a la sala, una vez ahí tomo una caja de metal blanca con una cruz roja en la tapa, la abrió y de ella sacó un parche de tela blanco y un ungüento desinflamatorio, colo un poco de la sustancia en el golpe y posteriormente el pedazo de tela.
La casa estaba en completo silencio, él odiaba el silencio, lo hacía sentir solo y esto le generaba una sensación de asfixia. Su madre y hermanos se habían ido a la casa de su abuela ya que su progenitora se encontraba en el último mes de embarazo, y era costumbre que durante esas fechas se fuera a casa de su madre, para liberarse del estrés y mantener la salud de ambos, el nunca había ido con ella, sabía bien que el era un generador de estrés para la albina. No era culpa de la mujer, era culpa del imbécil de Enji, ella le tenía un completo terror a su esposo y le gustase o no Touya era la viva imagen de ese hombre. De hecho esto lo llevo muchas veces a pensar en teñir su cabello, pero le daba miedo el que le podría hacer el mayor.

Las palabras de Enji resonaban en la cabeza del de ojos verdes, más hijos, más niños a los cuales haría sufrir, lo que significa más niños a los cuales protejer.
No lo mal entiendan, el amaba a sus hermanos, pero comenzaba a hacerse pesado todo con lo que cargaba, se sentía mal y estaba cansado. Siempre les mostraba una sonrisa a sus hermanos y madre y trataba de mantenerse firme y fuerte ante su "padre", pero el reprimir sus emociones lo estaba dañando, y él lo entendía muy bien.
Miro desde la puerta de su casa como la lluvia caía con fuerza e inundaba ciertas partes del jardín. Tras unos minutos apreciando el paisaje soltó y largo suspiro, tomo sus zapatos y un abrigo y sin pensarlo dos veces salió corriendo de "su casa".
Corrió sin una dirección aparente, sintiendo el agua chocar contra su rostro, hasta que llegó a un parque cercano. Siguió corriendo mientras buscaba un lugar donde refugiarse de la lluvia, y lo encontró, tras unos arbustos había una sección de juegos, en la cual se encontraba una especie de túnel de plástico por lo que, sin pensarlo mucho, corrió hacia el lugar, sin embargo, a medida que se acercó logro divisar la figura de una persona dentro del túnel, pero no le dió importancia.

Al estar dentro del lugar se dió la libertad de ver con detenimiento a la otra persona, el cual hizo lo mismo con él. Era un niño, tal vez de su edad o un poco menor, tenía cabello rubio opaco y desordenado, con un par de mechones sobre su rostro, llevaba una camiseta blanca muy sucia y rota, la cual le llegaba hasta debajo de las rodillas, y parecía no tener nada debajo; sus ojos eran color miel brillante y estos tenían unas marcas negras en los lagrimales, y por último, tenía un par de alas rojas grandes y brillantes.
Al terminar de ver a su "compañero" noto que las mejillas de este estaban rojas y tenía sudor en la frente, y al prestar un poco más de atención también se dió cuenta de que estaba temblando, por lo que instintivamente acercó su mano al rostro del rubio, el cual dió un pequeño salto en su lugar y trato de retroceder, cosa que fue inútil ya que el se encontraba pegado a una de las esquinas del túnel.
-Calmate- hablo el pelirrojo, y procedió a tocar la frente del niño emplumado.
-Tienes fiebre- comento Touya con el seño fruncido y sin dudarlo se quitó su abrigo verde opaco y lo entrego al de ojos ámbar.
-¿Para que es esto?- pregunto indiferente el de alas rojas, su voz era muy suave y tranquila, por alguna razón le transmitía un sentimiento de alivio al de ojos verde.
-Para subir tu temperatura, obviamente no puedes salir con este clima, solo empeorarías, así que solo pontela- El contrario miro unos segundos la prenda de ropa y sin darle muchas vueltas se la puso, le quedaba un poco grande, aunque casi no se notaba.
El pelirrojo se acercó un poco más al niño alado y una calidez invadió el túnel, había decidido usar su quirk para proporcionarle calor al menor.

-¿Cómo te llamas?- pregunto el niño de ojos Jasmin al rubio mientras ambos miraban las gotas de lluvia caer rápida y frenéticamente.
-Keigo, Takami Keigo...- respondió con motonía y simpleza y luego de un momento devolvió la pregunta

-¿y tú?-
-Yo soy Touya... Todoroki Touya-

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Lo sé, lo sé, me tarde más de lo que había dicho, me disculpo por eso.
Pero finalmente aquí está el nuevo capítulo.

Quería aclarar un par de cosas:

1- Debido a la confusión con respecto al color de cabello de Touya Todoroki en esta historia él es pelirrojo, mientras que en la historia EL CAMINO PARA SER EL HEROE NO.2 es peliblanco, sin embargo es el mismo Touya en ambas historias.

2- Un amigo me pregunto porque odiaba tanto Enji como para ponerlo como un completo monstruo en esta historia. Quiero aclarar que no odio a Enji, en esta historia el narrador es Dabi, así que la forma en la que se habla de él es desde su perspectiva, y ya que el sufrió maltrato de su parte es lógico que lo plantee como un monstruo.

Eso es todo.
Bye bye~