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Me despierto por el calor de la mañana, dormí toda la noche plácidamente en los brazos de Jumin, al despertar él no está conmigo, pero lo puedo ver en el balcón de la habitación aún con pijama y tomando café en una taza blanca, me estiro sobre la cama para quitar mi pereza, al lado de la cama, en la mesita de noche hay una botella de agua así que bebo de ella y me levantó sin hacer mucho ruido dirigiéndome hacia él. Se ve tan tranquilo mirando el amanecer de la ciudad de Seúl, toco su hombro suavemente haciendo que me mire y sonría al hacerlo.

─Buenos días, Jumin.

─Buenos días, ángel. ¿Dormiste bien?

─Sí, descanse mucho, ¿qué tal tú?

─También descanse, eres preciosa cuando duermes ─le sonrió cuando lo escucho decir eso, mi corazón se alegra, me jala del brazo suavemente acercándome más a su silla─. Siéntate.

Me siento en sus piernas mientras él me sostiene, deja la taza de café a un lado y deposita un pequeño beso en mi mejilla, nuestras miradas se cruzan y puedo sentir toda su calidez sin que dijera una palabra, me gusta mirarlo porque sé que nos podemos decir muchas cosas sin siquiera mover la boca, le sonrió ligeramente tomando su cara y plasmando un beso en sus labios.

─So Min, gracias por estar conmigo.

Cada día agradece que este junto a él, y la que debería agradecerle soy yo. Sé que hay muchas cosas por las que él ha pasado y que lo han lastimado en gran medida, desde su infancia hasta la muerte de su mejor amigo, que todo el tiempo que estuvo protegiéndose a si mismo mostrando esa actitud fría y calculadora no era nada más que para no sentirse tan desamparado en su propia soledad, había estado con él desde antes de la fiesta viendo como su padre también lo lastimaba forzándolo a casarse y trabajando con él los últimos 6 meses, todo el tiempo que habíamos compartido juntos había hecho que me enamorara de él.

No era el malvado jefe que sobreexplotaba a su asistente o el robot del que todos hablaban, era simplemente un Jumin intentando refugiarse en esas actitudes.

─Debería agradecerle yo, durante todo el tiempo que hemos estado juntos me ha hecho sentir muy feliz, y no necesito nada más que no seas tú.

Sonrió ligeramente volviendo a besarme de una manera más intensa, haciendo que la mañana fuera mejor, me atrapo entre sus brazos sosteniendo mi cara con una mano y la otra sujetando mi cintura, sus labios y los míos iban al mismo ritmo, como si nuestros labios estuvieran hechos para encajar juntos. Cuando finaliza de besarme me sonríe, dándome un pequeño beso en los labios y alejarse un poco de mí para acomodar mi pelo.

─¿Sabes, señorita Oh?

─Dígame, señor Han ─reí sutilmente, seguía siendo divertido llamarnos de esa manera de vez en cuando a pesar de que no estuviéramos en el trabajo, además de que ya me había acostumbrado.

─No conozco mucho de tu familia, quisiera conocer la familia de mi novia.

Le di una pequeña sonrisa incómoda, sintiéndome avergonzada porque siempre que intentábamos hablar del tema simplemente lo evadía, era un tema algo sensible y prefería que la gente no supiera eso, no porque era algo que iba a herir a la gente o algo así como el pasado de Saeyoung, no era peligrosa ni nada por el estilo, pero simplemente no era algo de lo que me sentía muy cómoda al hablar. Aclaré mi garganta y tragué saliva responder su pregunta, quizás ya era hora para hablar sobre esto y más si era Jumin el que me escuchaba, no era bueno ocultarle cosas tan importantes como la familia, sabía que era alguien conservador y después de todo, también me parecía importante.

─Uh, bueno. Llevo mucho tiempo desde que dejé de hablar con ellos, nuestra relación familiar empezó a marchitarse poco a poco, a medida que mis hermanos y yo fuimos creciendo, mamá se volvió más difícil de controlar ─suspiré intentando no llenarme de tristeza─; su problema de alcoholismo creció y yo empecé la universidad muy lejos de ellos perdiendo el contacto.

「 mr. han 」★  mystic messenger  ⟩  jumin hanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora