Mariposas Esqueléticas

Número 7

No si ellas te encuentran a ti.

Cuando Will volteó casi le da un infarto.
Una versión un poco más alta de Reyna estaba parada frente a ellos.
La chica llevaba el pelo en una coleta alta, unos pantalones al estilo militar y una blusa negra. Detrás de ella iban unas 10 chicas, Amazonas, supusó Will.

-Siempre es un placer verte ,hermanita.- Reyna sonrió y las chicas se abrazaron.

-Hylla, creo que ya conoces a Nico.

El chico la saludo con un gesto de cabeza mientras murmuraba algo como "Oh pero si solo soy el chico que secuestraron en puerto rico ¿como se van a acordar de mi?".

-Y este es ,Will. -dijo Reyna.

-Un placer conocerla.- respondió.

-Que tal- fue el saludo de la reina de las amazonas. -Creo que todos compartimos el interés de encontrar a las hijas de Apolo pérdidas. Tengo información que dice que hay posibilidades de encontrarlas por allá. -señaló una colina que Will describiria como un enorme bosque.

-Hay que separarnos y cubriremos más terreno. -propuso Kinzie, una de las amazonas.

-Me parece buena idea, Reyna vienes conmigo, tenemos que hablar. Las demás juntense y busquen pistas alrededor de la colina- se dirigió a las amazonas.

Reyna parecía a punto de protestar antes de que Hylla le susurra algo al oído que la dejo conforme.

-Ah y esos dos- se refirió a Nico y Will con desdén- No van con mis amazonas si quieren salir vivos...

-Pero- comenzó a hablar Will cuando de pronto Kinzie sacó una daga de su bolsillo y tumbó al rubio al piso poniendo su rodilla sobre su garganta y con la daga cerca de su cuello.

- Los hombres no hablan sin permiso- dijo- y mucho menos interrumpen a la reina Hylla.

Reyna fue quien lo salvó.

-Kinzie, por favor.

La chica se levanto y volvió a su posición mientras Nico ayudaba a Will a ponerse en pie.

-Como decía- continuó Hylla- Un grupo de amazonas estará a unos kilómetros de ellos, se acercarán si oyen gritos. Así que dejemos de perder el tiempo y vamos ya.

🦋

La colina era bellísima.
Había pinos, césped y animalitos por doquier.
Nico no había hablado en todo el camino y a Will aún le dolía la garganta de cuando esa amazona casi lo degolla. Parecía que Nico estaba pensando en lo mismo por que dijo:

- No te sientas mal por lo de Kinzie, Hazel me dijo que a las amazonas les gusta ir tirando chicos al suelo y apuntandolos con dagas.

-Genial- contestó. 

Algo pequeño paso corriendo por su lado. Will lo vio rápidamente y sonrió.

-¡Una ardilla!

Nico hizo una cara de desprecio que se veía muy graciosa.

-¿A qué viene eso? -pregunto Will.

-Los animales me odian, el sentimiento es mutuo.

-Que tontería, los animales son un amor.

-Si, cuando no tienes un halo de muerte siguiendote.

Will hizo una mueca y siguieron caminando.
Llegaron a una parte en la que los pinos eran más altos y había extraños capullos en los troncos.
De repente se vieron rodeados de muchas mariposas monarca que aleteaban de aquí a allá.