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Ya era viernes, último día de la primer semana de clases, Ally estaba en su última clase, Ciudadanía.

Tenía muchas ganas de ver a Pablo, siempre le había tenido un cariño excepcional, y lo admiraba demasiado.

- Así que recuerden lo mejor que puede combatir las enfermedades, son las vacunas y el higiene. - dijo su profesora con una sonrisa.

Sonó la campana que anunciaba la salida, Ally juntó sus cosas y salió del aula ansiosa.

- ¡Ally! - la llamó Camila. Se dió vuelta y sonrió. - ¿Quieres venir a mi casa? - preguntó con una sonrisa.

- Ah... Si, dale. - dijo con una sonrisa.

- Bien, avísale a tu tía que vienes a mi casa... Oh, puedo acompañarte y le dices en tu casa. - dijo con una sonrisa. - Oh mejor... Vayamos a tu casa. - susurró.

- Bueno, vamos. - dijo y sonrió.

Mientras salían del colegio, Pedro frenó a Camila.

- ¡Cam! - la llamó. Ella rodó sus ojos y se giró para escucharlo. - Hola Allyson. - saludó. - Escucha, iré con Julián a casa. ¿Vienes con nosotros? - preguntó.

- ¿Emocionada por Pablo? Él es un gran chico... - susurró con una sonrisa. - Podrías decirle eso que tanto miedo tienes a decir... Él no se irá de tu lado, te ama. - susurró.

- Cállate. No quiero escucharte. - dijo Ally. A los segundos miró a Camila y Pedro que la miraban extrañados. - Perdón, es que mi celular estaba sonando. - dijo mientras agarraba su celular con pena.

Luego de esa vergonzosa escena, se alejó.

- ¿Y qué onda el niñito Pedro? ¿Acaso te gusta? - preguntó.

- No digas idioteces, no me gusta nadie. - susurró enojada.

- Oh, sí que te gusta alguien. - susurró. - Te gu... - fue interrumpida.

- ¡Vamos, vamos! - dijo Camila con una sonrisa.

- Bien. - dijo Ally.

•••

Habían llegado a la casa de Ally, entraron y Ally agradeció que sus tías no estuvieran.

- ¿Y tus tías? - preguntó Camila.

- Oh, deben estar trabajando. - dijo con una sonrisa.

- Es muy linda tu casa... Oye, ¿quiénes son éstas personas? - preguntó Camila sorprendida por tantos cuadros.

- Son todos mis familiares... - susurró.

- Oh... ¿Me los presentas? - preguntó con una sonrisa.

- Claro. - asintió. Se acercó a el cuadro más cercano. - Él, es mi abuelo... Antonio Aquino. Padre de mi padre. - lo presentó. - Ella, es mí bisabuela, madre de mí abuela materna... Inés Montes de Ocampo. - dijo y Camila se quedó anonadada.

- Soy fanática de tu familia. - susurró con una sonrisa.

- Tampoco exageres... - dijo riendo.

- Quiero ver tu habitación... - dijo y Ally asintió.

Caminaron ambas a su habitación, al entrar Camila sonrió con sorpresa.

- Bienvenida... - susurró Ally.

- Es hermosa... - dijo. - ¿Puedo contarte algo? - preguntó.

- Si, lo que tú quieras... - dijo con emoción Ally.

No confíes en nadie... Ni en ti misma. [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora