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"¡Jumin Han y su asistente confirmaron su relación!"

Aquella noticia aparecía en cualquier parte de internet y si encendía el televisor el mismo artículo aparecía en la pantalla, no había pasado ni siquiera tres horas y ya los medios se estaban volviendo locos acerca de nuestra relación. La compañía C&R hizo un comunicado informando sobre la vida personal de Jumin, pidiendo respeto y amenazando sobre cualquier noticia falsa que publicaran a partir de ahora sobre nosotros, fue hecha y firmada por el señor Han, eso debía calmar la situación y reducir los murmullos en la empresa, creo que podría caminar de la mano con él sin sentirme extraña.

Era mi primer día trabajando oficialmente como la novia del señor Han, el primer cambio que pude notar era que las miradas habían cambiado, ya no hablaban sobre mí mientras pasaba ni mucho menos se reían, era una sensación totalmente diferente, cuando subí al ascensor y llegué a mi departamento, mis compañeros se quedaron viéndome mientras sonreían, mi expresión cambió a confusión y a un poco de "¿qué les sucede?".

─¿Están bien?

─Oh claro que lo estamos. ¡Vivan los novios! ─después de que mi compañero dijera eso todos los demás empezaron a aplaudir y a felicitarme como si estuviéramos comprometidos.

«Esto es raro, pero supongo que lo hacen con cariño», pensé intentando sonreírles.

─No te preocupes, señorita Oh. Todos lo sabíamos ─Haneul se acercó a mí guiñándome un ojo.

─¿Qué? ─dije con sorpresa─. ¿Así que todo este tiempo fingieron?

─¡Sí! Fueron muy evidentes ─Sun Hee salió de la esquina acomodando su cabello y riendo mientras lo decía─. Igual me alegro por ustedes, ¡vivan los novios!

Volvieron a aplaudir alegremente mientras yo me quedé pensando un momento, ¡me esforzaba para que no nos descubrieran para nada! Quizás debí hacerle caso a Jumin desde el primer momento, ocultar algo así no fue necesario, y hablando del rey de Roma, el señor Han apareció. Salió del elevador con las manos en los bolsillos, con su mirada seria y su traje en perfecto estado, inmediatamente los demás se callaron haciendo una reverencia y saludándolos mientras pasaba.

─Buenos días a todos ─dijo por primera vez en mucho tiempo.

Los demás se volvieron a ver y me miraron a mi sorprendidos, ¡Jumin jamás saludaba! Me hizo sentir bastante feliz que hiciera eso, él siguió caminando hacia su oficina y yo lo seguía para darle el horario de hoy. Cuando estuve frente a mi escritorio, él se detuvo para mirarme de pies a cabeza con una diminuta sonrisa de satisfacción.

─¿Cómo estás hoy, cariño? ─mis mejillas se coloraron y sentí vergüenza cuando me llamo así sin importarle nada, me sentía afortunada.

─Estoy feliz gracias a ti, ¿cómo estás tú? ─le sonreí.

─Me alegro que lo estés, yo también lo estoy.

Me devolvió la sonrisa para dar media vuelta y entrar a su oficina, dejándome sonriendo tontamente frente a la puerta de su despacho, ¿cómo podía hacerme sentir así de enamorada? Sentía que estaba volviendo a mi adolescencia enamorándome de esta forma, me gustaba, Jumin merecía todo mi amor.

Suspiré intentando volver al mundo real, tome el horario de hoy de mis carpetas y camine hacia su oficina para entregarle el documento.

(...)

Durante toda la mañana las cosas estuvieron tranquilas, tuvimos una pequeña reunión de marketing en donde solo apunte los puntos importantes de la conferencia para devolvernos a nuestra oficina después de que Jumin decidiera levantarse e irse, ambos estábamos en el ascensor de la compañía escuchando la música de fondo sin decir alguna palabra, sostenía los documentos con una mano mientras que con mi mano libre arreglaba mi cabello en el espejo frente detrás de mí, era una de las cosas que más me gustaban de estos elevadores, sus espejos.

「 mr. han 」★  mystic messenger  ⟩  jumin hanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora